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Podemos no cederá: si no se opta por crear un partido abandonará el barco

VALENCIA. El próximo domingo 15 de febrero tendrá lugar la asamblea de Guanyem en la que se dirimirá la forma jurídica que adopta la plataforma de cara a las elecciones municipales en Valencia capital. Un proceso largo y tortuoso que está alcanzando su recta final con no pocas dificultades.

La tarea es compleja. Desde Podemos tienen una hoja de ruta trazada para confluir con este frente que no están dispuestos a modificar. Por su parte, en Esquerra Unida está instalada la desconfianza sobre las intenciones que tiene el partido de Pablo Iglesias dentro de la plataforma, dado que la condición de obligado cumplimiento es que abandonen sus siglas para confluir en la misma.

Las directrices aprobadas meses atrás por Podemos desde el ámbito estatal fueron claras: la organización no presentaría su marca en las elecciones municipales, aunque favorecería la confluencia en plataformas ciudadanas. Con esta premisa, en Valencia se inclinaron inicialmente por la agrupación de electores, que exige una recogida de al menos 5.000 firmas y cuya fórmula no permite contabilizar los votos para la diputación. Posteriormente, modificaron su postura para aceptar, por motivos de agilidad burocrática, la creación de un partido de carácter instrumental para presentarse a los comicios. Una formación nueva -previsiblemente con el nombre Volem València- en la que no cupieran las siglas.

Este planteamiento no gusta en Esquerra Unida, formación que se vería obligada a ocultar su marca dentro del nuevo partido. Un 'sapo' difícil tragar para una organización con tanta historia detrás. La propuesta de EU va dirigida a conformar una coalición en la que se incluyan sus siglas, una manera de que la marca permanezca en las papeletas y de tener mayores opciones de cara a entrar en la corporación provincial.

En el plenario de Guanyem celebrado el pasado viernes, miembros de EU llegaron incluso a plantear otra fórmula: un partido más coalición. Una combinación que, a juicio de algunos asistentes, evitaría la 'sopa de siglas' visual que tanto rechaza Podemos y, al mismo tiempo, beneficiaría las opciones de cara a la diputación.

Esta opción fue rechazada por miembros de Podemos y otros representantes en el plenario, al considerar que era una vía de partido que terminaría derivando en una coalición, por lo que, a su juicio, no se ajustaba al espíritu de la plataforma. La votación alcanzada en el plenario favoreció la opción de crear un partido nuevo (52%), frente a la coalición (38%) y la agrupación de electores (10%). Sin embargo, este resultado se consideró un "consenso insuficiente" puesto que no alcanzaba el 60%, por lo que la decisión final se emplazó a la asamblea que tendrá lugar el 15 de febrero, donde bastará una mayoría simple para aprobar la forma jurídica a adoptar.

Las posiciones son difíciles de mover. Fuentes de Podemos insisten en que no cederán en este punto: si de la asamblea de Guanyem sale como resultado la conformación de una coalición, abandonarán el barco para crear otro proyecto de cara a los comicios, lo que dejaría muy tocada a la plataforma. Por el contrario, si vence la opción de crear un nuevo partido, la pelota estará en el tejado de Esquerra Unida, que debería renunciar a sus siglas y candidatos -tendrían que volver a presentarse a un proceso de primarias- para confluir con Guanyem. De concurrir ambas fuerzas por separado, las consecuencias son impredecibles: mientras que algunos miembros de Podemos ven que EU tendría complicado entrar en el consistorio, dirigentes de éstos últimos tampoco ven sencillo que los primeros, utilizando otra marca, logren un gran resultado.

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