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La futura candidata de Compromís asegura que el cambio político "ya se ha hecho" y garantiza que no habrá pactos como el del 'pollo'. "No puede ser un reparto de consellerias y ya está", afirma

VALENCIA (EFE/VP). La futura candidata a la presidencia de la Generalitat de Compromís, Mònica Oltra, asegura que el cambio político "ya se ha producido" y ahora falta "el cambio electoral" en la Comunitat Valenciana, donde los acuerdos postelectorales no pueden ser como "el pacto del pollo" que hizo el PP en 1995. 

En una entrevista con la Agencia EFE, Oltra afirma que "claro" que se ve como la próxima presidenta de la Generalitat, y asegura que su presente y su futuro político está ligado a sus ideas y su forma de entender la vida y la política, y Compromís es quien "lo representa mejor" en este territorio.

Sobre los acuerdos postelectorales del futuro gobierno, defiende que "esto no puede ser como el pacto que hizo la derecha en 1995, que se llamó el pacto del pollo, no puede ser un reparto de Consellerias y ya está", sino que debe haber unas medidas concretas y una forma de entender la política compartidas.

Para Oltra, el "posible programa común" de gobierno debe dejarse para después de las elecciones autonómicas, pues aunque hay "mucha costumbre de avanzarse y de sustituir las decisiones de los ciudadanos", primero tiene que hablar la ciudadanía.

Confiesa que le "entra la risa" cuando el PP les acusa de tener un programa oculto, y opina que a veces los populares "sobreestiman" la capacidad de Compromís de tener "agendas ocultas", pues no disponen de "tiempo ni energía" para ello.

A su juicio, la "dificultad" para acordar el reglamento de primarias ha sido "un gran acierto político", pues han tenido que hacer "un ejercicio de responsabilidad" y llevar a cabo "un aprendizaje" que les ha enseñado "mucho para el futuro gobierno".

"Cuando aprendes a dialogar, a negociar, a transigir dentro de casa, es una lección que te sirve para hacerlo después dentro de un panorama político tan plural como el que vamos a encarar", afirma Oltra.

Asegura que no le tienta Podemos y que ve su futuro en Compromís, porque es quien "mejor representa" sus ideas, y cree que en estos comicios todos van a jugar "un papel decisivo", porque cuando no hay mayorías absolutas el protagonismo lo adquieren el Parlamento "y la política en mayúsculas", y nadie puede incurrir "en abuso de poder".

"Eso me parece un momento hermoso. Complejo, pero hermoso y esperanzador", añade la portavoz adjunta del grupo Compromís en Les Corts, para quien el cambio político en la Comunitat "es imparable, porque la mayoría social ya ha cambiado".

"EL NUEVO GOBIERNO DEBE RENUNCIAR A UN PODER COMO EL QUE HA TENIDO EL PP" 

Oltra piensa que lo primero que debe hacer "el nuevo gobierno es renunciar a un poder como el que ha tenido el PP durante estos años, que ha confundido mayoría absoluta con poder absoluto", y acometer un plan de choque contra la pobreza y la exclusión, y un plan de choque por la democracia.

Otra de las primeras cuestiones del nuevo Consell es "ir al Gobierno central" y decirle "que se ha acabado, que los ciudadanos valencianos no somos ciudadanos de segunda. Y que, o lo entienden, o se lo tendremos que hacer entender por otras vías", como llevarles a los tribunales y hacer "presión, política y social".

Sobre el futuro del expresident de la Generalitat Francisco Camps tras la querella de la Fiscalía por la Fórmula Uno, desea que "haya justicia" y afirma: "creo que lo vamos a ver juzgado, y con eso me conformo. No voy a aventurar si eso tiene que acabar entre rejas o no, porque eso le compete a un juez, no a mí".

Oltra reprocha al Consell del PP que actúe "como un régimen que se desmorona" y se dedique a "hacer nombramientos corriendo y deprisa y a quemar papales", y asevera que es "una deuda moral y una obligación legal" abrir ventanas y levantar alfombras en la Generalitat.

Afirma que sea quien sea el candidato del PPCV representará "lo mismo" que Alberto Fabra, que es "el despilfarro, la mala gestión, la corrupción, el abuso de poder, el despotismo y el mal gobierno", y desea para 2015 "cambiar la desesperación por sonrisas, y para 2016 que los Reyes Magos lleguen a casa de todos".