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La televisión pública firmó un contrato de uso del suelo que no se puede romper sin perder toda la inversión en el edificio que construyó
VALENCIA. La cancelación del contrato del centro de producción de programas de Ràdio Televisió Valenciana (RTVV) en Alicante se está convirtiendo en un quebradero de cabeza para la comisión liquidadora de la extinta Canal 9. De hecho, pese a que el edificio, ubicado en una céntrica calle de la capital alicantina lleva sin uso desde hace más de un año pese a lo cual RTVV sigue pagando mensualmente una renta que en la actualidad debe rondar los 23.000 euros mensuales.
El problema para los liquidadores es que el contrato, que en su día se ocultó hasta al consejo de administración por considerarlo confidencial, no incluye ninguna cláusula de rescisión a la que los liquidadores puedan acogerse. El documento, al que ha tenido acceso ValenciaPlaza.com, obliga a RTVV a pagar la renta por un periodo de 33 años desde el día de su firma, 1 de agosto de 2002. El solar es propiedad de la sociedad Mizquitillas, una empresa del grupo de distribución de alimentos Comercial Tabarca.
Ese documento autorizó entonces a las mercantiles TVV y RAV (Canal 9 y Ràdio 9) al uso del suelo por una renta mensual de 18.483 euros más IVA en el primer año. A partir de ese ejercicio se actualiza por el IPC, lo que ha disparado el canon. Pero esa cifra no incluye el coste que tuvo que afrontar el ente público para construir el edificio que, una vez concluya el contrato ya sea por el vencimiento del plazo como por un acuerdo previo, quedará en manos de los propietarios del suelo.
El edificio tuvo un coste de 4,48 millones de euros, con un sobrecoste sobre lo previsto del 36%, según los informes de la Sindicatura de Comptes. El contrato estipula que, al cumplirse los 33 años de vigencia y en el caso de no ampliarse hasta los 50, opción que existe, RTVV entregaría el inmueble a Mizquitillas que tendría que compensar a la sociedad con la parte del coste que no se hubiera amortizado aún.
Según fuentes consultadas por este periódico, la amortización del edificio poco más de diez años después de su construcción no alcanzará ni el 10% del coste total. Es decir, de toda la inversión que realizó RTVV para levantar este centro no la habría aprovechado, según la normativa contable, en unos cuatro millones de euros.
DEJAR DE PAGAR
El coste de la inversión de RTVV en Alicante es complejo de calcular por las numerosas irregularidades que ha descrito la Sindicatura de Comptes en sus informes. Inicialmente Canal 9 alquiló el inmueble sobre el que después levantó el edificio. Proyectó una reforma para ampliar el espacio, proyecto que estimó en más de tres millones de euros.
Con la obra en marcha, RTVV optó por paralizar la reforma -según las fuentes consultadas por este periódico debido a que la estructura no soportaba la ampliación- y optó por firmar un nuevo contrato con Mizquitillas para, en lugar de alquilar el edificio, formalizar un contrato de derecho real de superficie, una modalidad completamente anómala en la administración pública.
La razón que esgrimió en su día RTVV (el contrato lo firmó José Vicente Villascusa como director entonces de TVV) es que el espacio que resultaba con la ampliación era insuficiente para las necesidades del centro de producción de Alicante. Esta repentino aumento de necesidades de espacio, que nunca se vieron justificadas con el uso, no llevaron a RTVV a buscar un espacio de nueva planta fuera del centro de la ciudad y se mantuvo el empeño por el solar de Comercial Tabarca pese a lo oneroso de la operación. Las obras se retrasaron notablemente sobre lo previsto y se incurrió en el sobrecoste antes mencionado.
Cuando RTVV cerró hace algo más de un año, se desmantelaron los centros de producción. En el caso del edificio de Alicante se desmontó la radio pero, ante el embrollo con el edificio, se paralizó la de televisión. Pero mientras que en otras sedes, como la de Madrid o Castellón, se rescindieron los contratos de alquiler, en el caso de Alicante se ha seguido pagando el canon. La propia Sindicatura de Comptes alertó en su informe de este último año de la anomalía que supone que siga en vigor el acuerdo cuando no se usa la sede.
La cuestión es que no hay forma de romper este acuerdo sin recurrir a un conflicto judicial y asumir un quebranto económico relevante. Según el contrato, el acuerdo quedaría sin vigor si RTVV dejara de pagar durante seis meses, pero entonces el propietario del suelo se quedaría con el edificio sin indemnización por lo que queda por amortizar.
SUBRROGACIÓN GENEROSA CON EL PROPIETARIO
Hay una tercera opción que es la posibilidad de subrogar a un tercero el edificio. Sin embargo, esa posibilidad implica acceder al derecho de tanteo y retracto que tiene el propietario del suelo. Un tanteo que, lejos de obligar a igualar la oferta que presentara un tercero que estuviera interseado en arrendar el edificio, es muy generosa para Mizquitillas.
Según el contrato, en el caso de que RTVV decidiera subrogar su derecho de suelo (y el uso del edificio) a otros, la sociedad propietaria del solar podría quedarse ese derecho a un precio un 34% inferior al que pagaba Canal 9 por el alquiler inicial del edificio (cuando era la mitad de grande que en la actualidad y más antiguo), que eran menos de 18.000 euros al mes. Es decir, el quebranto para RTVV, suponiendo que consiguiera que alguien pagara los casi 30.000 euros al mes que abona actualmente, sería de más del 50%.
Fuentes jurídicas consultadas por este periódico señalan que la ruptura del contrato de derecho real de superficie, ante la falta de una cláusula suspensiva, solo pasa por un acuerdo con la propiedad del suelo o el recurso a un contencioso administrativo para que un juez, atendiendo a las razones de que RTVV ya no precisa de este espacio, fijase un precio por la ruptura.
En el primer caso, RTVV no podría fijar con Mizquitillas un acuerdo que fuera lesivo para su balance, es decir, asumir pérdidas no previstas, ya que los acreedores podrían recurrirlo al ver perjudicados sus intereses. En este laberinto están los tres liquidadores actualmente.
El exconsejero de RTVV a propuesta del PSPV, Miguel Mazón, aseguró a este periódico que todo el proceso de la sede de Alicante estuvo "repleto de irregularidades y de oscurantismo por parte de la dirección del ente". Mazón, que estaba en el consejo cuando se firmó el contrato, recordó que nunca se facilitó el documento alegando confidencialidad -algo que no se especifica en ningún momento en el documento- y reclamó explicaciones. "Se confirma que el contrato favorece a los propietarios de un terreno que no servía para los fines que se plantearon y por los que se pagaron unos precios astronómicos", dijo Mazón.
Un altra jugada 'made in Zaplana', al qual ningú li ressegueix la pista. Per dir-ho en castellà: Con él empezó todo.
En el edificio de alicante no se ha desmontado nada y la radio esta entera como el primer día.
Lo que tienen que hacer es empezar a rascar a ver quién está detrás de ese contrato y de esa sociedad, con nombres y apellidos. Ahhhh Fabra, tú que pensabas que iba a ser tan fácil, pues no te queda aún. Y ya veremos que pasa con todos los que firmen la liquidación, seguro que tendrán algún susto en los próximos años....
" El contrato, que en su día se ocultó hasta al consejo de administración por considerarlo confidencial" ¡Ja! ¡Ja! ¡Jajajajajajaj! Esto es un caso de emergencia sanitaria de salud mental. ¡Llamad a los loqueros!
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