VALENCIA. "Invito a subir a la gente a Andilla. Es increible la capacidad de regeneración del monte mediterráneo. Si no le ves no lo crees, pero es una realidad. Ya se aprecia una auténtica cubierta vegetal, con pequeños pinos donde antes todo era negro". Así describe el alcalde de Andilla, Jesús Ruiz, la esperanza de vecinos y residentes ante esos incipientes brotes verdes que se aprecian en la mayoría de zonas devastadas por el fuego hace poco más de dos años.
Y ante esta realidad, y con el consenso que dice disponer de la población, el primer edil no escatima en argumentos para defender la retirada de la madera quemada. "No nos vale esa teoría de no tocar las cosas. Tenemos demasiados ejemplos negativos como Bejís o nuestro propio municipio y estamos convencidos de que no es la opción correcta. Si hay mucha acumulación de árboles quemados se cierran sendas, caminos... Si hay una tormenta y un fuerte corrimiento de tierras caen los árboles, y si hay demasiados se acumulan y no se puede ni transitar". Por ello han optado por una retirada, aunque matiza que es "selectiva", que "hay que dejar un porcentaje mínimo" para que se descomponga y pueda alimentar ese manto verde.
En opinión de Jesús Ruiz, después de la retirada viene la segunda fase y para ello ha pedido ayuda a la administración. "Se nos han ofrecido empresas para apadrinar zonas, pero en vez de venir a plantar árboles haremos clareos; es decir, dejaremos algunos pinos y limpiaremos alrededor". Y como colofón ha advertido que "no nos vamos a quedar de brazos cruzados a que pasen dos generaciones".
Pero los expertos no acaban de coincidir con esta visión. Juli Garcia Pausa, profesor de la Universitat de València y miembro del Centro de Investigaciones sobre Desertificación CIDE, de Valencia, y del Centro Superior de Investigaciones Científicas CSIC, ha explicado a Valenciaplaza.com preguntado por los trabajos de Andilla que "a priori muy beneficiosos no deben ser". En su opinión "la entrada de máquinas siempre es negativa para el suelo y desde el punto de vista ecológico siempre es aconsejable retirar la mínima madera, únicamente la cercana a los caminos y en puntos de posible peligro, porque la madera quemada ayuda a regenerar el terreno, porque entra más fauna, se depositan semillas, ayuda a preservar la humedad, etc".
Garcia Pausa ha señalado que entiende "que para la gente del pueblo sea feo ver toda la montaña negra y es verdad que estéticamente queda mejor si se retira la madera y queda todo verde. Pero biológicamente no tiene sentido. Como mucho puede ser un punto de vista económico y sociológico".
Además ha insistido en que "en otros paises no pasaría". Y cuando se le ha requerido su opinión sobre la supervisión que la Generalitat está llevando de todo el proceso ha dicho que "no sé qué hace. Ya sabemos cómo está la administración y la situación de mínimos en que tiene a la Conselleria de Medio Ambiente". El investigador ha asegurado que la administración valenciana "no está consultando con expertos" y ha concluido que "es una cuestión de prioridades, y para este gobierno no lo es conservar la naturaleza".
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