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Luis Griffo

VALENCIA (VP). El trayecto comprendido entre Valencia y Varsovia (Polonia) es de 2.758 kilómetros, y de media, cada kilómetro recorrido en camión tiene un coste de 80 céntimos de euro. Si un transportista lleva carga a dicha ciudad, pero regresa con el camión vacío, habrá perdido, entre gasolina, seguros, dietas y salario, 2.206 euros. Teleroute Ibérica, perteneciente a la multinacional de servicios de información y soluciones Wolters Kluwer, basa su actividad en un servicio online y en tiempo real por cual las empresas de transporte y los transportistas, por un lado, buscan cargas y los cargadores, por otro, ofrecen las suyas.

Luis Griffo, director general de la empresa en España y Portugal desde 2002 tras haber estado en la dirección de RBA, asegura que el negocio va muy bien a pesar del retroceso del sector logístico en el país. Entre 2008 y 2007, su actividad se incrementó un 31%, las ofertas de carga aumentaron un 19% y el número de consultores activos creció un 38%. Sobre el volumen de negocio prefiere no hablar por "confidencialidad", pero la multinacional a la que pertenece Teleroute tuvo el año pasado unos ingresos de 3,4 billones de euros.

-¿Cuál es la principal actividad de Teleroute?
-Somos un mercado de carga de camiones online, digamos que cada segundo entran y salen nuevas operaciones. Al día se registran alrededor de 250.000 desde Portugal hasta Polonia. Nuestro servicio podríamos decir que es un poco anticrisis, ya que los transportistas no pierden cargas. A través de Internet, y con tres o cuatro clicks, pueden encontrar nuevos clientes.

-¿Cómo funcionan las negociaciones? ¿Qué coste tiene para los usuarios?
-Bajo un paraguas de seguridad, ya que certificamos la identidad de todos los usuarios para evitar problemas, los dos actores pactan sus condiciones y sus precios, que quedan registrados en nuestra web. Además, tenemos a personas que se dedican a facilitar el entendimiento y a controlar las buenas prácticas económicas.

El coste del servicio depende de su intensidad de uso. Cada click cuesta céntimos de euro, y con tres o cuatro se puede cerrar una operación. Dar vueltas con el camión vació cuesta lo mismo que llevarlo cargado. Es vital para el transportista hacer la menor distancia posible sin nada de carga.

-¿Cómo les está afectando la crisis?
-La verdad es que es un año difícil para nuestros clientes, pero nuestra bolsa de transportes está aumentando. Si antes cada transportista usaba nuestros servicios un 4%, ahora lo hacen entre un 7% y un 8%. A pesar de ello, no esperamos una mejora del sector. De forma progresiva no.

-¿Cuáles son los planes de expansión de Teleroute? ¿Han pensado dar el salto para testear las oportunidades que ofrece el norte de África?
-En España estamos como Teleruote desde 2002, antes trabajábamos con otro nombre. La expansión pasa por consolidar la marca y los nuevos servicios, pero no barajamos comprar empresas. Por ahora no tenemos presencia en África, y no nos lo planteamos de forma inmediata, pero si a largo plazo. Nos gustaría estar en Rusia, Turquía y en el norte de África en unos tres años.

-¿Qué supone para su empresa el sector logístico de la Comunitat Valenciana?
-Es unos de los centros más importantes de la Península, a la misma altura que Madrid o Barcelona. Va bien, es una zona muy inquieta, con gran capacidad de reacción y con facilidad para las relaciones con países del exterior. Lamentablemente el número de empresas ha disminuido y el empleo también.

Según los datos oficiales, en España se han perdido con la crisis 1.200 de las 15.000 que había. Por cada compañía que ha cerrado, entre una y dos personas han perdido su empleo, y actualmente hay 2.000 vehículos menos autorizados.

-Ante este panorama, ¿Cuáles son los retos del sector?
-La crisis no sólo sirve para tener dolores de cabeza, hay que salir a un nuevo escenario y buscar otras vías. Las empresas que sobrevivan tendrán su momento de esplendor. Creo que todos tienen que ser más flexibles hacia sus clientes, practicar el networking empresarial y profesional y aumentar la pluralidad. También hay que aumentar la productividad, lo que no significa hacer más horas.

-¿Cuál es s su volumen de negocio?
-Por política de empresa, y al formar parte de una multinacional, no podemos dar datos. Sólo le digo que el los últimos cinco años hemos crecido a un ritmo de un 20% anual en la Península Ibérica. En Europa trabajamos un 50% más que nuestra competencia.

-¿Qué negocio les aporta el Puerto de Valencia?
-Está sufriendo la crisis como todos, pero no tengo cifras exactas. Para nosotros supone entre un 25% y un 30% de la facturación nacional.

-¿Les va a afectar la liberalización de vías para transporte de mercancías una vez se ponga en funcionamiento el AVE Madrid-Valencia?
-Es un elemento de flexibilización que entendemos que será positivo, aunque la mejora ferroviaria ha empeorado la situación de los transportistas. Tenemos que empezar a fortalecer las colaboraciones con, por ejemplo, las navieras o los trenes.

-¿Y el Corredor Mediterráneo? ¿Cree que les pasará factura?
- Es una gran idea, pero no sabemos en qué punto de negociación está. Si el proyecto se desarrolla tiene que permitir aumentar la productividad y la efectividad.

-¿Les perjudicará que en Portugal, uno de los países donde operan, el Gobierno haya decretado el fin de las autovías gratuitas?
-Todo lo que sea mejorar las infraestructuras viene muy bien al sector del transporte. Mejora la calidad y estimula su demanda.