VALENCIA. El pasado día 3, el presidente de la Diputación de Valencia, Alfonso Rus, estuvo en Navarrés para presentar una obra pública. Se trataba de un nuevo tramo de carretera que elimina otro históricamente peligroso que unía la localidad con Quesa. Hacía frío. En las imágenes de aquel acto se puede ver a Rus contemplando una placa que se ha colocado como homenaje a los fallecidos en un accidente de tráfico de hace sesenta años.
Posteriormente, en la nota oficial de la corporación se apuntaba que esta institución había triplicado la inversión en este tipo de obras públicas para mejorar la seguridad vial y recordaba la obviedad de que "una vida vale más que todo el dinero que se pueda invertir en carreteras". Durante el acto de inauguración del acondicionamiento de estos dos tramos de la carretera CV-580, Rus estuvo acompañado por los alcaldes de ambas localidades. No hubo más prensa que la local. No hubo apenas repercusión.
Desde el pasado mes de agosto el presidente de la corporación está obsesionado con este hecho. Toda su acción política se pierde en la nada. No hay canal de difusión ni de propaganda que dé cuenta de sus logros. El cierre de Canal 9 fue un error, ha confesado a sus allegados. De ahí que para él ha sido una prioridad poner en marcha una televisión que dé cuenta de sus logros; oficialmente, que aporte a los televidentes información de proximidad.
Fue el propio Rus en la presentación de La Dipu TV quien reveló que había sopesado la idea al ir por los pueblos de la provincia y escuchar a los alcaldes lamentarse del cierre de RTVV. Rus advirtió que en este proyecto nunca había "ido por libre", que el presidente Alberto Fabra lo conocía y, sobre todo, que lo impulsaba porque estos alcaldes, a los que aludía sin concretar, le habían manifestado personalmente "desde hace meses", dijo, que necesitaban una televisión que hablara de "sus cosas".
El presidente y su equipo siempre se han excusado en esta supuesta petición de una televisión valenciana, que hable de fiestas y de tradiciones valencianas, que informe de las necesidades de los valencianos y, sobre todo, que lo haga en su lengua, en valenciano. Pero la realidad es que su proyecto de La Dipu TV se ha hecho a espaldas a la oposición, al sector audiovisual que ha manifestado sus dudas sobre la calidad del proyecto, y, sobre todo, se ha construido a impulsos del mandatario popular. Fue él quien lanzó el concurso. Fue él quién propuso el sistema y las condiciones. Ha sido él quién ha elegido. Desde el primer día, desde el momento en que se anunció la propuesta de Rus, se señaló al empresario Ángel Raga Payá como el principal favorito. Y se ha cumplido.
UN GASTO PARA LA DIPUTACIÓN DE 3,24 MILLONES DE EUROS
Este jueves se oficializó el rumor y la mesa de contratación adjudicó a la empresa de Raga Beovisión TV S. A. lo que oficialmente se denomina como "contrato de servicios de comunicación audiovisual televisiva 2015". El importe del contrato es 2.680.000 euros más IVA. Éste obliga a la cadena adjudicataria a emitir 13 horas de televisión diaria según criterios establecidos por la propia corporación. En total, la contratación supondrá para las arcas de la Diputación un desembolso de 3,242 millones de euros. A partir de este momento se abre un periodo de 15 días para publicar el decreto de clasificación, recabar la documentación necesaria a la sociedad adjudicataria y firmar el preceptivo contrato.
Sobre la mesa no había muchas opciones. Por un lado, la veterana Mediterráneo TV; por el otro, la citada Beovisión de Raga, un canal sin historia cuyo domicilio social se encontraba en Requena y que ha sido la vencedora en un concurso que se limitó a las cadenas de TDT con cobertura autonómica.
La elección de Beovisión ha sido en función del precio, tal y como apuntaba el pliego de condiciones, por apenas 4.500 euros de diferencia con respecto a la oferta presentada por Mediterráneo TV. No se ha tenido en cuenta la experiencia, algo que beneficia a Beovisión que aún no ha comenzado sus emisiones, una circunstancia que ha sido puesta en solfa por los profesionales consultados este jueves y los políticos de la oposición.
CRÍTICAS DE ORENGO Y DE LA MESAV
A las pocas horas de conocerse la noticia, el socialista José Manuel Orengo calificaba la decisión de "burrada". "A 100 días de elecciones es un absoluto despropósito porque incide dentro de la campaña electoral. Dentro de 100 días estaremos intentando reabrir Canal 9 y Rus estará trabajando con dinero de todos para volver a ver si sale reelegido", aseguraba.
Orengo advirtió también de que estarán "pendientes de cualquier cosa que pase en esa televisión" porque cuando llegue la campaña electoral no van a permitir, dijo, "que salgan alcaldes [del PP] diciendo lo que venga en gana. Para eso no está el dinero público", añadía.
Al que fuera alcalde de Gandía, la propuesta de La Dipu TV no le convence porque "no es un medio de comunicación en marcha sino algo que viene inducido, pagado por un presidente del Diputación que no actúa como tal sino como presidente de un partido. Ninguna persona sensata abre una tele a 100 días de elecciones, y menos con dinero público. Lo sensato habría sido dejarlo en suspenso hasta después de elecciones y después, si no se reabre RTVV, sentarnos a ver qué pasa... Rus pierde mucho más de lo que va a ganar porque llega tarde, muy tarde", concluía.
Una idea en la que coincidía el realizador Luis Lizarán, de la Mesa Sectorial del Audiovisual Valenciano, quien adelantaba que la puesta en marcha de La Dipu TV será analizada el martes por esta organización que aglutina a los profesionales de la industria audiovisual valenciana.
Sin querer adelantar las conclusiones, que se adoptarán entonces, Lizarán vaticinó que habrá críticas desde la Mesav. "Esa concesión a una empresa sin experiencia no nos va a parecer bien", dijo. Y fue duro cuando aseguró que el contrato con Beovisión "es una estafa más con dinero público". Para Lizarán, La Dipu TV es "un intento de poner un parche a una situación tan surrealista" que, dijo, no sabía cómo catalogarla.
Si se cumplen los plazos de tiempo previstos por la Diputación, el nuevo canal comenzará a emitir a mediados de marzo. Las elecciones se celebrarán apenas dos meses después. Rus habrá tenido su televisión en funcionamiento menos de sesenta días. Sólo él sabrá si le ha valido la pena.
A ver, lo del contrato ya lo juzgarán los jueces en su momento. Lo mejor es que no la va a ver nadie. Al tiempo. Un dinero derrochado que se podría emplear en otras cosas.
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