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VALENCIA. Restan seis meses para las elecciones autonómicas y dos para que se den a conocer oficialmente los candidatos del Partido Popular. Mientras en casi todas las fuerzas políticas están afrontando primarias en diversos formatos, la formación que lidera Mariano Rajoy sigue manteniendo su característico control sobre la designación de los cabezas de lista autonómicos. Es decir, la dirección nacional del partido -Génova- se encargará de señalar a los elegidos para encabezar las candidaturas al mismo tiempo y, posiblemente, en el mes de enero.

Desde la vuelta del verano, las dudas se han intensificado acerca de las posibilidades del actual presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, de ser el candidato en mayo de 2015. El jefe del Consell está tratando de mejorar su imagen interna multiplicando sus apariciones junto a los barones más valorados de su partido -almuerzos comarcales con Alfonso Rus y actos con Isabel Bonig, por ejemplo- y, además, viene intentando sacar pecho con la 'línea roja' contra los casos de corrupción aprovechando las dificultades que atraviesan los 'populares' en Madrid. El líder del PPCV también ha utilizado otros ardides para reforzar su posición como aspirante: por ejemplo, y pese a que no es el candidato oficial, se ocupó semanas atrás de diseñar y hacer público su equipo de campaña como dando por hecho que será el cabeza de lista.

El escenario actual, según coinciden distintas fuentes 'populares', es ligeramente mejor para Fabra que hace un par de meses. Tras el verano, las opinión generalizada en Génova era que las opciones del jefe del Consell habían adelgazado sensiblemente. El punto más bajo del líder del PPCV se produjo, posiblemente, a mediados de septiembre cuando la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá, mantuvo un encuentro de más de tres horas con Mariano Rajoy en La Moncloa. Esta cita, de la cual no se hizo público el contenido, se produjo precisamente en un momento en el que Fabra estaba 'tocado' por la negativa del ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, a mantener un encuentro con los empresarios valencianos tal y como se había prometido el presidente de la Generalitat.

CINCO RAZONES POR LAS QUE FABRA DEBERÍA SER CANDIDATO

Los defensores más acérrimos del presidente y también algunos de corte más objetivo, señalan varios motivos que dan peso a la opción de que el jefe del Consell sea el elegido para ser el cabeza de lista.

-Fue la elección de Génova. A las personas en general y a los políticos especialmente, no les agrada poner de manifesto que han cometido un error. El acceso de Fabra al poder fue una decisión de la dirección nacional del partido. Cambiarlo antes de las elecciones evidenciaría admitir su equivocación.

-No hay una razón de peso público para relevarle. Aunque la dirección nacional tuviera el deseo de imponer otro candidato, tendría complicado a día de hoy dar una explicación convincente de los motivos por los que se prescindiría del actual jefe del Consell. No pesa sobre él ninguna causa judicial y, de hecho, ha sido uno de los dirigentes 'populares' más combativos en las medidas contra los casos de presunta corrupción.

-La 'línea roja' gana fuerza. Es una de las señas de identidad del presidente a lo largo de la legislatura. Le ha creado muchos problemas internos aunque también ha encontrado aliados en este punto, como el líder provincial del PP de Alicante y vicepresidente, José Císcar, quien también ha impulsado cláusulas similares en su área de influencia. En Madrid han dejado entrever en el pasado su desacuerdo con la 'línea roja' -destitución de cargos imputados en procesos relacionados con la corrupción-. Sin embargo, el azote para Génova de los últimos casos como la 'Operación Púnica' y los malos sondeos publicados recientemente han reforzado la dura posición de Fabra.

-Génova no tiene a un sustituto de garantías que quiera presentarse. Y lo que es peor, no parece que pudiera existir una gran mejoría de un candidato respecto a Fabra. Se ha especulado que en Madrid se habrían planteado opciones como el ministro José Manuel Margallo, Rita Barberá, Esteban González Pons, o incluso un tándem formado por estos dos últimos (para Generalitat y Alcaldía de Valencia, respectivamente). Según distintas fuentes del partido, ninguno de los tres desea afrontar este reto.

-La inconveniencia de 'quemar' a un dirigente de futuro. Esta es otra de las teorías que circulan dentro de los corrillos 'populares. La coordinadora general del PPCV, Isabel Bonig, está siendo observada con interés aunque se admite que tampoco garantiza unos resultados. Por otro lado, también gusta a determinados  'pesos pesados' de Madrid como el citado Margallo la portavoz del Consell, María José Catalá. Ahora bien, imponer a una candidata de estas características con la previsión de obtener un resultado muy inferior a 2011 y no poder gobernar podría comprometer a posteriori su liderazgo y la labor de oposición que pudieran realizar.

CINCO RAZONES POR LAS QUE FABRA NO DEBERÍA SER CANDIDATO

En Madrid, no son pocos los que creen que nombrar a Fabra presidente de la Generalitat y líder del PPCV fue un error que debería enmendarse antes de los comicios. Esta tesis también tiene unos cuantos seguidores -algunos altos cargos- de la formación en la Comunitat Valenciana.

-Relación muy fría y apoyo muy endeble por parte de Génova. Fundamental. Fabra no ha conseguido estrechar lazos con la dirección nacional del partido: unas veces los errores del propio presidente, otras la excesiva flema de Madrid y, en ocasiones, simplemente la mala suerte, han causado una serie de desencuentros de difícil resolución.

-Desconfianza. Denuncias sobre su entorno personal y descontrol en el partido. La etapa de Serafín Castellano como secretario general del PPCV nombrado por Fabra pese al rechazo de otros barones del partido, así como los roces de algunos altos cargos con la mano derecha del presidente, la secretaria autonómica de Coordinación, Organización y Relaciones Institucionales, Esther Pastor; abrieron unas batallas internas que se libraron en los medios de comunicación y que incluso saltaron a medios nacionales para disgusto de Génova. Aunque esta situación ha mejorado en los últimos tiempos con la salida de Castellano y la entrada de Bonig, si desde Madrid tomaran la decisión de elegir a otro candidato no parece que ningún referente del PPCV pusiera el grito en el cielo.

-Dudas de su capacidad al frente del Consell. El caso del cierre de RTVV, que atraviesa ahora un momento de extrañeza generalizada tras las últimas declaraciones del presidente Fabra, es un ejemplo de que el jefe del Ejecutivo valenciano puede adoptar decisiones que generan desconcierto. Unos ecos que llegan a Madrid y que, a juicio de diversos dirigentes 'populares', contribuyen a una imagen de gestión improvisada que no agrada en Génova.

-Cristóbal Montoro. El ministro de Hacienda se ha convertido, por sí solo, en un factor de animadversión para el Consell y, por consiguiente, para el propio Fabra. Los rifirrafes por la financiación autonómica, el impuesto a la banca, las inversiones territorializadas o la cita con los empresarios valencianos prometida por Fabra para julio y que todavía no se ha producido, son algunas pinceladas que dibujan cuál ha sido la relación entre el ministro y el Gobierno valenciano a lo largo de la legislatura. De hecho, Montoro envió un recado a los incumplidores del déficit que bien podría valer para la Comunitat Valenciana. "Quien no entienda que cumplir el déficit nos saca de la crisis no debería concurrir a las elecciones en mayo".

-Un candidato para pilotar la transición. Este argumento es utilizado por los dirigentes partidarios de dar salida a Fabra. Al margen de la posible mejoría -aunque la mayoría coinciden en que la horquilla no será demasiado alta- que pueda darse con algún otro candidato, a Madrid podría convenirle fijar ya a un candidato que pilotara la transición de una posible derrota y que tuviera capacidad para hacer una oposición dura para arrastrar votos en las elecciones generales del año que viene donde Rajoy se la juega. En este sentido, algunos altos cargos del partido opinan que, por poco que otro candidato pueda mejorar las prestaciones de Fabra, merece la pena intentarlo por si ello contribuyera a amarrar alguna alcaldía importante o incluso alguna de las diputaciones.

Así pues, estos son los principales argumentos a favor y en contra que circulan en el PP sobre la posible candidatura de Fabra. Una decisión que, de no adelantarse, tendrá lugar probablemente en el mes de enero y que tomará el máximo responsable de la formación 'popular', Mariano Rajoy. Precisamente en esto se escudan algunos de los partidarios del presidente Fabra para asegurar su continuidad: el carácter generalmente inmovilista del líder que, no obstante, en más de una ocasión ha dado una sorpresa como ocurrió en el cambio de este mismo año en Andalucía.

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