VALENCIA. El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, puso de manifiesto este miércoles que no tiene ninguna intención de ser un líder cómodo. La destitución fulminante ejecutada sobre el actual responsable del Partido Socialista de Madrid (PSM), Tomás Gómez, así lo acredita: la versión oficial, no haber explicado lo suficiente las presuntas irregularidades en relación a los sobrecostes del tranvía de Parla cuando era alcalde de esa localidad, que están siendo investigadas por la fiscalía, así como otras cuestiones como ciertas vinculaciones de su entorno en la Operación Púnica. De fondo, las malas previsiones electorales y un ajuste de cuentas orgánico que Sánchez deseaba cobrarse desde tiempo atrás.
Así, la destitución de Gómez le ha llegado de la mano del que, en otro tiempo, fuera uno de sus rivales regionales y al que, tiempo después, terminó apoyando como líder del PSOE frente a Eduardo Madina. La decisión adoptada por Pedro Sánchez causó una profunda conmoción -cuando no crispación- en las distintas federaciones y, en especial, en las más poderosas como son Andalucía y Comunitat Valenciana.
No obstante, en el caso del PSPV-PSOE, el secretario general y candidato a la Generalitat, Ximo Puig, optó por la prudencia en público. "Según las causas y cómo se gestione la crisis tendrá resultados positivos o negativos", subrayó. Por su parte, la presidenta andaluza, Susana Díaz, rechazó hacer declaraciones al asegurar no tener conocimiento detallado de lo acontecido.
Lo cierto es que, según fuentes de Blanquerías, la decisión causó "sorpresa" y "dudas" a partes iguales. Cabe recordar que pese a que existen investigaciones abiertas, Tomás Gómez no se encuentra imputado en una causa y, en todo caso, la 'línea roja' en el PSOE para tomar medidas de este tipo está fijada en la apertura del juicio oral. si bien veteranos dirigentes del partido explicaron a este diario que está contemplado por diversas causas que la dirección socialista pueda adoptar la destitución e imposición de una gestora tal y como ocurrió este miércoles.
Pese a la conmoción de la medida, algunos dirigentes socialistas valoraban el ardid táctico de Sánchez al ejecutar la destitución y, pocas horas después, filtrar el nombre de un posible sustituto de empaque para la candidatura socialista a la Comunidad de Madrid como el del exministro Ángel Gabilondo. Una decisión que pone en evidencia, así lo afirmaron distintos dirigentes socialistas a este diario, que la salida de Gómez está relacionada, además de las investigaciones, con las pobres previsiones electorales que ofrecía éste último como candidato y líder del PSM.
El momento elegido por el líder del PSOE ha sido acertado para el éxito de la maniobra. Con los socialistas andaluces a poco más de un mes para las elecciones y con los comicios autonómicos en mayo, los barones regionales desistirán, probablemente, de entrar al trapo en defensa de Gómez. De hecho, fuentes del PSPV se desmarcaban ayer del movimiento y apuntaban a que la decisión de Sánchez se enclavaba en una lucha "orgánica" de la federación madrileña, que el líder del PSOE ansiaba controlar tras años de rifirrafes con Gómez. Una manera sutil de dejar entrever que no se moverá ficha desde Blanquerías.
Ahora bien, eso no significa que la jugada de Sánchez no sembrara las dudas en la cúpula de los socialistas valencianos. Gómez juró este miércoles batalla y solicitó la convocatoria de un comité federal extraordinario para el que necesita el respaldo de un tercio del órgano. Además, planteó llevar su destitución a la justicia ordinaria. Una declaración de guerra que, a juicio de distintas fuentes consultadas por este diario, será difícil que traiga consecuencias positivas a corto plazo para la desgastada marca socialista.
De lo visto ayer, resulta evidente que Pedro Sánchez no está dispuesto a ser un secretario general 'marioneta': algunos dirigentes del partido señalaron a este diario que la maniobra del secretario general era un "aviso a navegantes, un puñetazo en la mesa". La víctima de la decisión es, además, uno de los dirigentes que le había apoyado en el tramo final de la carrera -antes respaldó a la andaluza Susana Díaz- hacia el liderazgo del PSOE. La decisión, internamente, fue calificada de "drástica" y "muy dura", y algunos dirigentes del partido subrayaron que Sánchez debía tenerlo todo "bien atado" para abordar una crisis de este calibre. Si no es así, habrá problemas.
Por otro lado, los distintos barones regionales, al igual que Puig, optaron por el cierre de filas y la cautela. Desde Blanquerías aseguraron a este diario que el líder del PSPV no conoció el audaz movimiento hasta primera hora de este miércoles, cuando el propio Pedro Sánchez se lo comunicó por teléfono. El líder de los socialistas valencianos estaba convocado como miembro de la dirección a la reunión de la Ejecutiva en Madrid, pero había excusado días atrás su presencia para acudir a Cevisama.
Por su parte, el resto de barones regionales coincidieron en buena parte con declaraciones de tibio apoyo a la maniobra de Sánchez aunque la andaluza Susana Díaz prefirió no hacer declaraciones. La exministra y secretaria de Relaciones Internacionales del PSOE, Carme Chacón, estuvo presente en la Ejecutiva donde se tomó la decisión y consideró un "error" la medida, según publicaron este miércoles distintos medios.
PEDRO SÁNCHEZ, UN LÍDER QUE HA LEVANTADO AMPOLLAS EN LOS ÚLTIMOS MESES
En los últimos meses, algunas de las decisiones del líder del PSOE han causado cierto malestar en federaciones potentes como la andaluza o la valenciana. La independencia que ha tratado de cobrar Sánchez se ha visto reflejada en varios movimientos que han levantado ampollas en determinados momentos.
La posición del líder del PSOE respecto al caso de los ERE de Andalucía en el que se han visto salpicados los históricos dirigentes Manuel Chaves y José Antonio Griñán no ha agradado a Susana Díaz, de la misma manera que algunas maniobras de ésta última que han amenazado el liderazgo de Sánchez han molestado en Ferraz.
En el PSPV y en otras federaciones no gustó el planteamiento inicial de Madrid sobre las elecciones autonómicas, enfocadas desde una prioridad nacional del debate de cara a las generales. También se convirtió en una piedra en el zapato la postura de Sánchez respecto a la reforma del artículo 135 de la Constitución acometido en el mandato de Rodríguez Zapatero, que le generó ciertas discrepancias internas. En los últimos días, el movimiento del pacto antiterrorista firmado por Sánchez con Mariano Rajoy tampoco convenció a federaciones como la valenciana.
bravo por el Sr. Sánchez
No me gusta nada, pero nada, Sánchez que está dejando en minúsculas las ocurrencias de ZP. Pero por una vez estoy mas que de acuerdo con la defenestración de quien ha arruinado Parla y ha dejado a los socialistas madrileños en la marginalidad. El sistema es mas viejo que Plutarco: hacemos una banda, nos hacemos con la organización aun a costa de quedarse solos y apelamos a las normas para seguirla destrozando ( y chupando del bote claro). Menuda panda. PD. Y Puig tiene motivos pra estar preocupado porque si no él, Calabuig y tantos otros a los que apoya son los Gómez valencianos.
Los politicos siguen "en lo suyo" de espaldas al criterio normal de la calle ..........cuando no hay nada que polemizar y cuestionar: un politico- gestor al que se le pone una obra en el doble de lo presupuestado, es un INEPTO o un CORRUPTO y en cualquier caso, un peligro profesionalmente y si en el sector privado sería despedido de forma fulminante en politica debería ser inhabilitado de por vida.
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