VALENCIA. Socialnest, la incubadora de empresas sociales fundada por Margarita Albors, celebró este jueves en el Ateneo Mercantil Social Go!, el evento que clausura su tercer programa de incubación. "Socialnest nació en 2010 con el fin de poner un granito de arena para mejorar el mundo con los emprendedores sociales", destacaba Albors en la rueda de prensa de presentación del evento. "Creemos en el poder de las empresas sociales, entidades o empresas que nacen para tener un impacto positivo en la sociedad".
La intención es ayudar a los emprendedores a mejorar una realidad y lo hacen a través del capital humano. "Les ofrecemos mentorización y una red de personas que creen en estos valores". Ya es el tercer año con el programa en marcha que les ha hecho trabajar sobre retos muy diversos. "Lo que buscamos en el día de hoy es hacer visible el empleo social y acabar con las desigualdades, que van en aumento".
Los integrantes de Fundación Acavall, Nunna online, Sinteno, Reciclean, Háblame de mi, Q'omer BI y El tesoro de Creppi han sido las empresas sociales de esta edición. Ángel de las Heras, promotor del Tesoro de Creppi, aseguraba que emprender no es fácil. "Es más complicado aún cuando no haces cosas que son muy cotidianas y nosotros detectamos una necesidad y nos enfrentamos a ella", apuntaba. "La oportunidad surge cuando te planteas por qué tienes que seguir soportando algo".
De hecho, eso les ocurrió a ellos. Querían cambiar la realidad social de un barrio de Almería con una gran cantidad de actividad pesquera. "Nosotros somos los mejores en intervención social pero nos faltaban herramientas. Y un día nos enteramos de que existía algo que se llama Socialnest y que podíamos hacer nuestra idea una realidad". Ángel asegura que el emprendimiento también pude nacer de personas que no estaban preparadas para ello. "
Enrique Rubio, presidente de Cuadernos Rubio, recordó como su padre montó la empresa. "Llevamos 60 años haciendo los deberes a los españoles", apuntaba. "Mi padre era una persona emprendedora, trabajador de banca y que tuvo la academia Rubio". Pero no se quiso quedar ahí y dedicó su tiempo libre a crear un método. Después de muchas dificultades empezaron a crecer en los 80 donde vendían millones y millones de cuadernos.
"Cuando yo me hice cargo de la empresa hicimos un cambio muy voraz. Yo me encontré con la empresa bastante hundida y decidí hacer una serie de cambios, entre ellos los sociales". Destacaba que la parte social empezó con las donaciones de cuadernos a ONG, a asociaciones y a particulares para educar a los niños. Además, decidieron que sus cuadernos a parte de enseñar caligrafía y cálculo debían de trasmitir valores en sus frases. "Hace siete años desembocó en la creación de la Fundación Cuadernos Rubio".
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.