VALENCIA. Bancaja pudo ser un desastre en la gestión de sus préstamos al sector inmobiliario pero, al menos, su consejo no se repartió tarjetas de crédito opacas a Hacienda con las que se dilapidaron 15 millones de euros en gastos particulares como hicieron los consejeros de Caja Madrid.
La Fiscalía Anticorrupción ha abierto una investigación por el uso de unas tarjetas de crédito por parte de directivos y consejeros de Caja Madrid durante los años 1999 a 2012 que no aparecían en la contabilidad oficial de la entidad. Esas tarjetas negras se usaron para gastos personales no vinculados a la actividad propia de la caja de ahorros y se escondieron en las cuentas por parte de la cúpula directiva como errores informáticos.
Esta práctica de entregar a los consejeros tarjetas de crédito para gastos personales sin justificar y a cuenta de la entidad financiera, no se desarrolló en Bancaja. Según varios consejeros de distintas etapas consultados por este periódico, en la caja valenciana, que se fusionó en Bankia con Caja Madrid, no existían. De hecho, según las mismas fuentes, los consejeros valencianos se enteraron de la existencia de esta práctica con la fusión. Tampoco entonces las tuvieron, insisten las fuentes consultadas.
El escándalo de las tarjetas negras se ha cobrado ya varias víctimas políticas, entre ellas la presidenta de la Fundación Caja Madrid, que dimitió este jueves.
Quan haja una investigació independent ho sabrem, pel moment més val callar.
No tuvo tarjetas....pero de igual manera se pagaban gastos del hogar al expresidente....cuentas en el corte ingles.....etc
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