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VALENCIA. El director general de Caja Mediterráneo, Roberto López Abad, ha salido indemne de su primera prueba judicial por la quiebra de la vieja caja de ahorros. La Audiencia Nacional ha considerado que no es delito ponerse unas dietas desproporcionadas.
Con la sentencia se sienta un precedente para otras causas futuras ya sean de la CAM o de las tajetas black de Caja Madrid (y luego de Bankia). La poca vergüenza no es delito. Aunque en su alegato había otros argumentos, el fiscal calificó el último día de la vista oral de "sinvergonzonería" la actitud de López Abad y del presidente de la Comisión de Control, Juan Ramón Avilés.
Según aquel relato de acusación, ambos, en su calidad de máximos responsables de la caja, cometieron un delito de apropiación indebida. Se otorgaron -a ellos y a terceros- dietas fuera de lo corriente. La defensa de los acusados rebatió el argumento con un "y tú más", es decir, que en otras cajas pagaban eso o más.
La decisión del tribunal de absolver a los dos acusados es una señal. ¿Hasta qué punto lo que cobraban los directivos de las cajas que quebraron ellos con su mala gestión son responsables penales de algo? Pero especialmente, ¿podían, como empresa privada que eran, fijarse salarios o ponerse sobresueldos usando tarjetas opacas?
Tal vez, en el caso de las black todo acabe siendo un tema fiscal. Si algún juez considera que eran remuneraciones encubiertas, todo acabará en un problema con Hacienda por no declarar. De ahí a mayores hay un ratito largo, que diría el otro.
López Abad (que tiene multitud de procesos abiertos aún) y Avilés están libres por esta vez. Quizá en una futura reforma del código penal haya que incluir la sinvergonzonería como delito. Aunque sea solo para poder señalar con el dedo a los que la practicaron.
Así que del dinero (de otros) que gestionan los directivos de las cajas de ahorros pueden, con solo decir que se trata de dietas, hacer suyas impunemente las cantidades que les venga en gana. O sea, que aun han sido tontos, podían haberse llevado el doble o el triple y aquí no ha pasado nada, circulen circulen. ¡Mi enhorabuena a la Audiencia Nacional, nuevamente se ha cubierto de gloria!
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