VALENCIA (EFE). Thyssen podría ser socio industrial de la nueva compañía de Ros Casares que surja del acuerdo con la banca para capitalizar la deuda, actualmente en negociaciones para el rescate del grupo industrial, pero no sería partícipe del accionariado.
Se trata de una posibilidad que se está manejando en las negociaciones que ha iniciado Ros Casares con la banca dentro del denominado proyecto Fénix para que las entidades financieras se queden con el control del capital de la empresa para que ésta pueda seguir adelante, han informado a EFE fuentes próximas al proceso.
Además de las empresas afectadas -Thyssen Ros Casares y Ros Casares Centro del Acero- el grupo industrial siderúrgico ha pedido a la banca una solución para el resto de sociedades que no están dentro de la negociación, con la finalidad de darles viabilidad aunque no sea mediante la aportación de liquidez.
Esas soluciones podrían ser su apoyo a convenios, aplazamiento de los pagos o a través de quitas de la deuda, que en el conjunto del grupo asciende a unos 230 millones de euros.
Según la empresa, la banca ha propuesto llegar a controlar entre el 80 y el 90 % de las acciones de Ros Casares, pero esta proposición no ha sido aceptada todavía y dependerá de las condiciones que se establezcan para recuperar esa participación cuando mejore la viabilidad de la empresa.
Ros Casares quiere alcanzar un acuerdo lo antes posible, para no deteriorar más la financiación, y espera que a partir de la próxima semana las negociaciones avancen más rápido y se vaya concretando el acuerdo.
Las empresas que se negocian dentro del proyecto Fénix están dedicadas a productos planos (chapas), un mercado para el que se prevé un crecimiento a corto plazo por el lado del sector de la automoción.
En cuanto al resto del sector de la siderurgia, la compañía valenciana es optimista y considera que, aunque de forma más lenta, en pocos años comenzarán a crecer fuera de España, dado que existen proyectos internacionales de desarrollo de obras.
Las negociaciones son a tres bandas entre Ros Casares, su socio Thyssen y la banca (en el proyecto Fénix se integran los seis grandes bancos españoles: Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia, Popular y Sabadell).
Ros Casares ha destacado que el rescate de la banca para empresas viables se trata de una iniciativa positiva ya que ayuda a negociar con las entidades financieras y es una vía más sencilla, aunque señala que todavía no se ha constituido formalmente.
Si finalmente Ros Casares alcanza un acuerdo con la banca, se convertiría en la cuarta empresa en entrar a formar parte del proyecto Fénix.
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