MADRID. El Banco de España insistió ayer en que el sector financiero español debe acometer un proceso de reestructuración "intenso" y adecuarse al nuevo contexto nacional e internacional racionalizando su estructura.
En su último informe de estabilidad financiera publicado hoy, el supervisor explica que en un contexto de estancamiento de la actividad, incremento de la morosidad y de las provisiones para hacerle frente, esta reestructuración "parece inevitable" para las entidades españolas, y en particular, para "las que presentan una mayor debilidad".
Asimismo recuerda que el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) "no solo actuará en caso de producirse tensiones que afecten a una entidad concreta", si no que está concebido para facilitar el ajuste del sector, redimensionarlo y reforzarlo.
No obstante, el Banco de España destaca que las entidades financieras españolas están "en una buena" posición para acometer los "muy exigentes cambios" que está introduciendo el Comité de Supervisión Bancaria de Basilea, que endurecerá los niveles de capital que han de mantener éstas en sus balances en el futuro.
Además, alabó los resultados de los grandes bancos españoles en comparación con sus similares internacionales y añadió que, en conjunto, las entidades de depósito cerraron el año pasado "dando muestras de un fortalecimiento de sus recursos propios".
En cuanto a la reducción de costes, el informe indica que el número de oficinas de las entidades ha descendido desde finales de 2008, aunque advierte de que está todavía "lejos de neutralizar los volúmenes de aperturas previas.
La contracción de la economía española se mantuvo durante el último trimestre de 2009, aunque el ritmo de disminución se fue moderando, una tendencia que, según el supervisor, se mantendrá durante los primeros meses de 2010.
Esta "debilidad de la economía real" también está perjudicando la calidad de los balances bancarios, sobre todo, por la situación del negocio promotor inmobiliario, por lo que cobra especial importancia la gestión de los riesgos derivados de esa exposición, que varían mucho en función de las entidades.
En este contexto, la falta de consolidación de los mercados de financiación mayoristas, a los que tampoco ayudan los problemas de Grecia, conforman una coyuntura difícil para las entidades, aunque las afecta con distinta intensidad, de forma que aunque el sector en su conjunto "tiene medios" para afrontar la situación, la reestructuración de algunas entidades "es inevitable".
La evolución a la baja del crédito al sector privado "es coherente" con la situación económica española, explica el Informe, que añade que es más evidente en el crédito a familias para consumo (-5,4%) y en los concedidos a las empresas de construcción y promoción inmobiliaria (-4,1%).
En cuanto a la morosidad, el supervisor explica que sigue aumentando, aunque a menor ritmo, y que lo hará mientras no mejore la situación de la economía real.
Los ratios de mora son mayores en los sectores más vinculados al ciclo económico, como la construcción y promoción inmobiliaria, que cerró 2009 con una tasa del 9,6%, muy por encima del 3,6% registrado en el conjunto de empresas, en tanto que el sector residente tenía un ratio de impagados del 5%.
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