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VALENCIA. El Consell ha incluido en los presupuestos de su empresa pública Ciudad de las Artes y las Ciencias una partida de ingresos de 191 millones por concepto de "enajenaciones y otras", un apartado de las cuentas de esta sociedad que el año pasado estaba a cero.

Todo apunta a que se trata de la conocida como parcela M3, la reserva de espacio de suelo en la que se proyectaron los fallidos rascacielos diseñados por Santiago Calatrava que nunca se construyeron. La Conselleria de Hacienda había optado por no incluir en el presupuesto de 2014 esta previsión de ingresos ante la evidencia de que nadie estaba interesado en ella.

Sin embargo, las dificultades del Consell para cuadrar unos presupuestos con un déficit del 0,7% ha obligado al conseller Juan Carlos Moragues a retomar esta opción sin que se hayan producido novedades sobre supuestos interesados en ella.

De hecho, el Conell trató de incluir este suelo en el proceso de privatización de parte de la gestión de Cacsa, pero finamente desistió.

La aventurada previsión de ingresar esos 191 millones por enajenaciones de activos supondrá, sobre el papel, que Cacsa tendrá beneficios de 146 millones en 2015, cuando normalmente tiene unas pérdidas de unos 50 millones.

SIN NOTICIAS DE LOS CÁNONES DE LA PRIVATIZACIÓN

En la previsión de la cuenta de pérdidas y ganancias de Cacsa para 2015 no hay ninguna magnitud que incluya, al menos aparentemente, los ingresos que sí tiene previstos la sociedad por la privatización de la gestión de L'Agora y L'Oceanogràfic. En este primer ejercicio con nuevas condiciones, la empresa pública debe ingresar del concesionario que se quede el negocio un canon de al menos 600.000 euros (puede ser mayor si lo ofrecen para mejorar sus opciones) y al menos un 55% del beneficio operativo que obtengan en cada ejercicio. Cacsa también exige al menos el 20% de los ingresos por las actividades secundarias que también forman parte del concurso (restauración, venta de mercadotécnia...). Además, abre la puerta a un tercer canon anual de carácter indefinido que pueden ofertar las empresas para mejorar su oferta.

Aunque el plazo para presentar ofertas no acaba hasta el 12 de diciembre y la previsión es que no se adjudique hasta finales del primer trimestre, lo cierto es que Cacsa debería incluir este dato, puesto que solo con el canon de arranque y los variables (aunque la concesionaria pierda dinero deberá ingresar un mínimo anual) llegarán en 2015.

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