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VALENCIA. El secretario general del PSPV, Ximo Puig, tomó este viernes la iniciativa y puso sobre la mesa la necesidad de que los partidos de izquierda se unan para frenar la intención del Gobierno de modificar la ley electoral propiciando la elección directa como alcalde del candidato de la lista más votada aunque no tenga la mayoría absoluta. 

Aunque Puig centró su comparecencia en el escenario previo a la aprobación de la modificación y abrió el abanico de la unidad de acción "a todos los partidos democráticos", en el fondo de la comparecencia del dirigente socialista se vislumbró una primera propuesta para debatir sobre posibles acuerdos que eviten el efecto que sobre las elecciones municipales tendrá el cambio de la ley tal y como la plantea el PP.

En los últimos días se ha avivado el debate sobre el cambio de la norma electoral al desvelarse la intención del PP de aprobarla en el Congreso, donde tiene la mayoría absoluta, aunque no cuente con el respaldo del resto de grupos. La ley electoral española no precisa de una mayoría cualificada para su modificación, algo que sí ocurre por ejemplo con la norma valenciana desde la última modificación de L'Estatut.

Puig, tras una reunión con el vicesecretario de Relaciones Institucionales, José Manuel Orengo, y varios alcaldes socialistas entre ellos, la alcaldesa de Quart, Carmen Martínez, el alcalde de Benidorm, Agustín Navarro, y el de Vila-real, José Benlloch, compareció en público y anunció que su formación va a presentar mociones en todos los ayuntamientos y a celebrar asambleas ciudadanas para explicar a la sociedad que "no se trata de debatir entre políticos y partidos sino de defender la democracia, que está siendo atacada".

El secretario general del PSPV, que también es secretario de Regeneración Democrática en el PSOE desde el último congreso, aseguró que plantearán una "alianza" en la que los partidos puedan confluir para "parar una actuación antidemocrática" como la reforma planteada.

"De lo que se trata ahora es de que no se produzca esta alteración de las reglas del juego y que, si finalmente se produce, la contestación sea que todo lo que se haga pueda ser reversible", dijo Puig, que evitó hacer referencia a un escenario en el que la ley se apruebe.

Si el PP saca adelante la reforma, la situación será distinta. El cambio en el mapa municipal que se intuía tras los resultados de las elecciones europeas podría matizarse de forma notable con la nueva ley. Los pactos postelectorales que, en teoría, permitirían a los partidos de izquierda tener mayorías en los ayuntamientos gobernados por el PP se verían condicionados por la nueva ley electoral.

En círculos políticos de los partidos progresistas valencianos se ha empezado a especular con posibles candidaturas conjuntas, si bien de forma pública no se considera aún una opción. La propuesta de Puig abre una primera ventana para un debate que puede plantearse si el PP decide cambiar la ley. Otra cosa será si el resto de formaciones -desde Compromís a Esquerra Unida o la incógnita de Podemos- aceptarán un supuesto liderazgo del PSPV en la iniciativa.