VALENCIA. Más de medio centenar de veteranos trabajadores de la central valenciana del Banco Santander van a dejar en las próximas semanas sus puestos en la histórica entidad. No, no se tratan de despidos sino de prejubilaciones con jugosas remuneraciones, que corresponden a las anunciadas en marzo de 2013 con la integración de Banesto en el llamado 'banco rojo' tras la fusión entre ambas -además de Banif- cuatro meses antes.
"Actualmente no tenemos en marcha ningún plan de prejubilaciones más allá del iniciado hace un par de años que venimos prorrogando desde entonces", reconocieron ayer fuentes de la entidad presidida por Ana Patricia Botín consultadas por este diario, que cifran en "más de un millar de prejubilados en toda España".
Todas ellas han contado con la 'bendición' de los sindicatos en lo que a la postre ha sido -en líneas generales- una operación ordenada y no traumática para integrar los 29.000 trabajadores del extinto Banesto, repartidos entre cerca de 4.800 sucursales.
HISTÓRICO ACUERDO
A mediados de marzo de 2013, la dirección del Banco Santander y los sindicatos firmaban un acuerdo para que todos aquellos con más de 58 años de edad -cumplidos al 31 de diciembre de ese ejercicio- pudieran abandonar el banco de manera voluntaria, acogiéndose así al Plan de Salidas Anticipadas.
Unas medidas muy similares a las que ha venido adoptando también su principal competidor en España, el BBVA, para adelgazar su abultada plantilla y, de paso, rejuvenecerla con la llegada de nuevos profesionales.
26.000 EMPLEADOS
Tener esa edad -rebajada a los 55 años en el caso de los trabajadores de Madrid- era el requisito que se pedía para poder acceder a un plan al que volvió a recurrir el Santander el pasado año para seguir reduciendo su plantilla en toda España, que al cierre del primer trimestre de 2014 estaba formada por algo de 26.000 empleados, es decir, casi los mismos que procedían solo de Banesto.
HISTÓRICA SEDE DE LA CALLE BARCAS
Banco Santander puso sobre la mesa hasta un 80% del salario bruto, más un cuarto de paga extraordinaria y 640 euros anuales del plan de pensiones de la entidad para tratar de 'convencer' a los trabajadores más veteranos de la casa como ha sido el caso de los valencianos de la histórica sede de la calle Barcas. La misma que cada vez se les queda más grande teniendo en cuenta sus dimensiones y los cada vez menos empleados.
Mientras tanto, en estos días se cumple el primer año del relevo en la dirección territorial valenciana.
RELEVO EN LA TERRITORIAL
Fue a mediados de enero pasado cuando Luis Herrero cedió el testigo a Antonio Valldecabres tras ser premiado el primero con la dirección territorial de Cataluña para reforzar la marca del 'banco rojo', tal y como lo publicó entonces este diario.
La decisión se vivió en el banco como una recompensa "al buen trabajo realizado por Herrero, dado que ya estuvo allí hace muchos años como director de riesgos y, además, frecuenta mucho Barcelona por cuestiones familiares", apuntaban entonces a Valencia Plaza fuentes próximas a la entidad.
Como premio fue también para Valldecabres, un ejecutivo que inició su carrera profesional en la red comercial de las oficinas del Banco Santander en Valencia -por lo que ya conoce la idiosincracia de la plaza local-, dado que procedía de una territorial de menor calado que la valenciana como era la aragonesa.
Yo creo que la distribución de la plantilla en la territorial ha sido bastante homogenea, teniendo en cuenta el volumen de los bancos integrados.
Ahora es el banco azul. El pez chico se ha comido al grande. Y aqui no iba a ser menos. El director de RRHH, azul, ya se ha encargado de colocar a los suyos por el edificio y ahora sobra muchaaaa gente. La prejubilacion es lo que todos estabamos esperando como tabla de salvacion.
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