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VALENCIA. La querella presentada por la Fiscalía Anticorrupción contra Francisco Camps, Lola Johnson y Jorge Martínez Aspar por supuestos delitos de malversación, prevaricación y delitos societarios en la organización del Gran Premio de Europa de Fórmula 1 en Valencia desvela que la empresa Valmor yla sociedad pública Circuito del Motor amañaron al menos el contrato para la instalación de pantallas gigantes en el trazado del circuito.

Según la denuncia, la contratación de Avega Soluciones Inteligentes durante los Grandes Premios de 2008 a 2010, por valor de 537.950 euros los dos primeros años y 471.510 euros el tercero, estaban amañados antes de la adjuicación, "habiéndose falseado incluso la fecha de varios documentos del expediente administrativo de contratación con la connivencia de responsables de Circuito del Motor y de Valmor Sports".

El texto de la querella relata que la mercantil Avega, cuyo representante legal ha desvelado los hechos a la fiscalía, llegó a un acuerdo con la mercantil Philips Ibérica de tal manera que, Philips patrocinaría con 300.000 euros la sala de prensa y Avega, tras comprar material de Philips, por valor de un millón de euros, se le adjudicaría la colocación de pantallas gigantes en el circuito urbano por un año más los otros seis años que se celebrase el evento.

"Pese a quién organizaba el evento era Circuito del Motor, el pacto se llevó a cabo con Valmor Sports, que simuló que el contrato lo adjudicaba Circuito del Motor a través de Facundo García de la Cuadra Rubio. Ante la inminencia de celebración de la prueba en el año 2008, la mercantil Avega se vió obligada a subcontratar a la mercantil Impacto Producciones propiedad de Francisco Javier Arnuncio Perujo. Esta empresa contaba con información privilegiada, ya que antes de que saliera el concurso disponía ya de un estudio de la situación de las pantallas en el circuito", explica la querella.

"Como consta en la documentación aportada por el firmante de los contratos en nombre de Avega, este hecho era conocido por los miembros de Circuito del Motor que simularon la fecha del contrato así como el procedimiento de adjudicación que estaba amañado desde el principio, dándole la forma de contrato público en apariencia de cumplimiento de la legalidad cuando quien realmente decidía la contratación eran los responsables de Valmor Sports", concluye esta parte de la querella.

Tradicionalmente se ha puesto en duda la legalidad de la contratación de las gradas para el circuito urbano de Fórmula 1, señalándose que se realizaba a un precio mucho más alto que el de mercado. La presentación de la querella apunta a nuevas irregularidades en el montaje del circuito que se pagaron con dinero público y no por parte de la empresa privada.