VALENCIA (EFE) España ha sido tradicionalmente un "excelente" fabricante para otros países pero ahora debe dar el salto y crear sus propias marcas para posicionar la calidad de sus productos en todo el mundo, según la consultora valenciana Cul de Sac.
Juan Poveda, uno de los directores del departamento de marca de la consultora, ha indicado que España ya no puede competir por precio porque ya "no somos los baratos de Europa", y hay que romper con el argumento de que para vender hay que ser barato.
Con esta filosofía desarrolla su trabajo Cul de Sac, que lleva una década creando marca y potenciando la imagen de empresas mediante una metodología propia basada en técnicas proyectivas.
El otro director del departamento, Xavi Sempere, ha señalado que aspiran a crear las mejores marcas para unos productos de calidad, porque la marca "arropa al producto", le da mayor valor añadido y genera mayores beneficios.
UN SALTO AL EXTERIOR DIFÍCIL
El salto al posicionamiento en el resto del mundo va a ser largo, si se tiene en cuenta que los países vecinos Francia e Italia "saben vender mejor que nosotros, lo cuentan mejor y se llevan el negocio".
Según explica Sempere, un cliente de cerámica y otro de calzado coincidieron en comentarle que tenían mejor fábrica, mejor producto y mejor equipo que su competidor italiano y, sin embargo, vendían menos.
Ahí es donde entra la capacidad de seducción, los buenos mensajes, lo que representa la marca para el consumidor, todo lo que hace atractivo el producto, señala.
En su tarea es fundamental la parte emocional, de la que depende el 70% de la decisión de compra, como se han dado cuenta estos profesionales después de quince años de profesión.
En un mercado tan competitivo y con multitud de oferta, se necesita tener un posicionamiento y "algo diferente que contar", que conecte emocionalmente con el consumidor a través de unos valores y lograr una identidad de marca de cuidado y respeto tanto por el producto como por el comprador.
EL ÉXITO DE CERVEZA TURIA
Como ejemplo de éxito, citan Cerveza Turia, cuya marca han implantado en Valencia en "un tiempo récord", dos años, "generando un discurso de marca: es la cerveza para la gente que se mueve y hace cosas interesantes en la ciudad".
El retorno de realizar la inversión en marca es "más lento" que el que produce la publicidad pero es "un arma" para acelerar la expansión. Además, los beneficios que reporta a la empresa no se pueden medir a corto plazo y se cuantifican proyecto a proyecto.
"Tenemos casos de un 20% y de un 35%" de incremento de ventas tras el desarrollo de la marca, y la media se situaría entre un 15% y un 20%, un porcentaje muy relativo ya que si los beneficios se ven en años posteriores puede que no queden contabilizados en el análisis del retorno.
En la actualidad, Cul de Sac trabaja en proyectos para refrescos de gran consumo, marcas de moda y entornos industriales, y espera incrementar su facturación hasta un 15 % superando los 3,2 millones de euros de 2014. Actualmente cuenta con 44 empleados distribuidos en tres unidades de negocio: interiorismo, eventos, y 'branding' y comunicación.
En los nuevos proyectos aplica la experiencia obtenida en los trabajos para Aston Martin, Bentley, Del Pozo, Pink Magnolia y empresas valencianas como Porcelanosa, Colorker, Cartonajes La Plana, Cuadernillos Rubio, Sesderma, SPB y Lola Cruz. "Si tienes un buen producto, puedo multiplicar por tres tu éxito", asegura Sempere, quien cree que un buen producto con una buena comunicación es "un arma infalible".
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