Tras la intervención de Caja Castilla-La Mancha por parte del Banco de España y su integración con Cajastur, la obra social de la entidad pasó a integrarse en una fundación y el negocio bancario pasó a Banco Liberta, filial al 100% del grupo Cajastur, que desde el 21 de septiembre se denomina Banco Castilla-La Mancha, con sede en Cuenca.
Este es el primer semestre que el banco ofrece resultados tras la integración, ya que la entidad comenzó a operar bajo la nueva denominación el 30 de septiembre. El grupo explica en el informe remitido a la CNMV que la operación de integración surte efecto desde el 1 de enero y que debido a la "gran diferencia" entre el balance del banco a 31 de diciembre de 2009, previo a la integración, y el posterior a este proceso, los datos de junio de 2010 se comparan con estados pro-forma a fecha de 1 de enero de 2010.
Asimismo, la entidad señala que la información correspondiente a 30 de junio y 31 de diciembre de 2009 "se presenta única y exclusivamente a efectos comparativos".
A cierre del primer semestre, los activos totales del grupo ascendían a 24.437 millones de euros, con un descenso de 1.700 millones de euros respecto al inicio del año, lo que representa en términos relativos una caída del 6,51%. Esta disminución viene ligada al descenso del crédito a la clientela y a la caída de la renta fija.
El crédito a las administraciones públicas se situaba a cierre del semestre en 708 millones de euros, con un crecimiento del 2,53%, mientras que el crédito a otros sectores privados cayó un 4,62%.
MORA POR DEBAJO DEL SECTOR GRACIAS AL FGD
Los saldos dudosos ascendían a 3.044 millones de euros, con un ratio de mora del 16,60%, aunque gran parte de estos riesgos dudosos están cubiertos por el Esquema de Protección de Activos (EPA) otorgado por el Fondo de Garantía de Depósitos. Descontados los activos garantizados por el EPA, la morosidad se reduce al 1,6%, muy por debajo de la media del sector.
El salto total de pasivo alcanzaba 23.630 millones de euros, con una caída semestral del 6,55% en valores relativos, como consecuencia de la reducción del saldo de depósitos a la clientela, el descenso en el importe de débitos representados por valores negociables y la reducción de las provisiones.
El patrimonio neto alcanzaba 807 millones de euros, frente a los 852 millones de enero, debido a que los beneficios (casi 38 millones de euros) no han podido compensar las minusvalías registradas en el primer semestre en la cartera de activos financieros disponibles para la venta, fundamentalmente la renta variable, por importe de 82 millones de euros.
El margen de intereses se ha situado en 155,4 millones de euros, registrándose rendimientos de capital por importe de 12,3 millones de euros. Las comisiones netas han alcanzado en el periodo 38,8 millones de euros.
El margen bruto se ha situado en 218 millones y el resultado de explotación en 54 millones. Los gastos de administración se han situado en 136,7 millones y las dotaciones netas se situaron en 18,2 millones de euros.
Tras la integración, las participaciones en sociedades no cotizadas y en fondos de capital-riesgo, excepto la obra social, se traspasaron al Fondo de Garantía de Depósitos en dación en pago parcial de la ayudas prestadas.
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