VALENCIA. No hay semana de tregua para el presidente de la Generalitat, Alberto Fabra. El jefe del Consell tiene ante sí unos días difíciles que volverán a poner a prueba su temple como máximo responsables autonómico y el estado de su relación con el Gobierno central que dirige Mariano Rajoy, especialmente con su particular 'bestia negra', el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro.
Además del Debate de Política General de Les Corts que tendrá lugar el martes, el próximo viernes el Consejo de Ministros aprobará el proyecto de Ley de Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2015. Unas cuentas que deberán trasladarse posteriormente al Congreso de los Diputados para su debate y tramitación parlamentaria.
En los últimos años, el Ejecutivo de Rajoy ha castigado a la Comunitat Valenciana con un descenso pronunciado y continuado de las partidas. Una situación que ha alimentado el malestar de los empresarios valencianos, que han protestado en repetidas ocasiones por la reiterada caída de inversiones en la autonomía. De hecho, su principal argumento para exigir una reunión -como sucedió en julio- con el ministerio de Hacienda, Cristóbal Montoro, estaba fundamentada en su deseo de reclamarle un aumento de las inversiones estatales en la Comunitat y, en segundo plano, la reivindicación de un sistema de financiación más justo.
Es más, los empresarios estaban inicialmente más interesados en encontrarse con la ministra de Fomento, Ana Pastor, dado que sus reivindicaciones se referían prioritariamente a esa cartera. Fabra intercedió para promover en julio una reunión con Montoro y crear un frente de mayor presión, una cita que pese a anunciarse públicamente no se concretó. A día de hoy, sigue sin ponerse fecha: "No hay novedades en ese asunto", respondió lacónicamente la portavoz del Consell, María José Catalá, al ser preguntada este viernes por los medios.
La necesidad para Fabra de salir airoso en los nuevos PGE es perentoria. Su liderazgo, más aún después de la reunión de Rita Barberá con Mariano Rajoy en La Moncloa, está bajo mínimos. Un nuevo tijeretazo a las partidas destinadas a la Comunitat Valenciana dejaría en la cuerda floja al jefe del Consell, que volvería a evidenciar su poco peso en Madrid y dejaría su relación con la patronal absolutamente quebrada.
Preguntada por las gestiones con el Ejecutivo central acerca de los PGE, la portavoz del Consell, María José Catalá, se mostró optimista: "Estamos en permanente comunicación con el Gobierno del Estado. Estamos convencidos de que el ministerio mostrará su sensibilidad con la Comunitat", aseguró.
Fuentes del Gobierno valenciano no oficiales también expresaron a este diario su "confianza" en que habrá una mejoría para la Comunitat en estas cuentas. "Estamos hablando de recuperación económica y entramos en año electoral, lo lógico es que las partidas asciendan respecto al año pasado", comentó un alto cargo a ValenciaPlaza.com, que rechaza contemplar otro varapalo para el Consell. "Sería una situación extremadamente delicada", admitió.
DOS AÑOS DE PGE ESPECIALMENTE ACIAGOS PARA LA COMUNITAT VALENCIANA
Las inversiones del Estado para este año descendieron un 8,1% -53 millones de euros- respecto al anterior ejercicio, quedándose en un 6% del total presupuestado. Así, la Comunitat Valenciana recibió 606 millones de euros en 2013 por los 659 que le fueron asignados este año.
Fabra no ha sido escuchado en sus reivindicaciones en estos dos últimos años. En 2012, los PGE presentados suponían una caída del 35% respecto a lo consignado el año anterior, por lo que el presidente de la Generalitat anunció enmiendas en el Congreso por valor de 144 millones de euros. Una iniciativa que fue rechazada.
El pasado año, y tras el descenso del 8% respecto al año anterior, decidió evitar el enfrentamiento directo y optó por valorar las partidas consignadas comparándolas con otras comunidades autónomas que habían tenido "descensos importantes".
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