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VALENCIA. El presidente de la Generalitat y líder del PPCV, Alberto Fabra, sigue dando pasos sorprendentes -al menos para una parte importante de su partido- en su camino para ser designado como candidato al Consell en las próximas elecciones autonómicas que tendrán lugar en 2015.

Este martes, el máximo responsable de la formación 'popular' en la Comunitat confirmó a los medios de comunicación haber dado orden de que se trasladara un documento a los dirigentes del partido para que pongan en valor su gestión al frente del PPCV. Una manera de avalar lo realizado por el jefe del Consell a lo largo de esta legislatura e, indudablemente, una forma de buscar que el partido se muestre alineado con su liderazgo de cara a aumentar sus opciones de ser candidato.

Pese al documento que Fabra aseguró ayer haber solicitado, otras fuentes de las cúpulas provinciales matizaron que inicialmente se había pedido a los barones del partido una especie de aval firmado que respaldara al jefe del Consell como candidato. Una tarea que, curiosamente, le fue encargada a la coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, justamente una dirigente que suena con fuerza como posible relevo de Fabra de cara a encabezar la lista. Según informó el diario Levante-EMV, uno de los receptores de la llamada fue el presidente provincial del PP de Valencia, Alfonso Rus, que rechazó respaldar un documento de estas características. 

Las aguas bajaban revueltas este martes en el PPCV. Distintas fuentes 'populares', especialmente las arraigadas en las estructuras provinciales, admitían su "sorpresa" por la maniobra del presidente de solicitar firmas de dirigentes del partido para avalar su gestión, una iniciativa que, a su juicio, podía perjudicarle precisamente en su misión para ser candidato. "En vez de mostrar fortaleza, evidencia debilidad", resumía un diputado autonómico a este diario.

En este sentido, desde las estructuras provinciales mostraron además su escepticismo sobre la posibilidad de que Fabra pueda obtener un respaldo explícito a su candidatura por parte de las direcciones de Valencia, Alicante y Castellón o, si así se lo requiriera, de la propia alcaldesa Rita Barberá. De hecho, como ya informó este diario, no parece el mejor momento para solicitar un apoyo público por parte de los barones provinciales del partido, Alfonso Rus, José Císcar y Javier Moliner, tras el malestar que generó días atrás la postura de Fabra sobre la poca conveniencia de que pudieran compatibilizar su cargo orgánico con las presidencias de las diputaciones.

Pese a esto, ninguna de las fuentes del entorno de los barones provinciales consultadas por este diario quiso pronunciarse sobre si rechazarán firmar el documento hasta haberlo visto y comentado con el presidente. Ahora bien, varios de los dirigentes consultados consideran esta maniobra una medida de presión "improcedente" sobre la dirección nacional del PP, que es la que tiene la última palabra sobre la candidatura de Fabra.

En los últimos días se ha reavivado el debate acerca de las opciones de Fabra como candidato a la Generalitat del PPCV tras las declaraciones ofrecidas por María Dolores de Cospedal al ser preguntada por el líder valenciano. La propia respuesta del jefe del Consell en su momento, fue considerada por varios dirigentes 'populares' como un "desafío" a la número dos de Mariano Rajoy. "Un error estratégico", según coinciden desde las cúpulas provinciales, que el líder del PPCV ha continuado con la solicitud de una firma de respaldo a los barones del partido.