VALENCIA. La gran propuesta internacional para las artes escénicas, el gran proyecto mundial, el gran reto inigualable que convertiría a Sagunto en un polo de la cultura mundial, en un faro de creación artística que ayudaría a que la Comunidad Valenciana no perdiera "el tren de la modernidad", en palabras del entonces presidente de la Generalitat, Eduardo Zaplana, sigue encallada en el puerto de Sagunto como una ballena muerta.
Por cuarto año consecutivo La Nave de Sagunto ha estado sin uso y se ha convertido en uno de los mayores fiascos de la política cultural de grandes eventos del PP, en un lastre para la actual Administración así como en un gasto constante y continuo, sin sentido ni utilidad alguna para los ciudadanos.
Tras salvar in extremis La Nave del desahucio, la Generalitat afronta el final de la legislatura sin plan específico para este complejo, que se encuentra en la actualidad sin más uso que el del almacén. De hecho durante los últimos cuatro años ha sido un espacio vacío de contenido, pese a que la administración autonómica invirtió más de 27 millones de euros en su restauración. Ahora sólo se emplea como depósito de escenografías y material escénico. Es, posiblemente, el almacén más caro de la historia.
La Generalitat sigue poseyendo el edificio, pero no la propiedad del suelo que corresponde a la SEPI. Está pendiente un juicio por la propiedad del conjunto, que, acudiendo a diferentes artimañas legales, la Generalitat ha conseguido postergar hasta la fecha. Con todo, fuentes vinculadas a la antigua Ciudad de las Artes Escénicas daban por seguro este jueves que la SEPI finalmente renunciará a la propiedad del suelo para que lo gestione la administración valenciana. "No tiene sentido que se la queden; no sabrían qué hacer con ella", aventuraban.
En el momento en el que eso ocurra, desde Cultura quieren reactivar un espacio cuyo mantenimiento cuesta al año 100.000 euros. En enero de este año salió a concurso por 165.000 euros la licitación para lo que oficialmente se denominó como "servicio de mantenimiento de limpieza y servicios auxiliares del inmueble de La Nau de Sagunt".
Finalmente el servicio, que incluye la seguridad del recinto, ha sido adjudicado por 97.000 euros anuales en una resolución que se publicará en breve el DOCV. Es decir, que mantener La Nau cerrada y limpia le cuesta al contribuyente 8.083 euros al mes; un poco más que la nómina del presidente de la Generalitat, Alberto Fabra.
En su interior permanecen despachos sin ocupar, con suelo de parquet y todas las comodidades, y acumuladas en la parte central de la nave las escenografías de diferentes producciones teatrales financiadas a costa del erario. Si bien la Conselleria de Cultura intentó aprovechar el espacio para realizar algunos montajes de Sagunt a Escena, desde hace años no se ha vuelto a realizar ninguna representación teatral, ni conciertos, ni exposiciones.
EL EDIFICIO VACÍO DE LA CALLE BARCELONINA
Otro tanto sucede con el edificio ubicado en la calle Barcelonina, en cuyo bajo se encontraba el bar Torino donde se fundó el Valencia Club de Fútbol. El inmueble, propiedad de la familia del fallecido escritor Fernando Vizcaíno Casas, fue adquirido por el Consell e iba a ser la sede permanente del proyecto de la Ciudad de las Artes Escénicas de Sagunto. Se tapió. Se presentó hasta un borrador de intervención. No se ha realizado nada.
Una de las opciones que se barajó era adecuarlo para que sirviera para el Instituto Valenciano del Audiovisual, pero la dificultad de la obra y la escasa utilidad del espacio desaconsejó realizar la inversión. Cultura tampoco sabe que hacer con un edificio que le encantó a la actriz griega Irene Papas, presidenta efímera de la fundación de la Ciudad de las Artes Escénicas.
Desde la disolución en diciembre de 2013 de esta entidad en la que trabajaba la cuñada del ex presidente Francisco Camps, los inmuebles adscritos a la Ciudad de las Artes Escénicas han pasado a ser propiedad de la Generalitat, que no sabe literalmente qué hacer con ellos. Dependen directamente de la Secretaría de Cultura y, ante la inminencia de las elecciones y el fin de la legislatura, en la avenida de Campanar, sede de la Conselleria, aplazan a después de verano cualquier propuesta.
La prioridad pasa por concretar antes de que concluya la legislatura la permuta con la SEPI, en unas negociaciones que, indicaban este jueves desde la Conselleria de Hacienda, "continúan abiertas" y evidencian, dicen, que el Consell quiere hacer uso de La Nave más allá de la utilización de la misma como almacén.
Asimismo, desde la Conselleria de Cultura señalaron por su parte que aún quedan flecos pendientes para la extinción de la Fundación de la Ciudad de las Artes Escénicas que esperan resolver en breve. La intención es que, gobierne quien gobierne tras las elecciones autonómicas, se encuentre La Nave en perfecto estado y ninguna cuenta pendiente. Aunque lo único seguro es que se la encontrará cerrada.
Para que mantienen esto? Que hagan una propuesta publica de uso y que lo gestione el mejor postor
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