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VALENCIA. Que Clint Eastwood es un votante del Partido Republicano no es ningún secreto. Incluso fue alcalde de su pueblo (Camel-by-the-sea) como candidato del Grand Old Party. Sin embargo, tiene más que ver con la visión liberal de Eisenhower (que no le impidió abrazar a Franco) que con la actual formación, en la que hasta ser ultraderechista se considera tibio.

En los listados de lo que piensa Hollywood, se suele colocar al director y actor en la columna de los libertarios, un grupo bastante heterogéneo que tiene en común su defensa de la máxima libertad económica pero donde, desde el punto de vista social, caben desde los ultras del Tea Party a progresistas irredentos como el dibujante Peter Bagge (Odio, Los Bradley...), pasando por algunos que se mueven entre ambos extremos como el congresista Ron Paul.

LAS MIL CARAS DE EASTWOOD

Aunque muchos confunden a la persona con el policía que interpretó en Harry el Sucio (Don Siegel, 1971) o el militar con malas pulgas de El Sargento de Hierro (1986, en la que estuvo tras las cámaras),  lo cierto es que Eastwood en la primera ni siquiera participó en el guión (aunque fue productor).  Por la misma regla de tres, se podría decir que es el soldado antibelicista y ácrata de Los Violentos de Kelly (Brian G. Hutton, 1970).

Quizás tenga algo de lo primero, pero no cabe duda de que tiene mucho de lo segundo. Ahí están películas como Cartas desde Iwo Jima, Million Dollar Baby, Bird, la denostada Bronco Billy o El aventurero de Medianoche para acreditar que es de los que se siente más a gusto tratando con perdedores que reflejando el manido sueño americano.

Se sabe de Eastwood que no es ateo pero tampoco muy religioso (sólo hay que ver Gran Torino), que es defensor del derecho de la mujer a decidir en caso de aborto, de causas medioambientales, del matrimonio del mismo sexo e incluso de la eutanasia. Eso le sitúa a la izquierda de medio partido Demócrata. Pero con El Francotirador (que se estrena en España el próximo día 20 de febrero) le ha caído la del pulpo: ¡Le han llamado facha!

EL DIABLO DE RAMADI

El Francotirador, protagonizada por Bradley Cooper (Guardianes de la Galaxia, Resacón en Las Vegas), cuenta la biografía del soldado Chris Kyle (1974-2013), un Navy Seal que ha pasado a la historia por el número de enemigos que mató en sus cuatros estancias en Irak (160 bajas confirmadas, pero la cuenta puede alcanzar las 255).

Kyle fue el sniper más letal de la historia de EEUU. No es de extrañar que sus enemigos le bautizaran como El Diablo de Ramadi y llegaran a ofrecer y sustanciosa recompensa por su cabeza. En taquilla está siendo un éxito que ha superado la cifra mágica de los cien millones de recaudación con un presupuesto de 58 millones. Figura en la lista de los mejores títulos de 2014 según el American Film Institute y tiene todas las papeletas para arrasar en los Oscars con sus seis nominaciones... o las tenía.

El problema es que pintan a Kyle poco menos que como una hermanita de la caridad, atormentado por haber tenido que matar en la más justa de las guerras, la que se basó en la peregrina teoría de que Saddam Hussein tuvo algo que ver con el 11 de septiembre (como insinúa la película). Curioso enfoque para un tipo que en su biografía (American Sniper, 2013) llegó a asegurar que le "gustaría haber matado a más" y que todos los iraquíes eran "salvajes". ¿Mala conciencia? "Ninguno de mis problemas viene de la gente a la que maté", le espetó al presentador de la Fox Bill O'Relly.

KYLE, EL MENTIROSO

Uno de los problemas con Kyle, y que no aparece en la película, era su afición a fantasear. Aseguró que mató a 30 personas en Nueva Orleans tras el caos que siguió al Huracán Katrina. No hay pruebas. Tampoco los hubo de que derribó a golpes al ex gobernador y conspiranoico Jesse Ventura.

La ex estrella de la lucha libre (que también fue Navy Seal) siempre ha sido muy crítico con la política exterior de su país. El Diablo de Ramadi dijo que le hizo tragarse sus palabras a puñetazos... y tuvo que pagarle unos 1.800 dólares por inventárselo.

Otra de sus trolas tuvo que ver con su solidaridad con otros veteranos. Llegó a asegurar que donó los ingresos de su biografía a varias ONGs lo cual quedó rápidamente desmentido: él se embolsó cerca de 3 millones de dólares y apenas dio un 2% (52.000 euros).

LA TORMENTA PERFECTA

Para algunos, El Francotirador es una apología del militarismo más rancio; para otros, la biografía de un héroe que murió asesinado por un ex soldado con estrés post traumático al que quiso ayudar, y al que solo los que odian América pueden criticar. Entre los primeros hay figuras tan prominentes como Noam Chomsky, el presentador Bill Maher, el documentalista Robert Greenwald, el director Seth Rogen (el de The Interview) y, cómo no, Michael Moore (al que llegaron a tirar de un restaurante por sus palabras).

En el otro lado está la cadena Fox (también conocida como la Faux, ‘falsa'),  la actriz Whoopi Goldberg, y (pobre Clint) la chiflada de Sarah Palin, que en su cuenta de Facebook se quedó a gusto acusando de odiar a las tropas a todo el que critique la película o se atreva a decir que no le gusta.

CLINT, EL FILÓSOFO

Clint Eastwood todo esto se lo ha tomado con bastante filosofía. Tras recordar que es el mismo que rodó Cartas desde Iwo Jima (y la que le cayó entre los que hoy le defienden y cómo le defendieron los que hoy le acusan), añadió que cualquier película que muestre cómo le afecta la guerra a un soldado es antibélica.

Lo que no se puede negar es que las críticas han calado, que El Francotirador ha caído de la lista de favoritas en las quinielas de los Óscars y que la taquilla se ha resentido tras la polémica. Para opinar en España habrá que esperar hasta el 20 de febrero... o aprovecharse de que es una de las películas que los hackers norcoreanos que atacaron la Sony colgaron en Internet.