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Lluís Planes con el tío Fredo en un estudio de grabación.

VALENCIA. "Estábamos representando en el teatro Flumen Midsummer", relata Toni Benavent, 50% de Albena Teatre. "Nunca había hablado con él. No lo conocía. Estuvo con nosotros después de la representación, había venido con su pareja, y nos dijo que le gustaba mucho lo que hacíamos y que quería ayudarnos". Su interlocutor era Lluís Planes, gerente de Pollos Planes, promotor cultural y amante de la cultura valenciana.

La colaboración, dice el propio Planes, es pequeña. Pero constante, matiza Benavent. Desde entonces, hace ahora dos años, las aportaciones que realiza a título personal el empresario han contribuido a aliviar la compañía teatral valenciana. "Ahora tenemos una buena amistad", asegura el productor.

Pollos Planes es una de las empresas más boyantes de la Comunidad Valenciana. Con más de medio millar de empleados y más de 130 tiendas, cuatro de ellas en Cataluña, tiene hasta su propia franquicia de restaurantes, La Parilla de Pollos Planes, que se ha convertido en una de las grandes novedades del sector de la restauración valenciana.

Pero lo que sólo conocen unos pocos es que Lluís Planes es asimismo uno de los principales dinamizadores de la cultura valenciana con sus acciones continuadas de mecenazgo. "Lo que me gusta de él", explica Benavent, "es que no impone nada sino que todo lo negocia".

El campo de actuación del mecenazgo de Lluís Planes es amplio. Siempre con el beneplácito de su familia, que le deja hacer, según sus propias palabras, y tiene como leit motiv la difusión de la cultura valenciana en sentido estricto. Así, aunque existe una notable querencia por las manifestaciones en valenciano, ya sea música o teatro, pasando por otras actividades populares, también contempla el apoyo a deportes como la pilota, donde introdujo a la empresa familiar.

"No se han conseguido más empresas implicadas", explica Planes. "Nosotros colaboramos pero claro, a pequeña escala; estamos orgullosos de patrocinar a título personal a casi una decena profesionales de un deporte autóctono valenciano", dice Planes, que se expresa siempre en valenciano.

"Lo que quiero es que mi ejemplo sirva para que otros grandes empresarios hagan lo mismo", relata Planes. Modesto, un poco tímido, confiesa que se limita a apoyar lo que le gusta, lo que le emociona, y especialmente la música en valenciano porque cree que en la actualidad está "prohibida, castigada, apartada", asegura. Calificado como "mecenas total" por otros promotores culturales valencianos, la figura de Planes se ha convertido en un referente en apenas un lustro con un trabajo continuado y serio. Sin grandes dispendios, pero sin dejar nunca de estar ahí.

TODO COMENZÓ CON PEP EL BOTIFARRA

Todo comenzó hace ahora seis años, cuando Planes intentó llevar a su localidad natal, Massamagrell, un concierto de Pep El Botifarra, un artista con el que se le vincula mucho y a quien admira. "Nos estuvieron mareando en el ayuntamiento y al final me cansé, fui a hablar con el cura y le dije: yo pago los conciertos y los hacemos a beneficio de Cáritas. Y el cura me apoyó", recuerda el empresario valenciano.

De hecho su principal línea de trabajo son las actuaciones solidarias, a las que les da especial importancia. "Lo que más me interesa es la realización de conciertos solidarios", comenta. "Se pueden organizar y está abierta la recepción de solicitudes para ayudas", añade. Para ello se han creado dos páginas en internet, una con el nombre de Botifarra y otra con el de Musics.

La atracción de Planes por la música no es nueva. En este sentido él mismo recuerda que su primera acción como promotor fue cuando organizó un concierto de Lluís Llach, porque le gustaba su música. De hecho, ésa es la auténtica brújula que mueve todas sus actuaciones: Que cree en lo que apoya. Que le gusta. No hay pose.

La vocación de mecenas de Planes va más allá de la empresa familiar. Insiste pues en diferenciar entre las acciones que impulsa desde Pollo Planes y las que realiza a título personal. En este último apartado se encontrarían buena parte de sus colaboraciones con músicos como el citado Botifarra o el tío Fredo, a quien posiblemente sea la persona que más discos le ha producido. "Pero ya se sabe, se me vincula sobre todo al Botifarra porque todo lo que hace tiene tanta repercusión... ¿Lo has visto en directo? Es un fenómeno. Yo lo vi y fue por eso que quería contratarle".

APOYO GRATIFICANTE

"Lo que siento es que apoyar a la música tradicional valenciana es muy gratificante. Con muy poco haces mucho y ellos, los músicos, además, son muy agradecidos", comenta el empresario valenciano. "Los músicos en valenciano parece que estén vetados. No tienen circuito ni prácticamente apoyo institucional", se queja.

Clara Andrés en concierto. FOTO: EDDIE ANDREU.

Su campo de actuación como mecenas crece año a año. Ha colaborado con el Centre Octubre y ahora además apoya teatros como el Talía o el Micalet, y quiere poner en marcha un circuito de monologuistas en valenciano, al tiempo que promociona conciertos de cantantes como Carles Dènia, Clara Andrés... iniciativas que impulsa motu propio.

Por ejemplo, en el caso del Talía, aunque respeta a la familia Fayos, gestora de este teatro y de otros como el Olympia, su relación no viene por ellos. Así lo revela María Ángeles Fayos, quien explica que fue él, a través de una persona de su equipo que se propuso como colaborador. "Nosotros no lo conocíamos", explica María Ángeles Fayos.

Planes apuesta por la cultura en sentido estricto, por la cultura valenciana y en valenciano, "pero también proyectos en castellano", matiza, y cree que lo suyo es "micromecenazgo". E insiste en una idea, en que espera que su quehacer sirva de ejemplo. "Necesitamos gente similar a él", dice Benavent, "que apuesten por la cultura, gente que tienen unas empresas que funcionan bien que echen una mano de manera desinteresada", añade.

En un contexto como el actual, con el IVA del 21%, con los recortes a la Cultura, con la presión sobre la lengua valenciana y su menoscabo en el contexto institucional, la empresa privada llega donde hace ya tiempo que no llega la administración. Es la sociedad civil, la verdadera sociedad civil.