VALENCIA. La crisis se ha cebado sobre todo en las clases medias en España y hay un indicador especialmente llamativo, las herencias, al que casi no se ha dirigido el foco. Y es que son miles las familias que se están viendo obligadas a renunciar a herencias de sus seres queridos porque la precaria situación económica por la que atraviesan les impide asumir un legado, en la mayoría de los casos envenenado por las deudas.
Además en la Comunitat Valenciana la problemática se ha agudizado desde agosto del pasado año cuando se elevó un 24% el tipo impositivo a sucesiones y donaciones (ya que pasó del 99% de exención al 75%). Así, se han triplicado las renuncias a las herencias, según ha confirmado a Valenciaplaza.com el decano del Colegio de Notarios de Valencia, César Belda.
La misma Conselleria de Hacienda constata que han descendido un 32% las operaciones de sucesiones y donaciones en 2014. En concreto, el año pasado hasta octubre se contabilizaron 54.030, mientras este año han sido sólo 37.246; es decir, 16.784 operaciones menos. Respecto a la recaudación no han trascendido las cifras, pero podría no llegar a los 130 millones que han venido contabilizándose de media en 2010, 2011 y 2013 (excepto el año pasado que ascendió a 170 millones tras el anuncio de que iba a incrementarse el impuesto).
UNA HERENCIA CON MENOR VALOR QUE LA DEUDA
Pero aparte impuestos, la principal razón para renunciar a la herencia, según el decano de los notarios de Valencia, César Belda, es que "el valor de lo que se hereda es menor que la deuda que se contrae" y por tanto el heredero acaba desechando aquello que le pertenece simplemente porque no le interesa económicamente.
El decano da un ejemplo concreto como muestra de estos casos: "Si un padre compró hace 12 años un piso por 200.000 euros y entonces le dieron una hipoteca por 150.000 euros, en estos momentos el precio de la vivienda se ha depreciado y no conseguirá venderlo por más de 100.000 euros. El heredero recibirá el piso, pero también la hipoteca. Y después de vender el inmueble todavía le quedará por pagar una parte importante de la hipoteca, ya sean 20.000, 30.000 o 40.000 euros", explica.
Un segundo motivo, informa César Belda, se produce cuando entre hermanos no aceptan avalarse: "Hay muchos padres que en su día avalaron a alguno de sus hijos en peor posición económica para que pudiera comprar una vivienda. Pero lo que la gente ignora es que al fallecer el padre el afianzamiento de la deuda lo heredan todos los hermanos", relata, para añadir a continuación que "se crea un auténtico problema porque hay hermanos que no quieren ser fiadores de su propio hermano".
Por último, añade, está el caso de "una herencia solvente", señala el notario, "pero con un hijo heredero insolvente". En este punto y con el heredero con sus bienes embargados y a punto de heredar finalmente se comprueba que desiste de la herencia porque "puede ser objeto de ejecución su deuda". Es decir, que según Belda "se produce un fraude de acreedores por el cual el heredero renuncia y quienes finalmente heredan (y que no tienen ninguna carga con nadie) son los nietos del finado".
Según el decano de los notarios no hay manera de cuantificar los patrimonios que se han dejado de heredar. A partir de la renuncia, si no hay nadie de la familia que reclame o se le adjudique legalmente, el bien ha de soportar las cargas habituales de IBI, comunidad de propietarios, etc. Y cuando todos han cobrado finalmente acaba adjudicándoselo el banco, que se resarce con lo que puede del total de la deuda acumulada por el fallecido.
La Rioja, Murcia y Andalucía son algunas de las comunidades autónomas donde también se ha disparado la renuncia a las herencias y es que son muchos los que no pueden asumir esa factura fiscal y ese legado tóxico cuando pasa por una situación precaria.
MOVILIDAD FISCAL
A preguntas de este digital, César Belda ha explicado que se está produciendo un nuevo fenómeno de "movilidad fiscal no deseable", porque el cambio de legislación en la Comunitat Valenciana en agosto de 2013 provocó que la exención de la herencia haya pasado del 99% de entonces al actual 75%, mientras en otras autonomías se ha mantenido el 99%. "Y no obedece a criterios políticos porque se sigue pagando menos por una herencia en autonomías también gobernadas por el PP, como Madrid o Murcia", ha señalado. Por ello, a su juicio, "hay gente que intenta empadronarse en Comunidades Autónomas con un tratamiento fiscal más bueno si tienen algún punto de conexión familiar".
Los que finalmente aceptan las herencias de inmuebles "las escrituran no al precio que en su día se compraron, sino al precio que creen que podrán venderlo", señala Belda.
En este sentido, entre las peticiones que ha recibido el Gobierno de España de la comisión de expertos de la reforma fiscal una de ellas se centra en que ordene el impuesto de sucesiones y donaciones entre las autonomías estableciendo un tipo mínimo para evitar dicha competencia fiscal.
La crisis y sus consecuencias indeseadas. Y pese a todo, aunque el decano de los notarios de Valencia reconoce que en estos años ha podido haber algunos casos de mayor conflictividad familiar, apunta que también ha podido constatar "muchísima solidaridad: De padres que han avalado a sus hijos, hermanos a hermanos, e incluso socios a su socio". En definitiva, concluye, ha podido constatar como aún a pesar de que todo rema en contra "siempre encuentras gente que es capaz de correr riesgos por otros".
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