Comparte esta noticia

• Tweet
• meneame

Otras noticias

• Heródoto, el clásico que nos enseñó a entender al otro
• Nolan, interesado en un remake ‘humano' de Akira
• Las óperas de Palermo y Montecarlo se suman al festival del Mediterráneo

VALENCIA. Veinte años de canciones. Es algo que se dice rápido, pero que perdura profundamente en al menos dos generaciones de adictos al pop y al rock en castellano. Singles, EPs y álbumes componen la discografía de La Habitación Roja que sustenta con sus argumentos la trayectoria más sólida de cualquier banda en la Comunitat Valenciana desde los años 90.

Muchos, desde hace algunos años, insisten en averiguar cuál ha sido la fórmula. Contra corrientes, superando crisis y momentos en los que los rumores de disolución resonaban con fuerza, no han impedido que el momento presente siempre sea el mejor de LHR.  Un momento que en 2015 sirve para que sus miembros echen la vista atrás y recuperen 20 años de, en efecto, canciones.

Ambición, intención, constancia o el don de la oportunidad (aunque repetido en muy distintos escenarios durante dos décadas). Jorge Martí, desde su hogar en Noruega, el lugar donde vive y compone cuando LHR no está de promoción o de gira, reflexiona sobre todas esas realidades multiplicadas a lo largo del tiempo. Quiénes eran, qué querían, hacia dónde se dirigían, dónde están.

EL ORIGEN Y LA ‘ESCENA' VALENCIANA

"Recuerdo que había un montón de bandas en Valencia y provincia. Mucha gente con ganas de hacer cosas, aunque no sabría decir si fue un momento más o menos especial que otros. Siempre hay gente haciendo cosas en todas las épocas y la trascendencia de las mismas no se ve al momento. Nosotros éramos jóvenes, inocentes pero muy ambiciosos y queríamos dedicarnos a la música. Ese era nuestro sueño. En un momento dado alguien quiso promover como una especie de escena e imitar algunas de las marcas que la prensa independiente de la época se había sacado de la manga en otras ciudades. A nosotros, que además estábamos en L'Eliana, nos parecía un poco artificial eso de crear una etiqueta rollo Xixón Sound e íbamos bastante a nuestra bola".

"Se hizo hasta una reunión y un programa de Juan Vitoria en la tele trató el tema y entrevistó a los grupos. Nosotros fuimos bastante escépticos en la entrevista y vinimos a decir algo así como: ‘estábamos antes de que se acuñará el título de Explosión Naranja y vamos a seguir adelante cuando a esta se le pase el arroz (por seguir en clave valenciana)'. Sabíamos que lo único que nos iba a ayudar a salir adelante eran nuestras canciones, nuestra actitud y nuestras ganas de salir de Valencia a toda costa y eso lo íbamos a hacer con o sin Explosión Naranja".

"El hecho de que revistas como Factory o la madre de esta (Rockdelux) incluyeran canciones de LHR en sus recopilatorios creo que nos ayudo para que hubiera gente en México que se interesara por LHR. Hay que tener en cuenta que estamos hablando de un tiempo en el que no existía todavía Internet. En el 98 tocamos en el escenario grande del FIB, en el BAM y giramos por toda España. Esos eran nuestros objetivos. Yo pensaba que primero se hacían los grupos, las canciones y las giras y luego que buscaran las etiquetas".

LA FÓRMULA LHR

"Haciendo una analogía con lo que decía Bill Shankly del fútbol, para nosotros la música no es una cuestión de vida o muerte, es algo más que eso. Dicho esto, una cosa tengo clara: para sobrevivir a modas, a corrientes y al paso del tiempo hay que tener buenas canciones y creo que a eso es a lo que nos hemos dedicado en LHR. No ha sido flor de un día. Esto es un jardín que tiene ya 20 años de canciones".

"Nosotros éramos un grupo de pueblo, pero con un talento innato y una cultura musical por encima de la media de entones. Estaba todo por pulir, pero teníamos algunas virtudes que tal vez otros no tuvieran. Nos lo hemos currado sí, claro que sí, pero siempre ha habido desafíos y retos por delante que nos han servido de acicate de manera que no hemos parado de crecer hasta hoy. Ahora es cuando empezamos a ser conscientes del mérito que tiene nuestra carrera y de todo lo que hemos logrado. Antes todo nos parecía poco, la verdad".

LA APUESTA POR EL CASTELLANO

"Pues en LHR convergían dos tradiciones: La de la música anglosajona y la del pop español de los 80. Esta última era menospreciada por las nuevas generaciones indies pero para nosotros, que nos sabíamos de la A a la Z de la música independiente anglosajona del momento, el pop español  y grupos como La Dama Se Esconde, Radio Futura, Golpes Bajos, La Granja etc... eran la Biblia y parte de nuestras influencias. De fuera, The Smiths, REM, Teenage Fanclub o The Cure".

"Estuvimos tentados de la moda del momento e hicimos bastantes canciones en inglés antes de debutar discográficamente pero cuando llegó el momento nos pareció absurdo y pensamos que seríamos mejores y más originales cantando en castellano. Así que para nuestro primer EP descartamos las canciones en inglés (dejamos tan solo una que se llamaba ‘First Love', oculta en los créditos por cierto)".

"Cuando presentamos nuestro primer LP en Roxy flipamos con la gente: Se sabían todas las canciones y no se me oía cantar. Eso fue como una revelación. Eso y los montones de cartas que recibíamos entonces de gente que se sentía identificada con nosotros".

LA ETERNA VIGENCIA

"El talento no es suficiente. Los grupos se deshacen por muchos motivos, por eso tiene tanto mérito durar tanto, aunque si las cosas no van saliendo se hace muy difícil sacar adelante estos proyectos cuyo principal combustible es la ilusión. Nos ha hecho seguir las canciones y la ilusión de mejorar y pensar que la mejor canción siempre estará por hacer y el mejor momento por llegar.  También el hecho de haber encadenado siempre reto tras reto y alegría tras alegría, de manera que los momentos bajos y las que malas noticias se veían eclipsadas por tremendos estallidos de energía y determinación".

"Recuerdo que Pau en uno de nuestros primeros conciertos se bajó del escenario al final porque a petición del público íbamos a tocar una versión de Pippi Langstrømpe que teníamos en una maqueta (así en plan la que hacían Lemonheads de Mrs. Robinson). A él  eso le parecía una ‘pachanga'. Ahí me di cuenta de que un grupo, o era un grupo  de verdad o no duraba, así que siempre intentamos ser una democracia que funcionara bien, y que lo que hiciéramos tuviera consenso, que nos representara y que pudiéramos defenderlo con la pasión que se merecía. aunque yo fuera el presidente del gobierno y Pau el vicepresidente y el resto ministros".

"Cuando trabajamos con Steve Albini, en Chicago, aprendimos mucho y una de las lecciones fue el dejarnos llevar por las corazonadas y convicciones fuertes que tenía cada componente del grupo respecto a algo. También recuerdo el momento en el corrían los rumores de que nos íbamos a separar. Todo el mundo nos lo preguntaba y yo cogí al resto y les dije: ‘sé que no lo tenéis claro, que ahora el esfuerzo es mayor que las satisfacciones y que no tenemos ni un duro, pero yo voy a seguir a delante, voy a ser músico y me voy a dedicar a la música. El que esté en el barco adelante, el que no ya se puede marchar'. Todos dieron un paso al frente y así ha sido hasta hoy".