VALENCIA. No se puede establecer realmente una fecha concreta de la llegada del arroz a Valencia. Los historiadores Vicent Baydal, Frederic Aparisi y Ferran Esquilache lo confirmaban en su volumen Fer Harca. Histories medievals valencianes y Baydal apuntaba anécodtas como que los habitantes de la ciudad, en 1364, se vieron forzados a comer pan de arroz. Los castellanos asediaban la ciudad y la escasez solo pudo salvarla la extensa plantación de las zonas pantanosas de Valencia.
Lo que sí parece estar claro es que fue la Revolución Verde de los países islámicos, en torno al siglo IX, la que trajo el arroz hasta la ciudad. "La geografía lo facilita, lo da el espacio pero después, eso sí, hay que trabajarlo", comentaba Baydal en este artículo publicado recientemente en ValenciaPlaza.com. Así, siglo tras siglo, el fruto iba alcanzando variedades y calidades únicas, propias, hasta alcanzar la materia prima de partida de una eclosión actual de gastronomía en torno al arroz.
Másters, cursos para profesionales y cursillos de sábado por la mañana junto al Mercado Central. La cocina del mar interesa y se cruza con el grano, alcanzando algunas de sus cutas más excelentes en restaurantes como Vinícolas. Sobre el mar, muy cerca de la Avenida del Puerto que le vio nacer y con vistas a la Playa de la Malvarrosa, ahora Raúl Aleixandre firma el ‘Arroz Malvarrosa', un referente gastronómico que homenajea "la honestidad y el producto de los restaurantes del entorno".
Las I Jornadas Gastronómicas del Arroz Playa Malvarrosa Blasco Ibáñez han sido las que han invitado a Aleixandre a aceptar el reto: "es un arma de doble filo, porque no deja de ser una propuesta importante, pero por otro lado he querido contentar al público local y utilizar productos al alcance de los propios restaurantes". La base es sencilla: "bacalao, coliflor, un caldo importante y nuestro arroz".
El caldo se elabora a partir de "calamares y gambas de la zona", pero la receta "no busca hacer grandes aspavientos con la cocina. Las posibilidades con el arroz son infinitas, pero era el momento de hacer algo honesto". Aleixandre piensa en los restaurantes que integran la Asociación de Restaurantes de Playa Malvarrosa, AREMAR.
Con una tradición culinaria de más de 70 años, la Playa de la Malvarrosa ha sido la cocina de miles de valencianos y turistas que han querido saborear un buen arroz. A través de unas jornadas, que se desarrollarán del 1 al 15 de marzo, los restaurantes Almar, La Herradura, El Bobo, Casa Isabel, Luz de Luna, La Alegría de la Huerta, Casa Ripoll, El Racó Marítim, La Murciana, El Trompo y Els Àngels, ofrecerán durante 15 días menús protagonizados por productos con una arraigada tradición en la cocina valenciana.
Especialmente enfocado a los valencianos, en el ambiente fallero del mes de marzo, los restaurantes proponen variedades del recetario tradicional, pero con especial atención a vincularse con la cultura. Los menús evocan novelas como Flor de Mayo, Cañas y Barro, La barraca o Arroz y Tartana, y precisamente en la Casa Museo Blasco Ibáñez fue presentada esta propuesta dentro de una campaña de promoción de AREMAR con la colaboración del Patronato de Turismo y el Ayuntamiento de Valencia.
La vinculación a Blasco Ibáñez de los menús busca ampliar todavía más el atractivo de la oferta conjunta, ya que todos los comensales tendrán acceso gratuito a la casa del escritor valenciano más internacional. Esta se encuentra a escasos metros de algunos de los restaurantes, la zona que Aleixandre recuerda como de su infancia, y que ahora compite por ser polo gastronómico durante la primera quincena de marzo.
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