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VALENCIA. La Asociación Española de Fabricantes de Azulejos (Ascer) sigue firme en la propuesta presentada a los sindicatos para el tercer convenio colectivo de la industria de azulejos, pavimentos y baldosas cerámicas de la Comunitat Valenciana. Entre los puntos más destacados que impiden cualquier aproximación están la ampliación de la jornada de 40 horas semanales, la eliminación de la antigüedad y el establecimiento de un tope salarial.

La negociación se está llevando a cabo desde noviembre de 2014 con representantes de MCA-UGT y la federación de construcción y servicios de CC OO. Y según ha podido saber este digital, pese a las fuertes presiones que está ejerciendo la patronal azulejera para llegar a un acuerdo, los sindicatos por ahora lo rechazan de pleno y hacen una defensa numantina del convenio colectivo actual.

En declaraciones a Valenciaplaza.com, Vicente Chiva, secretario general de las Comarcas del Norte de UGT, ha asegurado que "de momento mantenemos la unidad sindical frente a unas propuestas que nos parecen disparatadas para el buen momento que está viviendo la industria azulejera tras tantos años de crisis", ha dicho.

En la Comunitat Valenciana, sobre todo en el triángulo azulejero de Castellón (donde se ubican la mayoría de empresas, entre la capital y ciudades como Onda, l'Alcora y Villarreal) el 2014 ha sido por fin un año aceptable, afirma Vicente Chiva: "El pasado año se consiguió empezar a estabilizar la situación (a nivel laboral) y se han mantenido las plantillas".

Una situación que contrasta con los duros ajustes y expedientes de regulación de empleo que han sufrido la mayoría de empresas (e incluso cierres) durante la crisis y que los sindicatos han tenido que aceptar ante la caída de ventas y el proceso de redirección de la producción hacia la exportación.

Así, en estos momentos, este delegado sindical calcula en cerca de 13.000 los trabajadores con contratos en vigor en la industria azulejera, pero recuerda que desde 2007 se han perdido unos 7.000 empleos.

UN PULSO CON LAS PROPUESTAS PATRONALES

A final de febrero (tras la feria internacional de Cevisama) volverán a reunirse, aunque de momento las distancias entre patronos y trabajadores parecen insalvables.

La propuesta de la patronal anunciada en el inicio de las negociaciones pasaba por solicitar una fuerte moderación salarial, flexibilidad de jornada y supresión de conceptos que calificaban de improductivos como la antigüedad, aunque manteniendo a nivel personal la cantidad actual, entre otras propuestas.

Pero Vicente Chiva concreta que en durante las negociaciones la patronal ha ido más allá al pedir acabar con el modelo de 40 horas semanales, un punto en el que los sindicatos se han mostrado inflexibles. "La patronal lo quiere todo y no estamos dispuestos a ceder. Entendemos que han sido años difíciles y será difícil que el sector vuelva al punto anterior a la crisis, pero pedimos un incremento de salario moderado (de un 1,8%) como en el último convenio".

Desde UGT describen como en el último convenio combinaron un año de congelación salarial con un año de incremento, y creen que se podría repetir el modelo respetando las tablas salariales. En cuanto a la antigüedad, no están dispuestos a que no se reconozca, ni tampoco aceptan la propuesta de la patronal de que no se supere en ningúnc caso el tope salarial marcado en el convenio.

Concluyen los sindicatos que tras cerrar un 2014 en el que han sido motor de la economía de la provincia no están dispuestos a aceptar volver a la precariedad en el trabajo azulejero.