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VALENCIA. Un sondeo electoral se elabora en dos fases distintas: la encuesta a los participantes y la interpretación posterior de sus respuestas. Es lo que se conoce como la cocina. Esa elaboración de los datos brutos es necesaria, puesto que tradicionalmente las respuestas directas de los encuestados pueden estar mediatizadas.

Ejemplo: un partido nuevo y muy activo suele tener un fuerte respaldo a la pregunta directa de a quién va a votar, algo que no ocurre con partidos más consolidados o con problemas de imagen pública, que hacen que sus votantes se muestren menos visibles aunque al final les voten en la urna.

Esta es, al menos, la escuela tradicional de concina demoscópica. Pero la complejidad del escenario político español y en especial en la Comunitat Valenciana hacen que predecir el comportamiento del electorado. En la encuesta de Metroscopia para El País, publicada este fin de semana, se dieron las siguientes previsiones en el caso de las elecciones autonómicas se celebrarn ahora: PP, 29,9%, PSPV, 25,8%, Podemos, 15,3%, Compromís, 13%, Esquerra Unida, 8,4%, y UPyD, 3%. 

Estos porcentajes arrojarían un parlamento con 32 diputados para el PP, 29 para el PSOE, 17 para Podemos, 14 para Compromís, y 7 para EUPV (UPyD se queda fuera).

Pero, ¿qué contestaron los 1.500 encuestados que participaron en el sondeo de Metroscopia?

Los datos brutos sin la cocina son sustancialmente direferentes. La intención de voto directa ofrece estos resultados para la Comunitat Valenciana: PP, 11%, Podemos, 10,4%, PSPV, 9,6%, Compromís, 8,4%; EUPV, 4,6%, UPyD 2,2%. La gente que tiene claro a qué partido votará es el 54%. Cuando al resto se le pregunta por el partido con el que simpatiza aunque no tenga claro que le va a votar, (intención de voto más simpatía), se produce un incremento en los mayoritarios (que aumentan casi décimas PP y PSOE) pero también entre dos y tres décimas el resto, lo que significa que los indecisos están muy repartidos.


Naturalmente, estos datos en bruto solo sirven si se cocinan. Sin esa interpretación -y no es única, cada empresas demoscópica podría analizarlos de forma distinta- tienen poco sentido. En todo caso, las cifras ofrecidas por Metroscopia este viernes en su blog de El País, arrojan algunas curiosidades. Así, en la provincia de Valencia, Podemos se convierte la primera fuerza política con el 11% de intención de voto. En intención directa más simpatía tiene el 13,3% pero ya se ve superado por el PP (10,2% y 14,7%). Compromís en intención de voto directa empata con el PP, aunque en simpatía cae. El PSPV sería la cuarta fuerza, pero al sumar la simpatía asciende más que nadie supera a Compromís.

En Castellón, la primera fuerza política según la intención de voto es el PSPV 14,6% en intención de voto y con simpatía se va al 19,4%. El PP con 10,7% sufre un voto oculto de más de cinco puntos, puesto que en voto más simpatía se va al 16,1%. En Alicante el PP es donde mantiene su dominio en todos los parámetros. 

Finalmente el dato más llamativo de la encuesta es el supuesto hundimiento de UPyD. Con 2,2% de intención de voto directa (3,3% en voto más simpatía) quedaría fuera de Les Corts, puesto que ni con una cocina generosa alcanzaría el 5% necesario. En Alicante, un territorio que le ha sido especialmente afín, obtiene su peor dato. En todo caso, solo son encuestas.  

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