VALENCIA. Para acceder a la exclusiva urbanización de Les Platgetes hay que pasar un control de seguridad. El puesto protege algunos de los chalés más espectaculares de la costa valenciana en una recinto exclusivo en el que pasó algunos veranos el expresidente del Gobierno José María Aznar invitado por el ya fallecido José Soriano, fundador de Porcelanosa. Aquellos años esta zona de la costa de Oropesa, pegada a Benicàssim, se convirtió en un centro de poder político aprovechando las estancias de la familia Aznar.
Aquellos años pusieron el foco en una zona del litoral de la que muchos valencianos desconocían la concentración de poder que vive cada verano. Pero lo de Benicàssim (por extensión, esta zona de Oropesa) viene de lejos. El expresidente Aznar fue un invitado. Las principales familias de Castellón y de Valencia llevan décadas pasando los veranos en las villas y los chalets de esta zona.
Verano tras verano han tejido toda una serie de relaciones personales (noviazgos y matrimonios entre familias de lo que podría llamarse la burguesía valenciana si existiera) que en los últimos años han adquirido un condicionante más: el poder en la vida política y empresarial local. En las villas de Benicàssim se han nombrado y destituido altos cargos de la política valenciana, se han diseñado estrategias políticas y se han lanzado carreras. Todo en pequeños grupos. Sin mayor trascendencia pública, aprovechando cenas, escapadas en yate o veladas más o menos informales.
La lista de los vecinos de ese Benicàssim exclusivo es casi interminable: Rafael Aznar, presidente de la Autoridad Portuaria de Valencia, el financiero Joaquín Maldonado, el presidente de Aguas de Valencia Eugenio Calabuig, el expresidente de Feria Valencia Alberto Catalá, la diputada y exconsellera Belén Juste, su compañera en el gobierno valenciano Paula Sánchez de León, las familias Farnós, Pascual, Gimeno, los Gómez-Trénor, García del Moral, Aliño, Bau (pioneros y con una de las villas más espectaculares de la zona), los Villalonga (Juan iba de pequeño), los Boluda y los Fos, los Ros Casares, los Pérez Manglano, los Carpi, los Lassala Bau, los Pons (Esteban González Pons incluido), los Martinavarro, los Segarra, los Ríos Capapé, Julian García Candau, Manuel Vicent, Andrés García de la Riva (expresidente del Banco de Crédito Local)... Todo sin contar a la clase política local, con los Costa, el propio Carlos Fabra, Vicente Rambla o el socialista Eugenio Burriel. El actual presidente de la Generalitat, el castellonense Alberto Fabra, no es uno de los habituales de la zona.
PUNTOS DE ENCUENTRO
Las relaciones entre las distintas familias, muchas de ellas con una notable influencia en la sociedad valenciana y en las clases dirigentes, se tejen no solo en las residencias privadas. Los encuentros informales, donde en muchos casos se fraguan decisiones inesperadas, se producen fundamentalmente en las pistas de pádel de Torre Bellver (en Oropesa), en el Club Social Playetas, en el clásico chinringuito Jota's, en el Club Naútico Oropesa, en la Villa del Mar o en el Club Social Torremar.
Aunque si hay un clásico es la zona es el Hotel Voramar, con su restaurante de lujo y su terraza metida en la arena. En todos estos sitios se producen encuentros que, en boca de muchos de los que allí veranean, acaban teniendo repercusión meses más tarde. Y es que lo que ocurre en Les Platgetes no se queda en Les Platgetes.
Alguien tiene alguna opinión sobre el efificio del termalismo? Da la impresión de estar abandonado a su suerte. Los vecinos viven con el temor de q una construcción sin mantenimiento se convierta en una ruina q amenace el bienestar y la seguridad de las viviendas colindantes
En esa zona hay muchísimo que rascar... y la prensa local, que aquí hace las veces de NODO, lo silencia. A modo de botón de muestra, tras las visitas de Aznar y la pleitesía extrema que se le rindió, un incendio provocado se convirtió en la base de una especulación urbanística brutal, reventando una zona virgen para convertirla en pasto de urbanizaciones supuestamente de lujo, eso sí, sin agua corriente y con estética de ciudad dormitorio choni... Las pocas casas que se vendieron son hoy carne de embargo. Aún así, el ayuntamiento de Oropesa, compuesto íntegramente por imputados, sigue en sus trece, apoyando proyectos absurdos para los que no hay financiación ni demanda. También quieren construir un macrohotel, al estilo del Algarrobico, a pocos metros del Torreón de la Colomera, pese a ser zona protegida. Las colinas que rodean Las Playetas y La Renegá, un pulmón verde junto al mar único en la provincia, están asimismo amenazadas por el ladrillo innecesario. El GECEN ha dedicado campañas a la zona. Empresas constructoras fantasma han abandonado aquí proyectos por dificultad técnica y escasez de dinero, por lo que el ayuntamiento decide cargar los futuros gastos de urbanización a los vecinos (??). La pasada semana se sacó de la manga un nuevo plan de ordenación urbanística que no hace presagiar nada bueno... Jesús Ger, ese hortera dueño de Marina d'Or, mueve los hilos del ayuntamiento y ha corrompido hasta a los ratones. Las hordas de emigrantes que han trabajado en sus complejos y sus construcciones por sueldos de miseria... y que para sobrevivir se han visto abocados al robo sistemático... En resumen, que la zona da para varios Salvados de Jordi Évole. Sé que el artículo está dedicado a lugares de esparcimiento de "élites" locales (por cierto, no mencionas El Palasiet, que hoy en día supera al Voramar), pero es que la zona concentra tantos claroscuros... y nadie se atreve a investigarlos. Los informes de denuncia de la Unión Europea pesan menos que las tramas de corrupción de las "élites".
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