VALENCIA. La venta del Valencia CF al empresario singapurense Peter Lim atraviesa un momento delicado. Tras haber alcanzado un principio de acuerdo el pasado 14 de agosto que parecía encarrilar de forma definitiva el complejo acuerdo de financiación de la compra de las acciones por parte de Meriton Holdings a la Fundación Valencia CF y la refinanciación de la totalidad de la deuda del club, las negociaciones por los detalles finales de la operación han encallado.
Son cuatro los puntos en los que no hay acuerdo entre las dos partes y todas están vinculadas al plan de negocio del club y a la capacidad de generar beneficios futuros, en especial a la posibilidad de aumentar su deuda para hacer crecer el club de manera más rápida y a los posibles ingresos extraordinarios que pueda percibir el Valencia CF y su destino.
En primer lugar, Bankia pide fijar un límite a la capacidad de nuevo endeudamiento del Valencia CF. La entidad financiera asegura que "comparte la necesidad del club de endeudarse más para poder crecer", pero pide que se fije el techo de esa deuda añadida a los 220 millones que actualmente tiene el club con la entidad financiera. Ese límite, según el banco, debe estar vinculado al Ebitda (una magnitud próxima al beneficio bruto sin amortizaciones) que sea capaz de generar la entidad, garantizando así el pago de los plazos.
En segundo lugar, el banco también plantea un acuerdo sobre los posibles ingresos extraordinarios que el Valencia CF obtuviera por la venta del nuevo Mestalla o por la externalización de la explotación a un terecero. La entidad que preside José Ignacio Goirolzarri quiere que parte de esos hipotéticos ingresos se destinen a minorar la deuda de forma anticipada.
En tercer lugar el banco propone que Lim asuma un mayor plazo de amortización del crédito de 100 millones de euros que el magnate va a otorgar al Valencia CF. Según el plan del empresario asiático, el Valencia debe devolver ese crédito en un plazo de cuatro años, intereses incluidos. Para Bankia, que en el plan de refinanciación de la deuda da una carencia de cuatro años, parte del dinero que genere el club para amortizar aceleradamente el crédito de Lim debe destinarse a reducir su propia deuda.
Finalmente, dado que parte del plan de pagos está vinculado a los beneficios (especialmente el tramo que se ha convertido en préstamo participativo) el banco pide un documento que garantice que las operaciones vinculadas entre Meriton Capital, la empresa de representación de jugadores de Lim, y el Valencia CF son a precio de mercado. La cuestión es evitar que se puedan alterar las cuentas del club por compra de jugadores de la sociedad de Lim a precios elevados o que se le vendan a precios por debajo de lo que pagarían otros.
LÍNEAS ROJAS PARA LAS DOS PARTES
Bankia considera estas cuatro exigencias "líneas rojas" que no quiere traspasar, puesto que entiende garantizan el plan de negocio del Valencia CF y la viabilidad del acuerdo con el empresario asiático.
Pese a que en la entidad que preside José Ignacio Goirigolzarri no consideran que la última reunión entras las dos partes, celebrada el miércoles, acabara de forma abrupta y entienden que todo sigue su cauce negociador, lo cierto es que desde el entorno de Peter Lim se ven las cosas muy distintas y aseguran que no firmarán con estas exigencias.
Meriton considera que estas condiciones llegan cuando ya se había alcanzado un acuerdo y suponen una intromisión en la gestión del Valencia CF pese a que el club no está intervenido, como ocurriría en el caso de estar en un concurso de acreedores. La exigencia de adelantar amortizaciones de capital supondría en su opinión atar de manos el proyecto de relanzamiento deportivo del club, aseguran desde el entorno de Lim.
Los negociadores del inversor asiático aseguran que el acuerdo de refinanciación de la deuda a largo plazo, con sus periodos de carencia y de amortización de capital, así como las garantías de pago de Peter Lim, ya han sido negociadas y que existe el compromiso de cumplirlas, por lo que no entienden unas condiciones consideradas "nuevas".
FIN DE SEMANA EN SINGAPUR
Los negociadores de Lim abandonaron Madrid el miércoles sin conseguir el objetivo de cerrar la operación. Junto a ellos, el presidente del Valencia CF, Amadeo Salvo, se trasladó a Singapur, donde este fin de semana se celebra el Gran Premio de Fórmula 1 del que Peter Lim es anfitrión y parte de la organización.
Lo que ocurra estos días en la capital asiática puede ser decisivo para el futuro de una operación que lleva cuatro meses sentando a la mesa en reuniones maratonianas a Bankia y a los representantes de Meriton Holdings.
Un proceso largo pero que está dentro de los márgenes de las operaciones corporativas. Otra cosa es que las cuatro condiciones que Bankia exige (y que asegura llevan meses sobre la mesa e incluso en algún momento Lim había aceptado alguna de ellas) sean aceptadas por el inversor asiático o las partes sean capaces de moverse de sus posiciones. Si no es así, la situación está enrocada.
Es la misma negociación de las empresas en concurso de acreedores. Bankia quiere la intervención total del club como si el Valencia estuviese ya en concurso de acreedores. Yo, vista así las cosas presentaría concurso de acreedores y como valencianista vería mi deuda rebajada automáticamente en mas del 50% y en cuanto a lo deportivo paciencia en la travesía del desierto.
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