VALENCIA. Estrenada en Estados Unidos el 14 de enero de 2015 en FXX, la cadena de televisión por cable de Fox Entertaiment, ‘Man seeking woman' venía con la vitola de ser muy graciosa. Mucho. Igual demasiado. En estos tiempos modernos no sobran precisamente productos conscientes de lo tremendamente graciosos y rompedores que son. Pero sí que es cierto, justo es reconocerlo, que este trabajo rompe todos los moldes. Es muy divertida, francamente. Hacía tiempo que quien esto escribe no se reía con tantas ganas.
Son capítulos de veinte minutos, a un ritmo endiablado. Una referencia podría ser ‘Flight of the Conchords'. Si quitamos la parte musical de esa genialidad de HBO, estaríamos en las mismas. Humor a costa de chicos tímidos y sensibles y sus problemas con las mujeres. Pero ‘Man seeking woman' ofrece una novedad: es muy brutita.
Por ejemplo, en ella aparece el personaje estrella de la televisión moderna. Don Adolfo Hitler. Si no tienen bastante con el Canal Hitler o con el National Socialistic Geographic Channel apunten el nombre de esta serie, porque aunque sea de ficción, el führer se marca una aparición antológica.
El protagonista es un chaval de 27 años al que le acaba de dejar la novia tras una relación de seis años de duración. Una eternidad. Todos sabemos lo que supone la crisis del primer cuarto de siglo, cuando te das cuenta de que ya no tienes toda la vida por delante. De que no has hecho nada. Tampoco vales mucho. Si encima tienes que empezar de cero con esas alforjas tras una ruptura sentimental, pues ocurre la famosa metamorfosis: de hombre pasas a ser gusano. El recurso está ya muy explotado.
No obstante, antes de que nos queramos dar cuenta la serie golpea con toda la artillería. Su principal baza es el surrealismo. A Josh, que así se llama el protagonista, su hermana le consigue una cita a ciegas con una troll sueca; una troll en sentido literal. Verde, sucia. No es un sketch muy brillante y ahí uno puede pensar que se halla frente a una serie mu graciosa mu graciosa, ya me entienden. Pero lo que viene después no tiene precio.
Josh va a una fiesta a casa de su ex, tiene la intención de recuperarla, y de repente comprueba que esta lleva un mes saliendo con otro hombre. Se trata de Hitler, un anciano en silla de ruedas con 126 años de edad. Se ha escondido en Argentina todo este tiempo. Si, le persigue una leyenda negra, pero no es para tanto, le dicen los invitados, no es mal tipo. Josh es judío y cuando el führer se entera dice: oh, oh... un judío en la fiesta de Hitler...
A partir de ahí, todo son risas a mandíbula batiente. Cuando Josh vuelve en el metro apesadumbrado, hundido, conoce una chica en el andén. Hablan, bromean, le pide el teléfono y se lo da. Es la gran triunfada. Tanto, que Obama le llama por teléfono para decirle lo orgulloso que está de él. Pensábamos que ya no era posible algo así, pero tú nos has devuelto la fe, es posible, se puede, estamos orgullosos de ti.
En el siguiente capítulo, eso sí, Josh tiene que mandarle un whatsapp para pedirle quedar. No sabe qué ponerle, muchos nervios y de nuevo otra escena memorable. Se reúne el alto mando de la OTAN para decidir qué palabras emplear. Es un homenaje a ‘Teléfono rojo, volamos hacia Moscú'. Delante de los generalotes, un amigo de Josh hace una soflama reivindicando el espíritu de George Washington, aquel granjero que levantó un país, para persuadir a los presentes de que lo que debe hacer Josh es directamente enviar una foto de su pene. Los militares aplauden y le vitorean y cae una bandera de barras y estrellas gigante. De nuevo te partes.
En otro momento hay otro guiño a El Exorcista, llaman a uno para que Josh se libre del fantasma de su ex, que le tiene poseído. Otra escena delirante que te mata de risa, especialmente cuando el peluche más preciado por ambos, cual criatura de satánica, viola brutal y bucalmente al protagonista. Ni siquiera el agua bendita lo logra impedir.
Más adelante, en otro capítulo, hay un diálogo con su mano derecha. También rompe con él. Está harta de esa relación repetitiva y rutinaria que tienen con el porno del ordenador. Después, para una vez que consigue llevarse a una chica a la cama, resulta que se ha dejado el pene en el bar de lo borracho que iba. Tiene que llamar por teléfono para que se lo guarden e ir al día siguiente a por él. Antes ha llamado al taxista, a ver si estaba por el suelo del coche. En fin, la serie es un auténtico y genuino despiporre.
‘Man seeking woman' está basada en el libro ‘The last girlfriend on Earth', del productor de la serie, Simon Rich. Le acompañan en el guión Lorne Michaels, del Saturday Night Live, Ian Maxtone-Graham que estuvo 17 años en los Simpson, o Robert Padnick de The Office. El recurso al realismo mágico, a las metáforas, el fuerte de la serie, en el LA Times ha sido comparado con la obra de Woody Allen y Luis Buñuel. En Variety citaban a Terry Gilliam. Digamos que no está mal el recibimiento de la crítica.
Simon Rich, el padre de la criatura, es un talento precoz. Licenciado en Harvard, fue el guionista más joven jamás contratado para Saturday Night Live. Ha escrito varios libros de cuentos, dos novelas y trabajó también en Pixar. En una entrevista en GQ admite que es un burgués, un yuppie y que probablemente no haya nadie sobre la tierra más hipster que él. "Soy tan asqueroso, privilegiado y narcisista como los hipsters de mis libros, si no más. Es decir, no hay nadie peor que yo", reconoce.
En otra entrevista en The Rumpus da todavía más pistas sobre su personalidad: "Fui educado por una generación de hippies. En mi niñez, los profesores me animaban a luchar contra el sistema. Mi profesor de inglés me hacía leer a Ginsberg y a Keruac y decía que Bob Dylan era un genio. Mi profesor de ciencias me enseñaba que la televisión era el nuevo opio de las masas y me recomendaba que nunca tuviera una. En teatro representábamos a Beckett. Admiro la sinceridad de toda esa gente, muchos de ellos se afiliaron a Greenpeace y se movilizaron por causas nobles en su juventud. Pero yo no compartía su odio al sistema. Después de todo, el sistema me ha dado muchas de mis cosas favoritas: Nick at Nite, los New York Knicks, Stephen King, Taco Bell, Green Day. La lista es muy larga. (...) Los libros de Borges y Joyce los encontraba apestosos. Y las letras de Bob Dylan me parecía que no tenían sentido, al menos para mí".
Y aquí tienen el resultado: al chico se le ocurre meter a Hitler en una sitcom. ¿Qué será lo próximo? ¿Un Masterchef de nazis? Putin mátanos.
El menda que protagoniza la serie, Jay Baruchel si no recuerdo mal tiene una peli en la que hace de Trotsky reencarnado.
Te alabo el gusto con King od the Hill
Estaba viendo el tercer episodio -después del primero y el segundo, todo ello a raíz de este comentario del Cabecicubo- y tuve que interrumpir la reproducción y ponerme rápidamente uno de 'King of the Hill'. Quizás haya que responsabilizar parcialmente a mi dificultad con las novedades, pero creo que en parte mi decepción se debió al cansino mecanismo de la exageración, que parece ser a veces el único que ciertos productos audiovisuales, ramo entretenimiento, ramo humor, entienden como expediente válido para mover a la risa. El sistema me dio 'How I met your mother': es una buena razón para odiarlo.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.