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VALENCIA (EP). Trabajadores de Corporación Dermoestética han exigido este martes soluciones ante lo que consideran "un concurso de acreedores que puede ser fraudulento", dentro de las concentraciones ante sus centros convocadas durante tres días ante la "falta de voluntad negociadora" en el Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de extinción y "deudas salariales", a las que seguirá una huelga indefinida desde el lunes si no hay acuerdo.

En declaraciones a Europa Press, representantes de la Federación de Sanidad y Sectores Sociosanitarios de CCOO han indicado que, en la reunión celebrada este martes en el servicio de mediación SIMA, se ha acordado un aplazamiento hasta el viernes tras la propuesta sindical de hacer "una salida ordenada de trabajadores y que el socio --propietario-- haga un préstamo a la empresa para pagar a los trabajadores y después acuda al concurso para recuperar ese crédito".

Según explican, se trata de "intentar forzar el desbloqueo por parte de la empresa y que dé una solución que permita a los trabajadores salir de la compañía y cobrar todas sus deudas", sin tener que permanecer "seis meses en su puesto sin cobrar ni esperar a la resolución del concurso". "Queremos que se comprometan a la fecha de la resolución del contrato y sea lo antes posible", subrayan.

Al respecto, argumentan que "el problema de un ERE en un concurso es que el concurso asume los últimos 30 días, pero el resto no se considera crédito privilegiado, sino que dejaría a los trabajadores como los últimos de los últimos en cobrar", advierten las mismas fuentes, que volverán a reunirse con la empresa el viernes.

En cuanto a la situación de los trabajadores, el responsable de Formación y Sectores Privados de la Federación de Sanidad de CCOO PV, Carlos Boïls, ha indicado que "se adeudan los salarios desde noviembre, la paga extraordinaria y, a los trabajadores autónomos que funcionan por comisiones", las relativas a las ventas realizadas.

Según indica, "ahora mismo no hay dinero encima de la mesa para pagar las cantidades que se adeudan, unos 12 millones entre proveedores y tratamientos en marcha" y, según las cuentas entregadas por la mercantil durante el período de consultas, "está en quiebra". "Alguien tiene que hacer frente a esas indemnizaciones". "La idea es que salgan lo mejor posible los trabajadores y que los usuarios tengan claro qué va a pasar con sus tratamientos pagados", concluye.