LONDRES. Los gobiernos de la Unión Europea llevan tiempo infligiendo un castigo sin precendentes a la banca norteamericana, a la que niegan la venta de sus bonos soberanos. En la lista de 'penalizadas' se encuentran tres entidades con las que ha trabajado recientemente el Instituto Valenciano de Finanzas.
Sin cumbres protocolarias ni firmas presidenciales. Desde enero, los ministerios de Finanzas de los principales emisores europeos de deuda estatal han puesto en práctica un acuerdo tácito: relegar a Wall Street en las operaciones de oferta. El conflicto entre la Unión Europea y el centro financiero de Nueva York no será público, pero ya es un hecho.
La cuota de mercado de la banca europea se acerca, en las últimas cifras de febrero, al 90% sobre el cómputo de las diez instituciones encargadas de vender deuda para cubrir las necesidades de crédito de los países miembros de la Unión. Los programas de combate contra la crisis dependen de ello y por primera vez desde 2005, ningún banco de Wall Street ha obtenido más de dos concesiones. Sólo uno, Morgan Stanley, ha logrado infiltrase en la lista, si bien ocupa la novena posición.
Morgan Stanley ha sido precisamente el banco internacional que el Instituto Valenciano de Finanzas (IVF) empleó para la segunda emisión de bonos valencianos en el todavía tierno mercado autonómico de deuda pública. La Generalitat Valenciana colocó entre noviembre y diciembre pasados 264 millones de euros en cuatro paquetes bursátiles diferentes, a los que la agencia de caificación de riesgos Standard & Poor's otorgó la calificación AA con perspectiva negativa (la máxima es la triple A).
CUIDADO CON MR MARSHALL, PRESIDENT
Sin embargo, no fue la primera vez que el IVF flirteaba con Wall Street. La Generalitat ha empleado regularmente a JP Morgan y Bank of America-Merrill Lynch en la venta de sus Notas a Medio y Largo Plazo, junto a otras entidades españolas como Caja Madrid, BBVA y también al británico Royal Bank of Scotland.
La combinación de JP Morgan y Bank of America-Merrill Lynch equivalía en 2009 al 21% de la protección de deuda pública europea. Morgan Stanley y JP Morgan controlaban entonces el 7% del mercado de bonos soberanos europeo. En 2010, los números han caído de manera radical y las entidades financieras con las que las autoridades valencianas acostumbran a negociar, han salido mal paradas. En efecto, JP Morgan ha quedado borrada en el nuevo mapa de transacciones.
Esta vuelta de hoja se ha debido pactar entre Alemania, Francia, el Reino Unido, Holanda y España, porque son los cinco países que copan la venta de eurobonos soberanos, según las estadísticas de la OCDE.
A pesar del silencio oficial, los datos ─a los que Valenciaplaza.com ha conseguido acceso─ son inequívocos. Los valores soberanos europeos están llegando ahora a los parqués internacionales en su mayor parte a través de Deutsche Bank, los británicos Barclays Capital, HSBC y Royal Bank of Scotland, y los franceses Credit Agricole y Société Générale.
En conversación con el periódico de Londres The Guardian, Arlene McCarthy, la vicepresidenta del Comité de Asuntos Económicos del Parlamento Europeo, no ha confirmado ni desmentido la decisión de rechazar los servicios de las entidades bancarias de Wall Street, pero ha dicho que "no podemos contar con ellos para devolver la estabilidad al sistema financero, porque continúan anteponiendo su política de beneficios a todo lo demás".
McCarthy, eso sí, ha sido tajante al criticar a Wall Street: "No confiamos en que los grandes bancos de los Estados Unidos hayan cambiado su cultura de trabajo y desistan tomar riesgos en exceso".
UNA LECCIÓN GRIEGA PARA LAS REGIONES EUROPEAS
La experiencia de Grecia, cuyo gobierno depositó parcialmente la refinanciación de su deuda pública a manos del cíclope bancario norteamericano Goldman Sachs, ha interrumpido en seco los tratos entre el Viejo Continente y Wall Street. Grecia sufre hoy la presión de los mercados y ha de pagar mucho más caro su crédito, una situación que ha alarmado al resto de la Unión Europea.
Zerohedge.com, uno de los blogs profesionales de finanzas más respetados en Londres, ha descrito así este revés a la banca norteamericana, que todavía no se ha pronunciado: "Aunque las pérdidas no son muy altas, si los gobiernos regionales replican el mismo comportamiento, Wall Street llegará a notarlo de forma considerable... y cuando la industria financiera de los Estados Unidos recibe tantos golpes, cada herida cuenta".
Según International Finance Review, Wall Street podría asistir con impotencia a la evaporación de al menos 365.000 millones de euros en comisiones. Pero para ello, el gráfico de los bancos que trabajan con las regiones europeas y organismos sub-estatales (o SSA en el argot financiero) debería asemejarse mucho más al de las autoridades centrales.
Y no es así: en la lista de valores públicos de SSA, aparecen tres bancos norteamericanos con más del 14% de la cuota de mercado. Dos de ellos son JP Morgan y Morgan Stanley, conocidos del IVF que, como otros departamentos financeros de autonomías, regiones y länders en la Unión Europea, deberá ahora replantearse con urgencia sus amistades bancarias al otro lado del Atlántico.
Para una importante porción de la deuda valenciana, que vence en 2015, quizá sea tarde. Pero en economía, cinco años dan para mucho.
Actualmente no hay comentarios para esta noticia.
Si quieres dejarnos un comentario rellena el siguiente formulario con tu nombre, tu dirección de correo electrónico y tu comentario.
Tu email nunca será publicado o compartido. Los campos con * son obligatorios. Los comentarios deben ser aprobados por el administrador antes de ser publicados.