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La candidata de Compromís despliega su mejor versión ante el líder de Podemos, que se muestra sobrio aunque falto de rodaje en el apartado de propuestas 

VALENCIA. El Centre Octubre acogió este jueves el primer 'cara a cara' entre la candidata a la Generalitat de Compromís, Mònica Oltra, y el secretario general de Podemos en la Comunitat, Antonio Montiel, que también se perfila como probable cabeza de cartel al Consell de la formación que lidera Pablo Iglesias.

Un duelo, organizado por la asociación Tirant lo Blanc y la Fundación Nexe, que transpiraba morbo político debido al electorado en buena parte común que ambas organizaciones persiguen así como la propia proximidad que Montiel ha mantenido con Compromís. De hecho, el ahora secretario general de Podemos sonó para formar parte de la candidatura de la coalición meses atrás, cuando fue el encargado de presentar la Iniciativa Legislativa Popular (ILP) sobre Radiotelevisió Valenciana (RTVV) en Les Corts Valencianes.

El cara a cara estuvo presidido por un respeto de carácter institucional: ambos dirigentes saben que será muy difícil que ninguna de sus organizaciones forme parte del gobierno de la Generalitat sin el respaldo de la otra. No hubo especial sintonía, pero tampoco el mínimo rifirrafe dialéctico. Ambos coincidieron en la necesidad y obligación de un entendimiento desde la pluralidad.

Oltra, en este sentido, señaló que el "multipartidismo" permitirá "recuperar una de las esencias del Parlamento autonómico, la palabra y el diálogo, tras una etapa en la que la mayoría absoluta del PP ha convertido Les Corts en el escenario de la comunicación gubernamental". Sobre esta cuestión, Montiel coincidió en que, efectivamente, habrá un panorama político "plural", que será una "riqueza", y en el que habrá que gestionar con "mucha bondad y estima".

El debate en sí lo ganó Mònica Oltra. La coportavoz y diputada de Compromís desplegó, ante un auditorio reducido pero abarrotado, sus mejores habilidades de comunicadora expresiva, próxima y, al mismo tiempo, solvente. Al margen de sus cualidades como oradora, la experiencia y el trabajo acumulado de ocho años en Les Corts son un bagaje considerable a la hora de exponer de forma clara la postura de la coalición en los diferentes asuntos que se plantearon.  

Oltra, eso sí, jugó en casa. Sus intervenciones fueron largamente aplaudidas mientras al secretario general de Podemos, aunque en un ambiente de cordialidad, le cayeron varias preguntas incisivas acerca de la posición de su partido en diversas cuestiones. 

Por su parte, Montiel demostró ser un líder adecuado para Podemos. El abogado y profesor universitario se mostró sobrio, muy alejado de los sambenitos de 'jaula de grillos' que sobre todo PP y PSOE tratan de colocarle a esta formación política, y muy comprometido con las grandes reivindicaciones valencianas como la injusta financiación y la necesidad de reclamar la deuda histórica. "Lo reclamaré ante el ministro que sea", llegó a afirmar al ser preguntado sobre la obediencia a Madrid de un partido de carácter estatal como Podemos.

Ahora bien, Montiel, pese a las buenas maneras apuntadas, acusó la falta de rodaje especialmente en el apartado de propuestas, donde su partido, como el mismo expicó, todavía no tiene fijadas posiciones claras en determinadas cuestiones porque en estos momentos Podemos se encuentra conformando su programa electoral.

Ambos, preguntados por las esperanzas depositadas en un gobierno de izquierdas, manifestaron ser "conscientes" de la "responsabilidad" que ello conlleva. "Me causa temblor, no lo niego, pero estoy ilusionado y creo que si lo hacemos colectivamente será un éxito", afirmó Montiel. Unas palabras suscritas por Oltra, quien recalcó la necesidad de "dejar de lado las mezquindades y nuestros egos, que a veces son tan grandes como una plaza de toros, para construir un proyecto compartido".  

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