VALENCIA. Las tensiones internas entre el presidente del PPCV, Alberto Fabra, y las direcciones provinciales del partido vivieron este martes un nuevo episodio. Aparentemente, tal vez no de la intensidad de otras ocasiones, como ocurrió con la solicitud de firmas por parte del líder para apoyar su candidatura meses atrás, pero sí de suficiente entidad como para comprobar que la desconfianza sigue instalada en el seno del Partido Popular de la Comunitat Valenciana.
En esta ocasión, el motivo del malestar fue el diseño del Comité Electoral que presidirá la portavoz del Consell, María José Catalá. Los nombres para este órgano encargado de aprobar las candidaturas autonómicas así como las de los municipios de más de 20.000 habitantes fueron escogidos directamente por Fabra sin consensuar con las direcciones provinciales del partido. Fuentes 'populares' aseguraron a este diario que sí hubo determinadas consultas por parte del líder acerca de las personas a situar en el citado comité, pero las propuestas fueron desoídas.
Así, además de Catalá como presidenta, el órgano estará formado por Pepe Serralde como secretario; y por Pepe Pascual, Francisco Mestre, Pepe Pajés, Pilar Ortega, Alfonso Sánchez y María José Ortega como vocales. La representante de Nuevas Generaciones será Beatriz Jiménez. Las fuentes 'populares' consultadas por este diario vieron en la selección una voluntad explícita del presidente de reunir a un grupo de absoluta confianza que tendrá la misión de firmar las candidaturas. Dirigentes próximos a las distintas cúpulas provinciales admitieron no verse reflejados en la elección y, en algunos casos, no conocer siquiera a algunas de las personas propuestas por el presidente.
Por citar algunos ejemplos de muestran que la selección fue dirigida con celo por Fabra: Serralde estuvo en el Consejo de RTVV en 2013 durante la etapa de Ernesto Moreno como director general -liquidador- del ente; Pepe Pascual coincidió como concejal en Castellón con el actual jefe del Consell; la representante de NNGG, es edil en Castellón y próxima al presidente; María José Ortega trabaja en el gabinete del conseller de Sanidad, Manuel Llombart, uno de los miembros del Gobierno valenciano de mayor confianza de Fabra.
Aunque algunos dirigentes trataron de quitar hierro a la composición del comité y subrayaron que era un órgano "simbólico" que se limita a tramitar las órdenes dadas sobre las candidaturas, el malestar en distintos círculos provinciales era manifiesto al considerar que Fabra había maniobrado para "blindar" el comité ante posibles desavenencias sobre las listas. "Si un líder no reparte juego es porque no las tiene todas consigo", se limitaba a afirmar un cargo del partido presente ayer en la Junta Directiva Regional donde se anunciaron los integrantes del comité.
De esta manera, el presidente Fabra controlará el órgano que debe refrendar y elevar a Génova las diferentes candidaturas pero, al mismo tiempo, ha contribuido a enrarecer todavía más el ambiente en el seno del partido a las puertas de las elecciones autonómicas y locales. Habrá batalla con las listas.
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