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VALENCIA. "La ciencia no es objetivo prioritario en la Comunidad Valenciana". Lo dice la vocal del Consell Valencià de Cultura, Ana Noguera. Y lo asegura tras el demoledor informe aprobado por unanimidad que ha realizado esta entidad, en el que se pone de manifiesto el abandono que sufre la ciencia.

Las cifras son explícitas. Como la propia Noguera explica, la inversión que se realiza en la Comunidad apenas supone el 7% nacional, cuando tradicionalmente se ha considerado que esta región debe aportar el 10% al conjunto estatal. La cantidad final del dinero presupuestado para ciencia "se sitúa muy por debajo de la media nacional", dice, y no se alcanzan las cifras que corresponderían "en ningún parámetro estudiado por el Alto Consejo Consultivo". "Además, seguimos alejándonos de las Comunidades más punteras", añade.

En concreto, el informe detalla como la inversión valenciana en investigación y desarrollo era del 1,11% del PIB en 2009, porcentaje que retrocedió al 1,01% solo tres años después. Mientras la media española en el mismo período pasaba del 1,39% al 1,30%. "Hay algunas comunidades por detrás de nosotros", admite Noguera, "pero son las menos".

En este contexto, la actuación de la Administración valenciana no es, una vez más, ejemplar. Más bien al contrario. En la actualidad la Generalitat destina en algunos campos menos fondos a investigación e innovación tecnológica que en 1985. El informe cita como ejemplo que el ahora Instituto Valenciano de Competitividad Empresarial (Ivace), antes Instituto de la Mediana y Pequeña Industria Valenciana (Impiva), contó en 2012 con 10,7 millones de euros, cifra inferior a la que el Impiva recibió en 1985.

Las cifras generales son un poco mejores, aunque tienen su matización. En 2012 la Generalitat invirtió unos 500 millones de euros, que aumentó a 562 en 2013. De ellos, el 73% estuvieron destinados a las universidades y a centros tecnológicos o específicos de carácter público. Es decir, que el apoyo de la Administración va destinado en su mayoría al sector público. "Eso redunda en la mayor debilidad comparativa de nuestra Comunitat, ya que las empresas valencianas están lejos de las restantes de nuestro país en inversión y presencia investigadora", indica el informe del CVC.

Por si fuera poco, los planes estratégicos, siguen sin ponerse en marcha, según denuncia el documento. El plan de choque propuesto desde el Consell, el Plan General Estratégico de Ciencia y Tecnología 2010-2015 (PGECYT), aprobado el 30 de julio de 2010, "lamentablemente fue presentado en plena crisis y no ha llegado a aplicarse".

Instalados en el furgón de cola de la ciencia de Europa, la coyuntura se prevé pésima. Y es que además los institutos tecnológicos, que podrían ayudar a revertir esta situación, no pueden hacer mucho. "Con pagos pendientes de 2010, 2011 y 2012 que ascienden a 65 millones de euros, ven muy menguado su papel en el terreno de la investigación ligada a las empresas", subraya el documento del Consell de Cultura.

¿Qué nos salva? En primer lugar Europa. El estudio del CVC constata que desde los años noventa la mayor parte de la financiación en investigación "procede de los fondos estructurales de la Unión Europea", aunque "sitúa al Gobierno valenciano entre los que menos posibilidades tienen de invertir en ciencia y tecnología".

Y después, las universidades. En la actualidad la investigación valenciana la hace un 60% la universidad y el resto empresas, cuando, señala Noguera, "en el resto de España es justo al revés". Mientras las universidades valencianas consiguen 20 puntos más de presencia que las españolas en el total del gasto investigador, las empresas valencianas invierten 13 puntos menos. "Aquí todavía estamos en la construcción, el Turismo, sin fomentar ni siquiera la investigación en estos campos...", se lamenta.

NUEVE COMPARECIENTES; LA MAYOR REPRESENTATIVIDAD

Para la redacción de este informe comparecieron por el Palau de Forcalló, sede del CVC, el rector de la Universitat de València, Juan Julià; el coordinador institucional del Consejo Superior de Investigaciones Científicas en la Comunitat Valenciana, José Pío Beltrán; el catedrático de Análisis Económico de la Universitat de València, Javier Quesada; el director del Parc Científic de la Universitat de València, Juan Antonio Raga; el director de la empresa de biotecnología Biópolis Daniel Ramón; el secretario general de la Unión General de Trabajadores del País Valencià, Conrado Hernández, y el secretario general de Comisiones Obreras del País Valencià, Paco Molina; el presidente de CIERVAL, José Vicente González; y el secretario técnico del Alto Consejo Consultivo de la Generalitat Valenciana para I+D+i, Manuel López Estornell.

Fue precisamente López Estornell quien en su comparecencia explicó que el principal problema del sistema valenciano de innovación tiene una causa fundamentalmente empresarial, ya que se dan cita "la menor presencia de grandes empresas y su especialización económica en actividades mayoritariamente de bajo y medio-bajo nivel tecnológico", dijo. Es por eso que Noguera, portavoz de la comisión que ha redactado el informe, aboga como objetivo perentorio "cambiar la mentalidad empresarial, aunque para eso es necesario un liderazgo político". 

El informe, que cita en varias ocasiones al valenciano Avelino Corma, reciente Príncipe de Asturias, concluye con una serie de propuestas que se lanzan desde el Consell Valencià de Cultura. Entre éstas se hallan algunas tan previsibles y lógicas como pedir un aumento de las cifras de inversión de I+D en el presupuesto del 2015 y siguientes (Noguera hablaba este miércoles de duplicar inversiones), un impulso al objetivo de aumentar las patentes con carácter internacional, diseñar estrategias colectivas para aumentar los fondos europeos o de otras procedencias o elaborar un informe estratégico del sector de I+D y un plan de objetivos y recursos para propiciar un fin de década más esperanzador.

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