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VALENCIA (EFE). El hospital La Fe de Valencia está preparado para realizar el primer trasplante de útero en España, avalado por el éxito del primer caso de una paciente de Suecia, y cuenta ya con una treintena de candidatas que han solicitado someterse a esta intervención.

Así lo asegura el ginecólogo César Díaz, del área de Salud de la Mujer del hospital La Fe, que ha formado parte del equipo del hospital Universitario Sahlgrenska de Gotemburgo (Suecia) que ha posibilitado por primera vez que una mujer, de 35 años de edad, haya dado a luz a un bebé tras recibir un trasplante de útero procedente de una donante viva.

En declaraciones a EFE, Díaz ha asegurado que el hospital valenciano está preparado para hacer tanto este tipo de trasplante como el procedente de un donante cadáver, y que la solicitud "está en curso".

El éxito del primer bebé nacido en Suecia por esta técnica "nos carga de razones" para justificar su aplicación en España, ha comentado.

Díaz, miembro del equipo del Área de Salud de la Mujer de La Fe que dirige Antonio Pellicer, ha trabajado desde 2009 en colaboración con la universidad de Gotemburgo para aunar la experiencia en materia reproductiva desarrollada por el hospital valenciano con su experiencia en la investigación de trasplantes con animales.

"De esa colaboración surge el trabajo de los últimos años centrados en modelos quirúrgicos y de fertilidad después del trasplante, con individuos genéticamente no idénticos", ha explicado.

Conforme se desarrolló esta investigación previa, la participación de Díaz continuó también en el diseño del ensayo clínico y en la cirugía del trasplante y su seguimiento, que el 4 de septiembre concluyó con el nacimiento del primer bebé de una mujer trasplantada de útero.

"Las expectativas eran de éxito, porque era una intervención planificada al detalle, con muchos años de investigación básica detrás, en la que se había intentado no dejar anda al azar, y que finalmente ha sido un éxito", ha relatado.

Es también una recompensa a cinco años de investigación, de más de 22 horas diarias de trabajo, de pruebas previas con monos, ovejas y roedores. Pero para Díaz los más gratificante ha sido ver la "satisfacción de las pacientes, con las que te involucras personalmente", un sentimiento que asegura "no se puede describir con palabras".

De las nueve pacientes que participaron en el proyecto desarrollado en Suecia, en dos casos hubo que extraer el útero por una infección seria y por coágulos en los vasos sanguíneos trasplantados, y otros dos ya están en proceso de gestación.

El área de salud en el que trabaja Díaz, en el hospital valenciano, tiene una treintena de pacientes posibles candidatas a este tipo de intervención.

Los criterios que se han determinado en el programa es que sean mujeres no obesas, que no tengan cirugías abdominales previas, que gocen de buena salud, y que dispongan de embriones congelados para demostrar su fertilidad, entre otros aspectos.

Sobre la polémica acerca de esta operación, en cuanto a que su finalidad no es curar una enfermedad sino satisfacer el deseo de una mujer de gestar a su propio hijo, Díaz ha señalado que no es una enfermedad que "ponga en peligro" a la mujer, pero advierte que la esterilidad es una de las causas más importantes de pérdida de calidad de vida y de "malestar psicológico muy importante".

En la actualidad, recuerda, la única posibilidad para estas mujeres de satisfacer su deseo de ser madres es la "maternidad subrogada", y el trasplante de útero les ofrece una alternativa, aunque existan riesgos.

El hospital La Fe de Valencia, asegura Díaz, está preparado tanto para realizar un trasplante de útero de un donante cadáver (que minimiza los efectos quirúrgicos de la donante y propicia una cirugía más fácil) como de donantes vivas.