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VALENCIA. "Son gente muy seria y muy limpia (en los negocios). No van a regatear nunca. Si les interesa no te discuten el precio. Cumplen su palabra siempre y no financian nada. O bien se traen financiación de su país, o te lo pagan al contado con una transferencia que normalmente es fruto de sus ahorros por acciones de toda la vida o de activos financieros".

Así ha descrito para Valenciaplaza.com el perfil de sus compradores suecos y noruegos Damián Navarro, delegado en Benidorm de Engels & Völkers, la mayor compañía inmobiliaria alemana, líder en la intermediación de inmuebles de alto standing en el mundo y con 64 tiendas en España (nueve en la Comunitat Valenciana).

"Vienen aquí porque estamos en ciclos económicos distintos, aquí llegan con un cambio excepcional para su moneda, con 50 o 55 años, y les encanta el clima y la calidad de vida para retirarse", según Navarro. Además "están pensando en su futuro y están encontrando ofertas increibles con unas caídas medias de precios inmobiliarios de entre el 40% y el 60% de sus máximos".

Su experiencia le lleva a afirmar que "buscan calidad. No quieren casas para reformarlas, sino apartamentos de dos dormitorios en primera línea de playa (en Altea, l'Alfàs del Pi o Torrevieja) por entre 180.000 y 200.000 euros, o chalets unifamiliares con su parcela (en l'Alfàs, l'Albir o La Nucia) por entre 350.000 y 650.000 euros".

Y reconoce que forman comunidades cerradas, aunque muy participativas, en localidades como l'Alfàs del Pi, donde participan activamente de la política, tienen clubs deportivos, culturales, etc.

Por último, Damián Navarro insiste en que es clave y todo ésto no sería posible sin las excelentes conexiones aéreas que permite el aeropuerto de l'Altet, en Alicante: "Tengo clientes que incluso trabajan cuatro días en su país, en profesiones liberales o de empresarios y pasan el resto de la semana aquí", concluye.