VALENCIA. Que en el cuartel general de la productora Sony se suben por las paredes no es nada nuevo. En un ciberataque, la firma dejó escapar 100 terabytes de información que incluyen datos financieros, correos personales, claves de acceso y hasta películas enteras. Algunos de sus grandes estrenos para los próximos meses como la nueva versión de Annie (Will Gluck), la última de Brad Pitt (Corazones de Acero, David Ayer) o la biografía del pintor J.M.W Turner (Turner, de Mike Leigh) ya están en Internet. Pero más allá de las pérdidas económicas, la filtración de los datos ha revelado algunas vergüenzas de la compañía.
Cuando a finales del pasado mes de octubre se supo del ataque, las sospechas se dirigieron hacia algún trabajador de la empresa que o abrió las puertas a los hackers o fue utilizado para el ataque. Sin embargo, lo que se supo detrás tiene más de película de espías (sobre todo, del 007): el origen podría ser el gobierno de Corea del Norte.
SUPERFUMADOS
Al parecer, los autores del ataque se hacían llamar WhoIs Team (o GOP, Group of Pacemakers). Por la firma que dejaron (un esqueleto) y la forma en que está redactado el texto con la reivindicación, todo apunta a que detrás están los mismos que atacaron los bancos y empresas de comunicación de Corea del Norte el año pasado. Además, utilizan un malware llamado Destover, que parece hijo del DarkSeoul empleado en esa ocasión.
¿Y por qué querría el régimen de Kim Jong-un, tan aficionado él al cine americano, atacar a Sony? La clave está en una película titulada The Interview y dirigida por Evan Goldberg y Seth Rogen (el dúo detrás de Superfumados y Supersalidos). En ella, la CIA recluta a dos periodistas para acabar con el Querido Líder
¿OTRO 11-S?
La escena final, en la que Kim Jung-un explota, ya había sido motivo de controversia en la productora y, por miedo a las represalias, se había suavizado un poco para que el mandatario no quedara muy ridículo e, incluso, estaba pensado retirarla de la versión internacional. Visto lo visto, se podían haber ahorrado el esfuerzo, porque no ha servido de nada. Y lo peor: los ejecutivos reconocen que la película no tiene ni pizca de gracia.
Tan poca gracia tiene que los hackers hasta han mentado al 11-S para amenazar a los cines que se atrevan a proyectar la película. "Lo que pase en los próximos días", aseguraron en su mensaje, "será por culpa de la avaricia de Sony Pictures". De momento, el estreno se ha suspendido. Demencial, y más teniendo en cuenta que el Departamento de Estado vio la cinta antes del estreno y dio el visto bueno (dicen, que hasta les gustó mucho).
007 CONTRA LA PARED
Pero sin duda la peor parada de toda esta historia es Spectre, la próxima película del 007. Según los e-mails, podríamos estar hablando de la producción más cara de la historia... a su pesar. Por lo visto, los cortes que se han introducido no han servido para evitar que ya se hayan superado los 300 millones de dólares de presupuesto, y no se ve el fin. De momento, sólo la cuarta entrega de Piratas del Caribe supera esta cifra (385 millones).
Pero el problema no es solo que sea cara, es que además es mala. El rodaje comenzó sin un guión definitivo y en Sony reconocen que el desenlace no se entiende nada. Además, las muestras de humor británico que -en forma de respuesta- han hecho famoso al espía no hacen ninguna gracia.
El intercambio de correos entre la Sony refleja, además, otros fallos. Para empezar, el papel de Christoph Waltz haciendo de villano hermanastro de Bond (¿a quién se le habrá ocurrido esa genialidad?) no ha gustado nada: lo de apostar por largos diálogos ya lo vio el público en Django Desencadenado.
CROWE TAMBIÉN HA PILLADO
Otro que también sale mal parado de los mails filtrados es el director Cameron Crowe (Jerry Maguire, Casi Famosos). Su próxima película está siendo una pesadilla y el guión es tan malo que Ben Stiller y Reese Whiterspoon alegaron problemas de agenda para bajarse del tren a tiempo (al final, la protagonizan Emma Stone y Bradley Cooper). La cinta, aunque ya se ha estrenado, ni siquiera tiene un título definitivo, y es que las premieres ante el público hacen temer lo peor en taquilla. Le están haciendo tantos cambios que, oficialmente, está en post-producción.
Tampoco sale nada bien parado un nuevo biopic de Steve Jobs, escrita por Aaron Sorkin (La Red Social, El Ala Oeste de la Casa Blanca) y dirigida por Danny Boyle (Trainspotting, Slumdog Millionaire). La película pinta un desastre (solo se salvan tres escenas) y Sorkin está que trina por no haber conseguido su objetivo de que Tom Cruise fuera el protagonista.
EL SUPERDOTADO Y LA NIÑA MIMADA
En su lugar estará Michael Fassbender que, por cierto, sale muy bien parado de la filtración: un productor dice que "te hace sentir mal por tener un miembro viril de tamaño normal".
Menos bien ha quedado Angelina Jolie que, según una alto cargo de Sony, no es más que una "niña mal criada con escaso talento". El motivo es que la actriz se opuso a que David Fincher se uniera a Sorkin en el remake de Cleopatra.
De momento, esto es sólo un pequeño apunte sobre el sonyleaks. Permanezcan atentos a sus pantallas porque todavía quedan miles de documentos por ver la luz.
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