VALENCIA (EFE). Una empresa valenciana ha desarrollado una tecnología que, mediante cámaras termográficas con sensores infrarrojos y de forma "no invasiva", miden la temperatura corporal y permiten detectar a posibles afectados por enfermedades infecciosas como el ébola por presentar fiebre alta.
La firma Ngaro, situada en la localidad valenciana de Manises, está especializada en el desarrollo y comercialización de sistemas inteligentes de vigilancia y control basados en visión infrarroja que ya se aplica en centros hospitalarios para hacer diagnósticos, según ha explicado hoy a EFE su jefe de producto, Jacinto Dobón.
Desde hace cerca de diez años desarrollan algoritmos de detección basados al 100 % en tecnología térmica destinada a la protección de infraestructuras e instalaciones, frente a actos de terrorismo, robo, sabotaje, incendio, accidente, intrusión o cualquier otro tipo de amenaza identificable por su firma térmica.
Otra de sus aplicaciones es la identificación a través de las cámaras de aquellas personas que tienen una temperatura corporal que puede hacer sospechar que tienen fiebre, lo que permitiría detectar en aeropuertos, puertos o empresas a posibles afectados por enfermedades infecciosas, como el ébola, sin causar alarma ni tener que hacer mediciones de uno a uno.
Las cámaras termográficas toman más de veinticinco imágenes por segundo mediante píxeles con información de la temperatura; cuando se supera la temperatura mínima programada para establecer la señal de riesgo, una alarma alerta.
Estas imágenes pasan a un software que permite identificar a las personas con riesgo a las que sería necesario realizar un control sanitario aislándolas de las demás.
"Es una medida que como mínimo es preventiva, ya que si no llega nadie con una temperatura por encima de 36 grados no es necesario desencadenar el pánico aplicando el termómetro a cada una de las personas", según Dobón.
Aunque no han recibido aún solicitud alguna por parte de autoridades aeroportuarias interesándose por el producto, Dobón ha señalado que cuando comenzaron a extenderse los casos de Síndrome Agudo Respiratorio Severo (SARS), conocido también como gripe, sí que fueron usadas en algunos aeropuertos internacionales aplicaciones de la termografía infrarroja.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) solicitó el pasado mes de agosto que para evitar la propagación del ébola se aumentaran los controles en los aeropuertos, así como que sanitarios tomaran la temperatura y aquellos con fiebre fueran examinados para tratar la enfermedad.
La Unión Europea (UE) celebró el pasado jueves una reunión con ministros de Sanidad de los países miembros, para implantar controles de temperatura, como hace EEUU, a los pasajeros de los vuelos procedentes de países africanos afectados por ébola, como Liberia, Sierra Leona y Guinea Conakry, aunque no se llegó a un acuerdo.
Ngaro aplica esta tecnología para el control de intrusión en fronteras terrestres, la detección de incendios forestales o en áreas de almacenamiento de materiales combustibles, la vigilancia perimetral terrestre y marítima de grandes instalaciones militares y vigilancia de espectáculos pirotécnicos.
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