VALENCIA. La cada vez mayor participación de corredores extranjeros en el Maratón Valencia Trinidad Alfonso ha hecho que la organización esté manteniendo contactos con aeropuertos como el de l'Altet y con la compañía Renfe para ofrecer alternativas al aeródromo de Manises, como ha reconocido el concejal del Ayuntamiento de Valencia Cristóbal Grau.
La celebración de esta competición en el mes de noviembre, después de que las compañías aéreas reduzcan el número de vuelos de la temporada estival, está siendo un obstáculo para la recepción de corredores de otros países. En el caso del aeropuerto de Alicante se plantea ofrecer un autobús lanzadera que conecte con Valencia, mientras que se plantea una oferta coordinada para facilitar la conexión de Barajas y el AVE desde Madrid.
Actualmente, los participantes que llegan a la ciudad por avión ya cuentan con un servicio de bienvenida que les facilita información práctica sobre la ciudad y la prueba en el propio aeropuerto, algo inédito en otras citas similares y que se podría ampliar al aeropuerto de Alicante-Elx.
Los participantes de otros países aportan 6,5 millones de euros del impacto económico de la competición, principalmente para la hostelería y el alojamiento, según el informe de impacto económico elaborado por el Instituto Valenciano de Investigaciones Económicas (IVIE), coordinado por el catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València, Joaquín Maudos.
EL RENTABLE TURISTA DEPORTIVO
El proceso de internacionalización del evento ha crecido a marchas forzadas en las últimas ediciones, gracias a su promoción en encuentros internacionales de este deporte. De hecho, en la última edición uno de cada cuatro corredores era de otro país.
Concretamente, participaron más de 1.110 corredores italianos, la nacionalidad más numerosa, además de otros procedentes de Francia, Reino Unido, Bélgica y Países Bajos. Por norma general, el extranjero acude en grupos de cinco personas y prolongan su estancia en la ciudad entre tres y cuatro días, con la correspondiente incidencia en el consumo que realizan.
En todo caso, Grau considera que aún hay capacidad para seguir ganando participantes ya que, según los cálculos de la Fundación Deportiva Municipal, el tope se situaría en 20.000 corredores (los que participan en el maratón de Barcelona) y, manteniendo el ritmo actual de crecimiento, este volumen no se alcanzaría hasta 2020.
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