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BENICÀSSIM (CASTELLÓN) (EFE). El Lama exiliado en Barcelona y representante del Tíbet en España, Thubten Wangchen, ha afirmado hoy que los chinos no pueden "invadir" España políticamente pero lo están haciendo económicamente, por lo que cree que en diez años "los españoles tendrán que pedir trabajo a los chinos".

Wangchen, miembro del Parlamento tibetano en el exilio y presidente de la Casa del Tíbet en Barcelona, se ha pronunciado así en el festival cultural y musical Rototom Sunsplash, que se celebra estos días en Benicàssim (Castellón), donde ha participado en la conferencia 'El mantra de la Justicia Universal por el Tíbet'.

En su intervención, el monje budista ha criticado al Gobierno español por la reforma de la Ley Orgánica del Poder Judicial sobre justicia universal, una decisión que se tomó, a su juicio, por la "presión" que ejercido por el Gobierno chino a España "por la deuda".

Según ha explicado, cuando el Gobierno chino tuvo conocimiento de la querella presentada en la Audiencia Nacional por genocidio por parte de China en el Tíbet, "se enfadó mucho y vinieron a presionar y a hablar directamente con el Gobierno español".

Con el cambio de la ley, el proceso, conocido como "caso Tíbet", fue finalmente archivado, ha recordado. El Lama, que posee pasaporte de España, ha confesado sentirse "avergonzado" de ser español por el hecho de que el Gobierno "cambió derechos humanos, la verdad y justicia universal por el dinero de China".

Con residencia en Barcelona, ha aseverado que todos los negocios están quedando en manos de chinos y de sus "mafias", y ha interpretado que China "está invadiendo" poco a poco la economía española, por lo que en un plazo de unos diez años "los españoles tendrán que pedir trabajo a los chinos, porque cada vez habrá más paro".

El Lama advierte de que puede suceder "como los chinos en el Tíbet, que entraron con el pretexto de ayudar e invadieron el país". Ahora "no pueden invadir España, pero sí llevar a cabo una invasión económica", ha alertado.

En su discurso, se ha referido a la situación del Tíbet, y ha explicado la historia de cómo China comenzó la invasión del territorio tibetano y lo declaró anexionado al país en 1950, un proceso en el que "murieron 1,2 millones de tibetanos", entre ellos su madre.

Thubten Wangchen se exilió con cuatro años a Nepal y, posteriormente, a India, donde vivió "mendigando en la calle" hasta que el gobierno de ese país procuró educación a los niños tibetanos a los que se les permitió formarse y estudiar su propia cultura.

Según ha apuntado, actualmente hay "6 millones de tibetanos y 8 millones de chinos en el Tíbet", donde los tibetanos "son discriminados y reciben menores salarios, además de peor educación y asistencia sanitaria" que los chinos.

Además, está prohibido estudiar la lengua tibetana y mostrar veneración por el Dalai Lama, cuyas imágenes están prohibidas hasta en los teléfonos móviles que llevan los jóvenes, según ha dicho.

"Los militares tienen derecho a pedir el móvil de cualquiera y comprobar si tienen imágenes del Dalai Lama, y, si es así, te pueden arrestar y mandar a la cárcel durante dos años", ha lamentado, y ha trasladado que ve "lejana" la independencia del Tíbet.