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MADRID (EFE). Martín Castany, estudiante de ingeniería y emprendedor inquieto de 22 años, fanático de la música y la tecnología, es el motor del proyecto. Andreas Manz, alemán de 60 años, ingeniero electrónico con una dilatada experiencia y conocimiento en sistemas de audio, amante de la música y fan de las últimas tecnologías, pretende transmitir sus conocimientos a las nuevas generaciones.

Todo comenzó cuando Martí invitó a Andreas a ir a su garaje, donde tenía un diseño de un pequeño amplificador de audio. Este último, gracias a su experiencia, corrigió algunos aspectos del mismo y propuso una serie de cambios para mejorarlo. Fue en ese momento cuando los dos se dieron cuenta de que combinando la energía de la juventud y la sabiduría y experiencia de la madurez serían capaces de crear algo completamente nuevo y revolucionario.

Pensando en la idea de fusionar el arte y la ciencia, han diseñado la Mystic Box, un equipo de música de alta fidelidad inspirado en la obra de Kasimir Malévich, artista fundador del movimiento Suprematista.

Es un producto que refleja firmemente los principios y la filosofía de la empresa: alta calidad musical, última tecnología, facilidad de uso, respeto con el medio ambiente y producción km 0. Está fabricado con más del 60% de materias primas recicladas y a menos de 50 kilómetros de su sede, y hay más de 10 empresas locales involucradas en el proceso.

Para hacer realidad su sueño, el 20 de noviembre lanzaron una campaña de crowdfunding a nivel mundial a través de IndieGoGo, que finalizará el próximo 9 de enero.

Para el diseño de la Mystic Box nuestra inspiración vino de la obra de Kazimir Malevich, artista fundador del movimiento suprematista, centrado en formas geométricas fundamentales.

Se trata de arte y ciencia. Y pasión. Crear formas bellas y a la vez lograr la mejor calidad de sonido no es tarea fácil. Como ejemplo, un recinto cuidadosamente diseñado y la combinación adecuada de materiales estructurales dan a la Mystic Box una resistencia y estabilidad que no permite ni la más mínima coloración del sonido.

DISEÑADA PARA LAS PERSONAS

La Mystic Box tiene una interfaz sencilla y fácil de usar: sólo el control de volumen (sensor en la cruz) y el interruptor de encendido. Para la configuración inalámbrica, basta sincronizarla una vez con su dispositivo y estará hecho para siempre.

La Mystic Box aplica un procesamiento digital de señal (DSP) a 192kHz / 24bits para afinar el sistema y analizar continuamente la salida de audio con el fin de entregar un sonido potente y siempre bajo control, a cualquier nivel de volumen. Un sonido de auténtica calidad.

La Mystic Box ha sido diseñada para poseer una alta eficiencia energética (> 90%). Esto significa que no necesita disipadores de calor, transformadores pesados ni recintos voluminosos. Todo ello resulta en un dispositivo más pequeño, más ligero y más fiable.

MATERIALES RECICLADOS

Para reducir al mínimo la huella de carbono, se ha reducido la cantidad de materiales necesarios para la fabricación de Mystic Box e implementado la impresión 3D para producir piezas sin desechos. Además, la Mystic Box utiliza más del 60% de materias primas recicladas y el 40% restante proviene de fuentes certificadas y responsables.

Por otro lado, la Mystic Box está por completo a menos de 50 kilómetros de nuestra sede, respondiendo a la idea de la empresa de que "el valor real de un producto radica en la pasión y dedicación que cada persona involucrada en el proyecto pone en él durante su diseño y su fabricación".