VALENCIA. A día de hoy muchos aún no comprenden cómo el sistema financiero valenciano encabezado por la Caja de Ahorros del Mediterráneo (CAM), Bancaja y Banco de Valencia pudieron desaparecer en lo que ahora parece un visto y no visto. Las dos primeras, convertidas en colosos durante su época de esplendor, llegaron a ocupar el tercer y cuarto puesto de las cajas españolas. Entes financieros con años de historia y fusiones que se habían convertido en un motor para la economía regional.
Emilio Tortosa fue uno de los que pudieron ver de cerca este auge y caída. Director general de Bancaja desde 1989 hasta 1998, pasó 43 años trabajando en la entidad en la que ingresó como botones el 23 de abril de 1956, cuando todavía era la Caja de Ahorros y Monte de Piedad de Valencia. Quince años como observador de lo que ha acabado en una debacle financiera y que ahora lo ha volcado todo en "Fulgor y muerte de las cajas de ahorro" (Publicacions de la Universitat de València), donde habla de su experiencia vital y profesional acumulada en todo ese tiempo.
Los capítulos del libro recogen los cambios sociales y legislativos que permitieron que las cajas crecieran de forma espectacular durante décadas de forma arriesgada pero también las razones que provocaron su crisis. Relata en qué momento nacieron las cajas, su competencia con el sistema bancario, los problemas de la propiedad o la intervención de las mismas. Esto se suma a nombres concretos de personas que tuvieron influencia en toda esta caída, entre ellos los principales culpables de la politización de las cajas de ahorro.
En la celebración de los 125 años de la Caja de Ahorros y Monte de Piedad en Valencia el año 2003, la entidad de crédito Bancaja realizó un evento que Tortosa relata como síntoma de este problema y con actores clave en el devenir de las cajas. "Al evento acudieron personalidades destacadas en el proceso histórico de crecimiento de la caja y de su evolución hasta la creación de Bancaixa, que nadie imaginaba entonces que desaparecería en 2010 bajo el paradigma de Bankia".
"Antes de la cena, mientras buscaba lugar de acomodo con mi mujer, Lola, fuimos testigos de excepción, sobre todo por la cercanía, de una acalorada discusión entre la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá y el por aquel entonces presidente de Bancaixa Julio de Miguel, acompañados de Eduardo Zaplana (ministro de Trabajo y Asuntos Sociales) y José Luis Olivas (breve presidente de la Generalitat que hacía de puente para la futura llegada de Francisco Camps)".
"Mientras tratábamos de pasar desapercibidos y ocupábamos un par de sillas en una de las mesas, vimos cómo el secretario general acudía presuroso a aquella furia de titanes", relata. Se estaba encargando la modificación del texto conmemorativo preparado para el presidente en funciones de Bancaja con la finalidad de transformarlo en un discurso de despedida. "Parecía que en aquellos momentos comunicaba su cese inminente y su relevo inmediato por Olivas, presidente relámpago de la Generalitat, al parecer en pago por su papel bisagra en la sucesión de Zaplana en el Gobierno valenciano. De nuevo, el favoritismo político asomaba las orejas, y esta vez impunemente (o al menos eso creían algunos) , pese a que la escena se producía a la vista de varios asistentes al evento".
Estaban viviendo en directo el cese del presidente de la tercera entidad de crédito en el ranking de cajas españolas. "¿Por qué accedió De Miguel?", se pregunta Tortosa. "Tal vez el primero aspiraba a ser miembro de algún consejo de administración en una multinacional". Toda esta situación le hizo reafirmarse en su retirada con un nuevo panorama demasiado influenciado por los controles políticos de los órganos de gobierno que abanderaban intereses ajenos a las entidades bancarias, como luego se demostró.
LAS CAJAS COMO LA TESORERÍA DEL GOBIERNO
El exdirectivo de Bancaja lamenta cómo las cajas de ahorro se conviertieron en la tesorería de las autonomías y relata cómo Zaplana intentó resolver la financiación de las universidades públicas con la obra social de estas entidades y critica la constante presión desde la Generalitat. "Recuerdo mis últimos tiempos como director general de Bancaja, el permanente intento de transmitir a los responsables de la entidad supuestas instrucciones de la presidencia de la Generalitat.
José Manuel Uncio, entonces director general del Instituto Valenciano de Finanzas, actuaba como interlocutor. Aquella desinhibida visión de las cajas como una especie de tesorería del gobierno autonómico, y que tenía que ver con el apoyo financiero a proyectos políticos como la creación de una quinta universidad valenciana, la actual Miguel Hernández, o como la puesta en marcha en Benidorm del parque temático Terra Mítica".
Tortosa retoma el momento en el que Olivas promovió en 1997, siendo conseller de Economía, una ley que estableció el 28% de representación de la Generalitat en los órganos de Gobierno de las cajas y un 28% de las entidades locales. En definitiva, más del 50% era representación política, algo peligroso que acabó estallando. "En los tiempos de vacas gordas la Generalitat presumía, pese a sus limitaciones, de las competencias que el IVF tenía sobre las cajas de ahorros, convertido en un auténtico brazo ejecutor para controlarlas", algo de lo que luego se desentendieron, como lamenta el exdirectivo.
Tortosa cuestiona qué hacía Bancaja en el accionariado de Valmor Sports o el otorgamiento de créditos millonarios por la Generalitat a través del IVF al VCF. La CAM y Bancaja fueron usadas para financiar grandes proyectos fallidos pero también para asumir una emisión de 1.000 millones de euros de deuda de la Generalitat que no encontró comprador. El volumen de crédito de la Generalitat en la CAM pasó de 44 millones de euros en 2009 a 280 millones en 2010. En Bancaja, de los 172 millones en 2009 a 335 millones.
"Sin duda, en la fundación del IVF como proveedor de tesorería para la Generalitat era muy cómodo echar mano de entidades sobre las que la Administración autonómica tenía una doble influencia, en los nombramientos y en el control de su gobierno, aunque no la tuviera sobre su solvencia y su actividad bancaria, lo cual, según se mire, puede resultar paradójico".
AQUELLA POSIBLE FUSIÓN DE CAM Y BANCAJA
La posible fusión de la CAM y Bancaja es otro de los temas en los que Tortosa entra en profundidad. Justo antes de la creación del SIP que aglutinaba a Caja Madrid con otras seis cajas más, entre ellas Bancaja, y que dio lugar al Banco Financiero de Ahorros (BFA)-Bankia, se había planteado esta opción pero acabó optándose por la caja madrileña.
"¿Quién y cómo le propusieron a Olivas la fusión? Según fuentes acreditadas, le llamaron del Banco de España. Previamente solo hubo una consulta que solo conocieron el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, líder de la oposición, y que el propio Banco de España trasladaba desde la Comisión Europa ante la negativa de la CAM de solucionar vía fusión el grave problema de solvencia de Caja Madrid [...]. El subgobernador del ente de inspección llegó a decirle a Olivas sin especificar con quien debía hacerlo: "O te fusionas o te intervengo"".
Pero entonces apareció Rodrigo Rato tras una lamentable gestión en el Fondo Monetario Internacional, en 2009, un momento clave en el que desde el propio partido de Gobierno en la Comunitat Valenciana se replanteaba la fusión de los entes valencianos, algo que Francisco Camps acabó rechazando por la presión de grandes fortunas valencianas. "¿Dónde estaban los empresarios valencianos en la hora que desaparecieron las cajas?", se pregunta Tortosa. Asegura que la Asociación Valenciana de Empresarios (AVE) estaba a favor según constaba en algunos informes pero los consejeros de Bancaja dieron el sí a Caja Madrid y empezó el fin de la debacle que acabó en la ruina.
Pero ¿este señor no dimitió sin explicar nada de nada -eso sí a cambio de una importante compensación- casi una década antes de que quebrara Bancaja?. Entonces ¿como pueden decir que es un relato en primera persona? Por otro lado, ¿no les parece que ha tardado un pelín, más de un quinquenio, en contar lo que dice que sabe? Mientras el PP saqueó CAM y Bancaja a volonté, el señor Tortosa estuvo más callado que un muerto? ¿no sería más serio, para su persona, que se mantuviera igual? AL menos algunos lo pensamos.
Buenas tardes: nada nuevo Zaplana ya no tenia "poder" para mantener Julio de Miguel. ¿pero porque fué nombrado Julio De Miguel para presidente de Bancaja? .En realidad fueron tres (3) fases antes de llegar a la presidencia muy bien planificada. Por último creo que, con la Presidencia de Bancaja Julio de Miguel tenia parte de sus aspiraciones cumplida y con la electrica la culmino su etapa.- Pero lo importante sería conocer ¿el porque del debacles de las cajas valencianas? ¿Porque no funcionaba los sistema de control de riesgo por ejemplo? cuando se daba un crédito. ¿En que momento se desmadro todo y fue "cojamos lo que podamos?.- Para cuando esto ocurrio el Sr Tortosa ya estaba lejos de los centros de Control.Lo dije antes "nada nuevo que contar.- Atte Alejandro Pillado Marbella 2015
por favor tirar de la manta, sacar las operaciones sin justificacion especialmente de viabilidad, costes, que denotan los maletines, plebendas, etc. y al Juzgado, sin miedos a por los que se han cargado unas entidades que devolvian a la sociedad los beneficios, ahora se los quedara el Bco X
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