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VALENCIAS. Las empresas Mediterráneo TV y la recién nacida Beovisión son las dos únicas candidatas al concurso lanzado por la Diputación de Valencia para poner en marcha un servicio de 13 horas diarias de televisión en valenciano, que debe comenzar a emitirse a partir de enero. Tal y como se preveía, ambos canales, los dos únicos autonómicos, son los que pujarán por el contrato de la que popularmente se conoce como Tele Rus en referencia a su gran impulsor, el presidente de la corporación, Alfonso Rus.

Ninguna cadena de ámbito nacional de las que emite en la provincia de Valencia se ha planteado concursar por un contrato que los propios profesionales de la industria audiovisual consideran pírrico. En este sentido, fuentes de la asociación de productores de la Comunitat consideraron este jueves que el hecho de que sólo compitan los canales valencianos es un ejemplo del "escaso interés" que ha suscitado la propuesta de la corporación entre las cadenas profesionales.

El concurso puede además acabar en los tribunales. Fuentes de la Federación de Asociaciones de Productoras Audiovisuales de España confirmaron que esta entidad ha encargado a sus servicios jurídicos que investiguen las cláusulas y contenido del decreto por el cual se convoca el concurso, así como el desarrollo del mismo, para que, si llega el caso, se planteen las demandas judiciales que consideren necesarias.

Desde FAPAE están viendo "con preocupación", dicen estas fuentes, la evolución del concurso y creen que se está produciendo un comportamiento que bordearía la ilegalidad. Es por eso que esta entidad profesional, la más importante de España, no descarta incluso realizar un comunicado público la semana que viene en el que se criticaría el uso de fondos públicos para una propuesta de este tipo.

"Tenemos testigos de que Rus lleva anunciando este canal desde agosto, de que se lo ha dicho a alcaldes y de que les ha explicado cómo se resolvería el concurso. Si al final ocurre lo que él anunció, estaríamos hablando de una actuación gravísima", aseguraron estas fuentes.

RECURSO DE REPOSICIÓN

El concurso de la Diputación de Valencia ha provocado también malestar en la oposición y según confirmaron fuentes de Compromís, esta formación se estaría planteando negociar con el resto de partidos presentar un recurso de reposición conjunto para paralizar así una propuesta que, dijeron, tiene como único fin lanzar un canal de propaganda a mayor gloria del presidente de la Corporación. Ya a mediados de noviembre, cuando se conocieron las intenciones del presidente de la corporación, los grupos de la oposición en Les Corts anunciaron que estudiaban llevar a la Fiscalía la propuesta de Rus ya que puede suponer un "fraude de ley" y una "malversación" de fondos públicos.

El hermetismo con el que la Diputación de Valencia está llevando el concurso es tal que los responsables de la oposición no han podido hacer copias de partes del expediente. "Sólo nos dejan verlo", explicó un diputado provincial. Desde la institución sí se les ha facilitado, por el contrario, el informe favorable de la intervención general de la corporación.

En él se apunta que el contrato, al que se califica de "servicios", tiene como "órgano de contratación competente" a Presidencia, ya que cumple una serie de requisitos como no exceder los seis millones IVA incluido, no sobrepasar el 10% de los recursos ordinarios del presupuesto, ni durar más de cuatro años.

En concreto, el contrato contempla una duración máxima de 18 meses, 12 meses y una renovación de seis. El valor estimado del mismo a los únicos efectos de su tramitación, incluida la eventual prórroga, es de 4,02 millones de euros, 4,87 millones con el IVA. Para 2015 desde la corporación se han reservado 3,24 millones, de los cuales 563.850 euros corresponden a los impuestos, mientras que para 2016 se han presupuestado 1,62 millones de euros de los cuales 281.925 euros son para pagar el IVA.

Uno de los aspectos más llamativos del contrato es que el "único criterio de adjudicación será el del precio", lo que significa que no se tendrá en cuenta la experiencia a la hora de analizar las ofertas, sino la más barata. Esto beneficia al canal Beovisión, que ni siquiera ha comenzado sus emisiones. De hecho, de ser el adjudicatario, habría recibido el contrato de la Diputación sin haber emitido todavía ni un minuto.