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VALENCIA. Las elecciones autonómicas que se celebrarán el próximo 24 de mayo determinarán si, tras 20 años de gobierno del Partido Popular, hay cambio al frente de la Generalitat Valenciana. Una cita que las formaciones con mayor trayectoria afrontan con un ojo puesto en la competencia de, en especial, los nuevos partidos que amenazan con irrumpir con fuerza en Les Corts Valencianes.

Una de las dudas que flota en el ambiente de cara a estos comicios es la influencia que puede tener la votación, ese mismo día, de los candidatos a las alcaldías. El posible arrastre autonómico de cara a las elecciones locales de formaciones como Podemos o Ciudadanos pone en peligro a los grandes partidos, en especial al PSPV-PSOE, dado que los socialistas tienen mayor competencia en la izquierda y se miden al feroz ascenso general de la formación que lidera Pablo Iglesias. Este hipotético arrastre, bebe directamente de la percepción nacional de muchos votantes, que se dejan guiar por la actualidad estatal para depositar la papeleta en las urnas.

De hecho, este es uno de los puntos fuertes del debate para los socialistas valencianos, que como ya reflejaron en la guía de campaña sobre la que informó este diario, pretenden poner el foco en la Comunitat Valenciana y no en la actualidad española. Ahora bien, este objetivo no es fácil de lograr: aunque PPCV, PSPV y Compromís confían en su músculo municipal para contener el avance de estos partidos, la influencia nacional y autonómica de las marcas novedosas puede causar estragos.

No obstante, así opinan diversos dirigentes de varias fuerzas políticas, el PP posee más opciones de retener el voto local en estas circunstancias. Aunque su marca está desgastada, especialmente en el ámbito autonómico, la competencia municipal es más reducida para los 'populares' por lo que les es más fácil mantener la unidad, mientras la fragmentación del voto de la izquierda les beneficiará en caso de resistir con la suficiente solidez. Además, uno de sus competidores, Ciudadanos, solo se presentará en 69 localidades -incluidas las tres capitales- de los 542 municipios de la Comunitat mientras que UPyD, pese a la labor de implantación realizada en la legislatura, no se ve acompañada en este momento de una situación boyante de la marca nacional.

Por su parte, el PSPV, además de enfrentarse a competidores clásicos como Esquerra Unida y Compromís, tendrá como rival a la plataforma bajo la que haya decidido concurrir Podemos en cada municipio. Cabe recordar que el partido de Pablo Iglesias no se presentará a las elecciones locales con sus propias siglas, con lo que sus votos no contabilizarán para la Diputación de Valencia pero sí restará sufragios a las otras formaciones de izquierdas que luchan por ella. Aunque algunos dirigentes socialistas opinan que Podemos se desinflará en las elecciones locales al no presentarse con su marca, responsables de otros partidos señalan que, de ser así, esos votos no caerán del lado del PSPV sino para EU o Compromís. 

EN 2011, DOMINIO MUNICIPAL DE PP, PSPV Y COMPROMÍS

En las elecciones de 2011, los números evidencian el dominio local que ejercieron estas tres formaciones. Tanto PPCV como PSPV-PSOE se presentaron prácticamente en los 542 municipios que tiene la Comunitat Valenciana: los 'populares' obtuvieron un 48% de los votos, 1,17 millones de sufragios, con un balance total de 2.958 concejales. Los socialistas, por su parte, lograron 703.000 votos, casi el 29%, lo que significó un total de 1.887 ediles. 

En aquel caso, los 'populares' consiguieron en las autonómicas 40.237 votos más que en las locales. Ahora, fuentes de distintos partidos, también del PP, creen que en los comicios municipales optan a sacar más respaldo que de cara a la Generalitat. Es decir, habrá más personas que voten al candidato 'popular' a la alcaldía pero que luego no voten a Alberto Fabra como presidente. Una circunstancia que se justificaría en el desgaste de la marca en el ámbito autonómico e incluso en cierto abandono de las estructuras locales por defender la gestión de la Generalitat y la propia figura del presidente.

El PSPV, por el contrario, consiguió en las elecciones locales 16.040 sufragios más que en las autonómicas. Una diferencia sacada exclusivamente en la provincia de Valencia, donde los alcaldes sacaron más votos que el candidato a la Generalitat, Jorge Alarte.

En cuanto a Compromís, presentó en torno a 300 candidaturas municipales, aunque en muchos casos con distintas nomenclaturas, consiguiendo más de un 8% de respaldo y un total de 200.000 votos. Estos resultados se tradujeron en un total de 377 concejales en la Comunitat Valenciana y 12 mayorías (cinco absolutas y siete relativas). Fuentes de Compromís señalaron a este diario que el objetivo es presentar en torno a 400 candidaturas locales para el próximo 24 de mayo. En 2011, la coalición evidenciaba su carácter municipalista al conseguir en las tres provincias más votos en las locales que en las autonómicas, un total de 23.000.

Precisamente esta fue la base, así lo consideran algunos, para que Compromís superara a Esquerra Unida en 2012, dado que esta formación consiguió 162 concejales -se presentó en muchos menos municipios- y evidenció poseer un tirón municipal muy inferior. EU logró 4.000 votos más en las autonómicas que en las locales.

Por su parte, UPyD logró en 2011 interesante cifra de 34.294 votos en las elecciones municipales, que se tradujeron eso sí en solo concejales. Esta circunstancia se debió a que la formación magenta se presentó principalmente en municipios de buen tamaño, por lo que los ediles le salieron más "caros". Así, lograron representación en Alicante ciudad, Elda o Novelda.