El secretario general de la Federación Hotelera, Luis Martí, ha explicado a EFE que la mayor parte de los turistas que vendrán a Valencia en el AVE pasarán un fin de semana en la ciudad y "quieren tenerlo todo cerrado" para no gastarse más dinero del concertado si no quieren.
Estos paquetes se desarrollarán en cuanto se sepa el precio de los billetes del AVE, ha indicado Martí.
Los paquetes turísticos en cuya elaboración se está trabajando ofrecerán, además de visitas al Oceanogràfic y el Bioparc en la ciudad de Valencia, el alquiler de campos de golf y visitas al interior de la provincia.
Otro de los atractivos turísticos que planean es concertar la oferta complementaria a la ciudad de Valencia para poner a la venta paquetes que incluyan visita a castillos y monasterios, entre otras actividades.
Esto supone "tener la riqueza de la provincia de Valencia como oferta complementaria a la propia ciudad" y diversificar el turismo, según Martí.
Es en el segmento del ocio vacacional donde más se puede ganar, porque la conexión rápida con Madrid -uno de los principales mercados turísticos de Valencia- ofrece "unas posibilidades enormes", no solo por sus turistas, sino por la ampliación de mercados que puede representar.
Las conexiones del aeropuerto de Barajas con zonas como Asia abrirá al turismo valenciano una serie de mercados con los que hasta ahora no se trabajaba.
"Ahora que tenemos la infraestructura, es trabajo de los empresarios tirar adelante", ha manifestado Martí en la misma línea de opinión que el presidente de la patronal CEV, José Vicente González.
La llegada del AVE a Valencia va a ser "muy positiva" y redundará en una mejora de la ocupación general aunque la Federación Hotelera no se atreve a precisar ningún porcentaje de incremento.
Aunque Valencia será la principal beneficiada de forma directa, los hoteleros insisten en que el AVE llegue en el plazo previsto a Alicante y Castellón, puesto que los efectos positivos sobre la ocupación serán progresivos.
La ciudad de Valencia cuenta con 10.000 habitaciones en alojamiento reglado y una ocupación media anual del 60%, similar en todas las categorías de hoteles.
Esa ocupación media supone que la planta hotelera está dimensionada y, en cualquier caso, si se produjera algún problema sería de oferta, según Martí.
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