Desde la vicepresidencia se informó de lo sucedido al entorno del jefe del Consell, empezando por el secretario autonómico de Comunicación. Otros referentes del partido terminaron por conocer el caso e incluso llegaron a mencionárselo a Alberto Fabra
VALENCIA. El supuesto interrogatorio en dependencias policiales a un asesor de prensa del vicepresidente del Consell, José Císcar, ha enredado más si cabe el llamado caso del topo, ahondando en la profunda desconfianza existente en el entorno de Alberto Fabra hacia el número dos del Ejecutivo.
Según ha podido saber este diario, en Presidencia de la Generalitat conocieron que se había producido el citado interrogatorio, al menos a los pocos días. No obstante, no se tomó ninguna decisión visible en ese mes de julio ni se emprendieron acciones como las que ahora, una vez divulgada la noticia en los medios de comunicación, se han puesto en marcha.
Caber recordar que el conseller de Gobernación, Luis Santamaría, ha abierto una investigación de carácter "reservado" que podría estar terminada la próxima semana. Pero, ¿por qué no se investigó la actuación en el momento en que se tuvo conocimiento?
El relato hasta ahora conocido, según distintas fuentes del Gobierno valenciano, señala que el jefe de seguridad de Fabra, el número dos de la Policía Autonómica Rafael Piqueras, se presentó en el despacho del responsable de prensa de Císcar, Juan Botella, para, tras identificarse, comunicarle que estaba siendo investigado "por un delito muy grave" y solicitándole que le acompañara a la comisaría, algo a lo que el asesor de prensa accedió, según las fuentes consultadas, "sorprendido" y "con la intención de colaborar".
En el interrogatorio, como ya ha trascendido, el oficial presuntamente acusó a Botella de tener relación con la filtración de documentos a la prensa que viene produciéndose en los últimos meses. El agente le presionó con amenazas, hecho que Botella ha transmitido este viernes en su declaración a la comisión que se encuentra investigando el caso. Piqueras hizo el interrogatorio en solitario sin presencia de más policías ni asistencia judicial y durante el mismo le habría exigido a Botella que confesara ser el topo o proporcionara información sobre el mismo
Dos horas después de haber abandonado su despacho, el asesor de prensa regresó a su puesto y puso en conocimiento lo sucedido al vicepresidente de la Generalitat, José Císcar, quien se mostró "escandalizado" por el relato de su colaborador, con quien conversó sobre la posibilidad de emprender algún tipo de acción legal.
Al día siguiente, el jefe de seguridad de Fabra volvió a contactar con Botella, esta vez por teléfono, para preguntarle si tenía información para él. El asesor repitió que no sabía nada del llamado topo y la conversación se tornó "agria", según relatan funcionarios conocedores del hecho, hasta que concluyó "de malas maneras". A renglón seguido, el asesor de Císcar acudió a un notario para levantar acta de los sucedido.
Asimismo, redactó su carta de dimisión. Es entonces cuando el secretario autonómico de Comunicación, José Luis Torró, fue avisado de la situación, y junto al vicepresidente Císcar, convencieron a Botella de que no renunciara a su cargo. Fuentes del Gobierno valenciano admiten que estos hechos fueron puestos en conocimiento -si es que no lo eran ya- del resto de la cúpula de Presidencia, incluido Alberto Fabra.
De hecho, otros referentes de la formación 'popular' como Alfonso Rus o Juan Cotino, acabaron teniendo constancia de lo ocurrido, e incluso alguno de ellos se lo mencionó al propio jefe del Consell, según relatan las citadas fuentes. Otros altos cargos aseguran que el interrogatorio era conocido ya en septiembre por buena parte de la cúpula del partido, entre los que se encontraría la alcaldesa de Valencia, Rita Barberá.
Ahora, el caso se encuentra a la espera de que concluya la investigación abierta por orden del conseller de Gobernación, Luis Santamaría. Mientras, el diario Levante-EMV informaba este viernes de que en Presidencia, donde no desmienten que se haya producido el citado interrogatorio, aseguran haber 'cazado' al topo. Por otro lado, en Las Provincias se apuntaba a que podrían existir más casos como el vivido por el asesor de prensa de Císcar.
Un embrollo del que Presidencia deberá dar explicaciones cuanto antes, puesto que la opinión generalizada dentro de la formación 'popular' y del Consell es que este tipo de acciones se realizaron si no bajo la orden del Palau, sí con el conocimiento de las mismas por parte del entorno de Fabra que, según las distintas fuentes consultadas por este diario, habría sabido del suceso mucho antes de que se hiciera público por los medios de comunicación.
¿Y quien lo interroga a el? NADIE es como un "muerto-viviente" que camina esperando que alguien acabe con su "sin vivir".Es penosa su imagen.- Alejandro Pillado Tarifa 2014
El Presidente Fabra conocía muchas cosas y en lugar de regenerar su partido se dedicó a poner cara de sorpresa con cada imputación y a perseguir al topo. Ahora el PPCV busca su relevo y Mariano sigue tapándose la nariz para mirar a la Comunidad Valenciana.
Los ayudantes del presidente: EP, RS, CM van a hundir al presidente y al Consell, animo!!!!!
La descomposición de un régimen. Los Soprano, Uno de los nuestros, Scarface, Casino, Donnie Brasco, Los intocables de Eliot Ness..... Son tan patanes que ni a mafiosos llegan, más bien a Anacleto agente secreto...
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