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emprender también es fracasar

FuckUp Night Valencia Vol. 2: "Yo quería cambiar el mundo, no arruinarme"

E. PASTOR. 16/10/2014 Javier Echaleku, de Kuombo, Paco Tormo, de Singularu, y Eduardo Escartí, de Navilo Mobile, contaron sus grandes metidas de pata como emprendedores



VALENCIA.  "Yo quería cambiar el mundo, no arruinarme, y fue bastante duro". Esta fue una de las reflexiones de Javier Echaleku, CEO de Kuombo, y uno de los ponentes del segundo FuckUp Night Valencia, un evento con cita mensual en Las Naves, que se celebró este miércoles, y que busca sacar a la luz todos los errores emprendedores que tanto apuro les da a algunos de ellos contar.

La mayoría de éxitos han sido precedidos de fracasos que en muchas ocasiones se intentan ocultar para no romper ese clima perfecto del emprendedor. Sin embargo, son muchos los que acaban K.O. después de poner en marcha una empresa, pero en la mayoría de casos las causas no salen a la luz para enseñar en qué se equivocaron.

Echaleku insistió en la necesidad de tener determinados valores a la hora de poner en marcha una startup, algo que él no experimentó en su primera experiencia emprendedora. Para explicar su paso por el mundo emprendedor hizo un símil con el boxeo, un deporte que practica y que ha ido a la par con su trayectoria en el emprendimiento. "En toda esta vida he comparado siempre el montar una empresa con el deporte de competición", explicaba.

"Dicen que mola lo de emprender y cada vez lo tengo menos claro. Nos han engañado y es igual de duro que el boxeo", destacaba.  Cuando montó su primera empresa tenía el sueño de "forrarse" y de hacer grandes cosas para cambiar el mundo. "Me di cuenta de que había que había que desearlo y no sé si lo deseaba tanto". "Pero a veces confundimos querer algo con desear y para eso hay que renunciar a muchas cosas", insistía.

Montó una empresa, facturaron más de cuatro millones de euros, firmaron un contrato de exclusividad con una empresa de calzado y luego se arruinó. "Aprendí que fue porque realmente no lo había intentado de verdad", destacaba. "Me llegó todo muy de golpe, todo el mundo nos envidiaba  pero ahora desde la distancia me doy cuenta de que era como si estuviéramos jugando". Su sensación es que no estaba comprometido verdaderamente. Hacía falta más compromiso y él no lo entendió en ese momento.

Tras esta caída trabajó durante varios años por cuenta ajena, "como cuando un jugador cuelga los guantes". "Cómo molaba ser emprendedor hasta que me pegué el trompazo".  Entonces pensó que ya no era tiempo para él, que quien emprendía era la gente joven y que nunca más volvería hacerlo. Pero finalmente lo hizo, págo la deuda y montó una nueva empresa. "Me apetecía salsa y me dijeron que estaba loco", destacaba. Entonces nació Kuombo, aunque con otro nombre. Empezaron a salir a vender, vieron que la gente reaccionaba pero el trabajo fue duro ya que Echaleku se formó con dos másters, asistía a todos los eventos y trabajaba muchas horas porque quería hacer algo importante. "Hay que ponerse en forma, sino es imposible".

PACO TORMO: "EL MERCADO ES UN TROLL"

"Emprendí porque no quería ser uno más", apuntaba Paco Tormo, CEO de Singularu. Entonces montaron VetBoard, un cuadro de negocio a modo de SaS para las cuentas de las clínicas veterinarias. "Era como un excel multiplicado por mil. Aunque los vendedores de productos para los veterinarios decían que la herramienta era espectacular, los veterinarios no entendían de qué hablaban. "Les preguntábamos como llevaban la contabilidad y nos decían que con lápiz y papel", apuntaba.

No estaban dispuestos a pagar 99 euros al mes a pesar de que les aseguraban que sus ventas aumentarían un 20% al mes. "Gastamos 12.000 euros en el desarrollo y no vendimos nada, no encontramos el encaje producto mercado porque los veterinarios no lo entendían", explicaba. Entonces se quedó sin dinero y buscó un trabajo pero le seguía llamando la atención lo de emprender. "

"Mi familia me decía que cuál era ese proyecto con esa gran idea con la que me iba a comer el mundo", bromeaba. "La lección que aprendí fue que cuando empiezas a trabajar un proyecto esperamos que el mercado nos de las gracias y nos dé el dinero pero el mercado es un troll" apuntaba. "Hay que empezar por el puesto de limonada, luego pasar a vender la moto y si se ve que el producto puede ser la bomba luego pasar a desarrollarlo", destacaba.

"No desarrolles algo que nadie quiere". En Singularu lo hicieron con esta fórmula. "Pusimos la página web y nos pidieron unas alianzas de boda, no sabíamos ni a quién pedírselo pero nos fuimos a un joyero y lo fuimos construyendo".

 

EDUARDO ESCARTÍ: "EL 'FUCK UP' SOLO ES MALO LA SEGUNDA VEZ QUE LO REPITES"

Eduardo Escartí, CEO de Navilo Mobile, no lleva tanto tiempo en el mundo emprendedor por eso decidió contar sus fracasos en su vida laboral. Estudiante de teleco en Valencia, en 2006 se fue a Viena de Erasmus. "No me llamaba nada en España y me puse a buscar trabajo", explicaba. Por eso, en enero de 2009 consiguió trabajo en desarrollo de software para productos de automoción en Berlín.

"Estaba yo sentado en mi segundo día de trabajo programando y un compañero se acerca y me dice que está mal y  que no va a funcionar", apuntaba. "Eso me hizo perderle el miedo y me enseñó que el fuck up solo es malo la segunda vez que lo repites". En esta misma empresa desarrollaron una aplicación que alertaba de los cambios de carril. Pero el equipo que formaron no encajaba. "Yo seguí haciendo lo mío pero un equipo es un equipo, todos formamos parte de un fuck up y nunca tiene un único responsable", destacaba.

Entonces decidó volver a España y en 2013 crearon, aunque aún sin éxito, la red social para gimnasios. "Practicad mucho la crítica y la autocrítica porque es lo que no os va a hacer repetir los errores, igual que yo no supe elegir el equipo adecuado para realizar ese proyecto.", destacaba.

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4 comentarios

17/10/2014 21:14

Buenas noches Irene Moscardo: muy buena su web.Un saludo Alejandro Pillado Marbella 2014

Irene Moscardó escribió
17/10/2014 18:21

estamos preparando una mesa redonda sobre cómo financiarse, crowdfunding y buscarse la vida fuera de España. No concocía el Fuck up y me gusta mucho la idea. Gracias por compartir!

16/10/2014 17:33

Buenas tardes: cuando uno es un emprendedor nato la sigue y la sigue hasta que lo consigue. Hay momentos de desalientos,otros en que te quedas sin un duro,otros en que debes volver a "casa de tus padres" pero, cuando lo consigues "sabe a gloria" Un innovador lo es a los 20 o la 65 (mi caso) lo suyo en Austria me recuerda a lo mio en Alemania en 1975 había creado en Hoffmaister(Westafalia) un sistema de control de material lo pusieron en practica y me dijierón "deje ya de inventar cosas porque de su puesto actual no pasará" cogí mis cosas pedí "la cuenta" y me largue.- Un saludo y duro los boxeadores se caen una y otra vez hasta que pegan en el mentón y....ganan.- Alejandro Pillado Marbella 2014

Fran escribió
16/10/2014 10:46

Se habla mucho de emprendedores, pero lo cierto es que de cada cien sale uno, en su caso , que no fracasa , pero en el camino han dejado dinero y muchas ilusiones. La pena es el duro y penoso paro que algo habrá que hacer para solucionarlo, y en esto, tienen mucho que ver los políticos. Ayudar, contratar y promocionar a quienes están dispuestos a trabajar, a emprender, pero , sobre todo, a que no tengan que conocer para que les den un trabajo por muy buen curriculum que tengan.¡Qué lástima!

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